lunes, febrero 26, 2007

Asturias Renove

JOSÉ MANUEL CAMPA. La Nueva España. 25 de Febrero de 2007

Hace una semana, participando en el consejo de administración de una empresa con sede asturiana, se preguntó sobre un proyecto cuyo lanzamiento hacía dos años que se había propuesto en el consejo y que, sin embargo, aún no se había iniciado su fase de implementación. A continuación prosiguió una larga explicación por parte del equipo directivo de una serie de interacciones con entidades públicas, organismos de desarrollo regional, organizaciones cívicas, empresas públicas, empresas mixtas, organismos autónomos y demás entes para llegar a la conclusión que el proyecto se encontraba bloqueado sin perspectivas de iniciación a corto plazo.

La razón no estaba clara, o al menos no quedó clara, más allá de que más de una vez, y a partir de una propuesta inicial positiva por parte de una de las entidades copatrocinadoras del proyecto, la interacción de al menos un subconjunto de los distintos entes indicados arriba había terminado bloqueando el proyecto.

Como ya se puede intuir, éste es un artículo interesado. Pero interesado no sólo por lo anterior sino porque durante los últimos años he participado en más de una mesa redonda e intervención sobre las carencias y necesidades de la economía asturiana. También se han escrito multitud de editoriales y artículos al respecto, incluidos algunos por mí mismo. Por suerte para Asturias, este debate ha evolucionado desde las carencias estructurales asturianas hacia los factores para explotar el potencial de crecimiento en Asturias. Ya no se trata de reestructurar, despedir, cerrar empresas, sino de todo lo contrario, de dinamizar la actividad económica a través de atraer y crear empresas en Asturias. O sea, de renovar Asturias.

El paso del tiempo y el desarrollo económico han jugado a favor. La globalización y el avance tecnológico junto con el proceso de reestructuración industrial han ayudado mucho. Una de las grandes ventajas que presentan las nuevas tecnologías es la pérdida de importancia de ventajas tradicionales vinculadas a la geografía para la localización de las empresas. Los recursos naturales son cada vez una fuente menos importante de localización. Las distancias físicas importan menos para un conjunto cada vez más importante de la economía. Además, Asturias ha realizado un esfuerzo grande en infraestructuras de transporte y tecnologías de comunicación e información que la colocan en una situación comparable al resto del territorio nacional.
Sin embargo, la experiencia del primer párrafo es un ejemplo muy cercano de uno de los factores que más impacto está teniendo en la determinación de la competitividad mundial de países: la eficiencia de sus instituciones. Los factores indicados con anterioridad hacen que la calidad de las instituciones, su eficiencia, y su objetividad estén en el centro del poder de atracción de la actividad económica.
No debe pues sorprender que los índices de competitividad y de desarrollo mundial pongan un énfasis cada vez más importante en estos aspectos como determinantes de la localización de empresas y del crecimiento sostenido. Desgraciadamente, España recibe en estos aspectos las puntuaciones más bajas de todo el conjunto de criterios utilizados. Por ejemplo, el «Global competitiveness report 2007» del World Economic Forum califica la ineficiencia de la burocracia en las entidades públicas, el favoritismo (que no la corrupción) en las decisiones de las entidades públicas, y el coste burocrático para el lanzamiento de una empresa como unas de las principales desventajas competitivas en España. Estos factores se encuentran ya a niveles similares a la inflexibilidad del mercado laboral o la falta de capital humano, y sólo por detrás de los costes vinculados al terrorismo.
Estas dificultades se muestran más predominantes en aquellas zonas donde la vinculación del sector público a la actividad económica es mayor. Asturias es una de ellas. El peso de la empresa pública ha disminuido sustancialmente en su actividad productiva, pero la burocracia pública se mantiene a niveles altos. En parte se debe a las transferencias gestionadas por el sector público, en parte a la baja tasa de actividad de la región, que hace que un componente importante del gasto de los hogares se vincule todavía a transferencias, vía pensiones, salarios y otras compensaciones sociales, al sector público. Esta preponderancia es muy notable en la creación de empresas, donde la disponibilidad de ayudas públicas para la creación y el desarrollo del tejido empresarial ha sido más preponderante. Las ayudas públicas por empresa creada, empleo generado, e inversión realizada son más altas en el caso de Asturias que en el resto de España. Esto no debería sorprender dado la mayor cantidad de fondos disponibles para este fin en Asturias.
Ahora bien, no basta con la existencia de estos fondos para el desarrollo de una dinámica de creación de empresas y actividad económica. Se necesita una eficiencia y coordinación de la asignación de los mismos que sea generadora neta de actividad en Asturias. Según un estudio de la Universidad de Oviedo, el número de empresas en Asturias habría crecido en un 6,2% durante el período 2000-04. Este crecimiento es menos de la mitad del 13,4% para el conjunto de España, y por debajo de otras comunidades autónomas de similar tamaño, una próxima como Cantabria (9,9%) y otra más lejana e involucrada en el Arco Mediterráneo como Murcia (21,1%). Crear una industria asturiana renovada necesita unas instituciones renovadas.

