lunes, octubre 29, 2007

Economía con Luis Garicano


Nació en Valladolid hace 40 años. Es profesor de la Universidad de Chicago e impulsor de un nuevo departamento en la London School of Economics. Según Financial Times es uno de los economistas jóvenes más prestigiosos. Asegura que España va a sufrir una crisis a corto plazo.

XLSemanal. ¿Cuál es su visión de lo que está sucediendo en la economía a escala mundial?

Luis Garicano. Extremadamente negativa. Y estoy preocupado por lo que pueda pasar en España. En ningún país, salvo en éste, la mayoría de las hipotecas son de interés variable. Las familias están muy endeudadas y el país es muy vulnerable. Estos ingredientes forman un cóctel megaexplosivo.

XL. ¿Qué falta para detonarlo?

L.G. Me sorprende que aguantemos tanto. El mercado americano, donde se concedían hipotecas a gente sin garantías, hizo crac en julio. Inglaterra está igual. Y España está aguantando, pero cuando la gente vaya a refinanciar su hipoteca se va a encontrar con que les ha subido de precio.

XL. Si la gente no paga sus hipotecas, se la desahucia. Eso es una cadena terrible. ¿Dónde puede acabar?

L.G. La cuestión es saber cuándo se va a transmitir esto al conjunto de la economía. Es cuestión de meses. Puede bajar el empleo en construcción y luego la gente, al percibir que tiene menor riqueza, restringe el consumo. Y los bancos puede que disminuyan los créditos a otros sectores. Eso puede pasar a corto plazo.

XL. ¿Crisis o colapso?

L.G. Vamos a vivir una crisis. Y a medio plazo, una recesión.

XL. ¿Hasta qué punto las elecciones de 2008 están ocultando la realidad económica?

L.G. El Gobierno se va a poner a gastar a lo loco para camuflar la crisis: ayudas a los niños para ir al dentista, para viviendas… y todo eso puede ayudar a la economía. Eso es inyectar dinero, aunque sea por motivos electoralistas.

XL. ¿No cree que cuando se habla de crisis al final todos caemos presa del pánico y se detiene la economía?

L.G. Si todo el mundo piensa en eso, sí. Es lo que ha pasado en Gran Bretaña con el banco Northern Rock. Todos empezaron a retirar depósitos y cuando el banco fue a pedir crédito a otras entidades, nadie le quería prestar porque eso aumentaba su riesgo.

XL. ¿No le sorprende que haya tanto joven mileurista que se entrampa con créditos a 40 años? ¿Cómo los pagan?

L.G. No los pueden pagar. Todos tienen la percepción de que los precios de las casas van para arriba. Por eso se entrampan ahora y piensan que van a vender más caro después, porque ésos son sus ahorros.

XL. Es como ir al casino y jugárselo todo a una ficha.

L.G. Sí. Nadie está diversificando. Si yo pidiera un crédito de 150.000 euros a un banco para invertirlo en una compañía de Internet, la gente me diría: «¡Estás loco! Mejor invierte en varios sitios. Diversifica». Pero en España a todo el mundo le parece normal meter sus ahorros en una casa.

XL. ¿Se debe a que el español es miedoso?

L.G. Sí. Pero el colmo es que cree que apostar en los ladrillos es seguro, cuando es arriesgado.

XL. ¿Si fuera ministro de Economía, qué haría? ¿Sálvese quien pueda?

L.G. Tres cosas. Primero, crear un fondo de garantía de depósitos a escala europea. Segundo, preparar un presupuesto de emergencia anticíclico para reducir el impacto si las cosas se ponen feas. Y tercero, invertir más en la economía del conocimiento. Nuestra productividad es muy baja y seguimos haciendo las cosas como en los años sesenta, con más ladrillo. A largo plazo debería ser diferente: grandes centros de investigación y gastarse dinero en innovar.

XL. ¿Es un buen momento para salir a Bolsa?

L.G. No. El mercado de capitales no está interesado ahora en eso.