Se podría argumentar que el bloqueo del proyecto es debido a la falta de diligencia del equipo directivo. Pero ésa sería la pregunta incorrecta, puesto que mostraría una actitud subyacente de unas administraciones prepotentes y controladoras más que colaboradoras e incentivadoras. Debe ser labor de una eficiente administración el buscar los proyectos y asegurarse que consiguen el mejor uso posible para los recursos que gestionan. Ayudar a las empresas y atraer a las empresas facilitando las cosas. Después de todo, la empresa es de nueva creación, tiene crecimientos anuales del 50%, ha salido a Bolsa y ha incorporado anualmente más de 300 empleados. Las presiones en sus equipos directivos para dirigir y gestionar ese crecimiento son constantes y las alternativas que se le plantean también.

Se preguntará el lector avispado por qué no seguir adelante sin la ayuda. De nuevo, a mi parecer, la pregunta incorrecta. Obviamente, la pregunta correcta es por qué no disfrutar de algo a lo que tienes derecho. Si la ayuda existe, y cumplo las condiciones objetivas para la misma, sería estúpido no solicitarlo. Que la discusión sea sobre la valía o no del proyecto me parece bien, pero si para que la ayuda sirva para algo no basta con que exista, debe ser ejecutable en tiempo y forma adecuados.

Seguro que el proyecto de la empresa a la que me refería al principio no es el único que se plantea en Asturias. Además, como asturiano, hasta me encantaría escuchar que no es el mejor de los posibles para Asturias, o ni siquiera deseable, ya que existen múltiples y muy válidas oportunidades alternativas y no hay espacio para todos. Perfecto, se acabó la discusión. Pero que el bloqueo no sea por los detalles de su implementación. Puesto que la peor ironía sería que, aunque exista consenso sobre su interés para la región, el proyecto se haga sin beneficiarse de, ni beneficiar a, Asturias, y que lo verdaderamente cierto al final sea el refrán: «Mucho ayuda el que no estorba».


José Manuel Campa, profesor de IESE Business School.

sábado, febrero 17, 2007

El efecto de las carreteras en el desarrollo de los pueblos

En estas semanas estoy impartiendo un curso de Doctorado que se titula “Modelos Espaciales de Desarrollo Económico”. Uno de los modelos que analizamos es el de la localización de las actividades económicas. La versión académica del modelo se presenta con unas sencillas ecuaciones. Sin embargo, los resultados se pueden explicar con unos sencillos números.

Un modelo es una simplificación de la realidad que te permite entenderla. En este caso, necesitamos un pueblo y una ciudad unidos por una infame carretera.

Caso 1
En el pueblo se produce leche a un coste de 5 y en la ciudad de 15. El transporte por carretera es tan difícil que cuesta 15. Es decir, la leche del pueblo puesta en la ciudad costaría 20. Como consecuencia de los altos costes de transporte la ventaja de costes en origen no se traduce en una ventaja de costes en destino y la leche se produce tanto en el pueblo como en la ciudad.

Caso 2
Una mejora en la carretera hace que el coste de transporte baje a 5. La leche del pueblo puesta en la ciudad cuesta 10 mientras que la producida en la ciudad cuesta 15. La leche se producirá exclusivamente en el pueblo.

Resultado preliminar: la carretera mejora la actividad económica en el pueblo.

Caso 3
En el pueblo se fabrican herramientas a un coste de 15 y en la ciudad de 5. Antes de arreglar la carretera las herramientas de la ciudad puestas en el pueblo costaban 20. Por tanto, se fabricaban tanto en el pueblo como en la ciudad. Una vez arreglada la carretera las herramientas se producen sólo en la ciudad.

Resultado final:
Las actividades que se desarrollarán en el pueblo son aquellas en la que el coste por unidad sea más bajo. Lo mismo es cierto para la ciudad. Es decir, la mejora del transporte amplia la importancia de los costes unitarios de producción.

No dudo de que haya actividades que se puedan hacer a un coste más bajo en el pueblo pero a mí se me ocurren muy pocas: el silencio, el aire limpio o algunas experiencias culturales o turísticas. Cualquier otra actividad se enfrenta a fenómenos económicos de gran envergadura que definen el bienestar de que gozamos. Algunos de estos fenómenos son:

Las economías de escala.
El coste unitario se reduce al aumentar la cantidad producida.

Las economías de aglomeración. El coste unitario se reduce con la especialización que permite la aglomeración. Por ejemplo, ayer vino un fontanero a casa que tardó tres minutos en apretar tres radiadores que tenían una ligera fuga. Esa tarea me hubiese llevado a mí varias horas. Primero tendría que estudiar el problema, luego ver cómo se soluciona, luego averiguar si mis herramientas sirven para esa tarea, etc. Vivir en una ciudad permite que estos profesionales puedan hacer pequeñas tareas a muchas personas con gran eficiencia. A su vez, ellos pueden especializarse porque otras personas hacen otras tareas por ellos. Por ejemplo, reparales el coche. Por otra parte, la aglomeración permite compartir recursos costosos. El ejemplo está en una entrada anterior del blog sobre autopistas en la montaña leonesa.

Los flujos de innovación. Este fenómeno no lo entiendo muy bien pero hay cierta evidencia de que el número de personas y la actividad económica favorecen el aprendizaje y la innovación. Estos fenómenos reducen en gran medida el coste unitario de producción.


Epílogo: las mangas del chaleco

Se trata de un chiste muy malo en que un estudiante de Francés se inventa todas las traducciones. Traduce chaqueta como chaqueté, chaleco como chalequé. Entonces, el profesor le pide que traduzca las mangas del chaleco. El estudiante responde raudo: les mangués del chalequé. El profesor contesta: pues un ceré porque el chalequé no tiene mangués.

La idea de desarrollar pueblos remotos con costosas infraestructuras pagadas por los habitantes de las ciudades se parece al chaleco con mangas. Parece que se trata de crear una aglomeración urbana donde no existe olvidando los problemas de las que ya existen u otras que podrían existir en zonas menos alejadas de la primera.

miércoles, febrero 14, 2007

Dulzaina

Dulzaina. Revista de la Agrupación Leonesa de México A.C.
Marzo, 2007.

Cartas a través del atlántico: teoría y práctica sobre el subempleo universitario y la iniciativa empresarial

Rubén González y Carlos Arias

Estimado Carlos:
Me gustaría comentarte las extrañas sensaciones que he tenido en mi último viaje a León. Cenando con compañeros de estudios en la Universidad, algunos antiguos alumnos tuyos, entre las chuletillas y el Prieto Picudo percibí con tristeza ese conformismo que parece caracterizar a muchos leoneses y que nada nos aporta.
Tu lo sabes, todos son gente muy preparada, buenos estudiantes en la mayor parte de los casos y brillantes en alguno. Pues bien, resulta que todo ese talento y preparación les ha llevado a un empleo en el sector bancario. Siendo hijo de un empleado de Caja España no tengo una especial animadversión hacia la banca, sin embargo, me incomoda verles repartiendo billetes en una ventanilla o de director de oficina en el mejor de los casos. Creo que me preocupa porque yo también repartí billetes en una ventanilla y me parece que toda la preparación se desaprovecha en esas tareas.
Por otra parte, ¿dónde pueden buscar trabajo los jóvenes de León si no existen otras alternativas? Mientras yo vivía allí me hacía la misma pregunta. Ahora desde la lejanía a la tierra, con mayor sensibilidad y perspectiva para valorar los problemas de este nuestro León, creo que se debe a la carencia de cultura emprendedora de nuestros paisanos, especialmente de la juventud. Esta falta de iniciativa empresarial y reticencia a asumir riesgos es la que anquilosa a la juventud, la mejor preparada de la historia, en una vida en que el proyecto más excitante es adquirir una vivienda y sobrevivir con los 500 euros que les queden una vez pagada la hipoteca. Eso sí, todos lo decimos: "Como en León no se vive en ninguna parte".
Creo que es responsabilidad de los empresarios emprendedores apoyar las nuevas iniciativas y a la juventud en el desarrollo de sus ideas. Por otra parte, la Universidad debería mostrar modos diferentes de pensar y ampliar las expectativas de los estudiantes. Finalmente, los leoneses en general deberían dejar de quejarse y hacer algo de una vez por todas por la tierra.

Estimado Rubén:
Permíteme empezar con un ejercicio mental un tanto extravagante pero muy útil. Imagínate que por un extraño giro del destino Bill Gates y Steven Spielberg aparecen un día en León con todos sus talentos y preparación pero sin su riqueza. Cuando estas dos personas se dirijan a la oficina de empleo les preguntarán por sus cualificaciones: el primero dirá que es experto en ordenadores y empresario, el segundo que es director de cine. Puedes apostar que tardarán en recibir una oferta de empleo y cuando la reciban se parecerá a las que han recibido tus compañeros y a las que recibiste tú en su día: auxiliar administrativo, reparación de ordenadores personales, reportajes de boda. El ejercicio mental es interesante porque no es difícil imaginar a los dos símbolos mundiales del triunfo teniendo los mismos problemas que tus compañeros. Lo que es difícil es imaginar a Bill y a Steven teniendo los mismos problemas a medio plazo. Yo creo que no se añora lo que no se conoce y estas personas conocen otro mundo y otras posibilidades. Por tanto, cada día de su vida explorarían las oportunidades de mejora que les ofrecen su entorno por muy escasas que éstas parezcan. Tus compañeros, mis alumnos, no conocen más mundo que el que tu has visto estas navidades y no añoran otro. Es posible que sus familiares y amigos vivan de forma parecida. Han ido a la Universidad pero ésta es una institución que tarda décadas en asumir los cambios de su entorno. Por otra parte, la actitud de tus compañeros es más peligrosa que nunca. Mientras ellos reparten dinero en la ventanilla, el mundo de las finanzas cambia de manera dramática cada día e ignorarlo no les ayudará precisamente a conservar su empleo.
Yo no tengo la fórmula que convierta a León en California. De hecho, no creo que nadie la tenga aunque algunos aspectos del problema aparecen ya bien explicados en los libros de texto. Mi modesta propuesta es divulgar la existencia de oportunidades en cualquier lado, si te empeñas en buscarlas, y el hecho de que su búsqueda es una de las mejores experiencias vitales. Esta es la razón por la que te invito continuamente a que cuentes tu experiencia a mis alumnos. De hecho, a todos mis antiguos alumnos les pido lo mismo una y otra vez.

Estimado Carlos:
Compartiendo esa necesidad de apertura al exterior de la juventud leonesa me sigue quedando la duda de cómo esto puede ayudar a León. Independientemente del arraigo al terruño que nos caracteriza, dado el atractivo de los proyectos que se nos plantean en otras ciudades, quien salga y conozca otras lugares difícilmente regresará a León y por lo tanto estaríamos en el punto de partida.

Estimado Rubén:
Edward Glaeser, un economista de la Universidad de Harvard logró un gran avance en la comprensión del desarrollo regional y urbano cuando dejó de preguntarse ¿Por qué disminuye la población de Detroit? Y comenzó a preguntarse ¿Por qué queda alguien en Detroit? Tú proporcionas una contestación a ambas preguntas: unos emigran porque buscan otros horizontes mientras otros se quedan porque les compensa. Mi propuesta anterior está destinada a los que se quedan.

Rubén González es Director General Adjunto de Texdec S.A. en México D.F.
Carlos Arias es Profesor de Economía en la Universidad de León.