XL. A los recién casados, ¿les diría que compren una casa?

L.G. Ni hablar. Que alquilen.

XL. ¿Y qué recomendaría a una persona mayor?

L.G. Que venda su casa, se mude a una menor y viva de las rentas.

XL. ¿Qué empresa española es un modelo para usted?

L.G. Zara. Es el futuro. Es de las pocas que, ahora mismo, hace cosas diferentes.
C. Salas
XLSemanal@2005

miércoles, octubre 24, 2007

Premios Nobel víctimas de la televisión basura: Ochoa y Watson.

¿Es posible cruzarse por la calle con un varón con una estatura de 2,50 metros? Si la población se distribuye normal con una media de 1,75 y una desviación de 0,10 es posible pero muy poco probable. De hecho, sólo un 5% de la población estaría por encima de 1,95 o por debajo de 1,55.

Luís Figo está casado con una modelo sueca de gran belleza, discreción e inteligencia. ¿Es posible que esté interesado en una mujer poco agraciada que muestra sus limitaciones intelectuales a grandes gritos en la tele? De nuevo, es posible, pero muy poco probable. Hace años un juez sentenció no sólo que era poco probable sino que más allá de una duda razonable era falso. Por ese motivo, el juez condenó a los autores del bulo a publicar la sentencia en las páginas centrales de varios diarios de tirada nacional y a pagar una indemnización mareante a una ONG que Don Luís había señalado al comenzar las acciones judiciales.
Hace unos años mi madre me conminó a entrar en el salón de su casa a ver un programa de la tele. El cebo era bueno: “Hijo, están hablando de Severo Ochoa”. Piqué como un barbo y lo que allí se trataba merece una entrada de blog.
Allí estaba Sara Montiel mostrando en la tele los estragos físicos del paso del tiempo y las consecuencias a largo plazo de usar poco el cerebro. Algunos científicos de la actividad cerebral han generado teorías sobre la plasticidad del cerebro. Al parecer, si hay actividad intelectual el cerebro crea nuevas conexiones neuronales aunque alguna se haya estropeado por edad o enfermedad. Sin embargo, si no hay actividad intelectual el cerebro no tiene necesidad de crear los circuitos alternativos y el daño es permanente. En definitiva, la artista afirmaba, sin prueba alguna, que el Dr. Ochoa había tenido una relación adúltera con ella.

El uso del cálculo de probabilidades no despeja muchas dudas sobre este hipotético suceso. Sara Montiel era en aquella época una mujer muy atractiva. Él era un individuo relativamente joven, en buena forma física, rendido admirador de la belleza en sus diversas formas (biología, pintura, música, mercedes 500 corto descapotable blanco hasta los 90 años) que llevaba más de veinte años encerrado en laboratorios de medio mundo. Un día se presenta solo en una fiesta y se sienta junto a una mujer cuyo equivalente actual sería Scarlett Johanson. Es decir, no era una pálida modelo de pasarela a la que convidarías a una ración de morcilla por lástima. A partir de estos datos, cada uno puede calcular mentalmente las probabilidades del suceso.
El verdadero problema es la irrelevancia de que este suceso sea cierto o falso. Severo Ochoa no pasará a la historia por esa hipotética anécdota sino por una fantástica combinación de inteligencia, suerte, capacidad de trabajo y testarudez. Mi interés por este escándalo se debe a que es un signo de un preocupante problema de nuestra sociedad. A casi todos, un día de nuestra vida un médico nos dirá que nosotros mismos o alguien muy querido tiene una grave enfermedad de mal pronóstico pero que, afortunadamente, todavía queda un resquicio de esperanza. Esa esperanza depende en mayor medida de los más de sesenta años que pasó Don Severo encerrado en diversos laboratorios que de la presunta juerga neoyorquina. Sin embargo, estamos más dispuestos a pagar por ver a alguien bajándose los pantalones en la tele que a pagar a un coetáneo para que se pase su vida en el laboratorio.

Por fin, llego a mi muy admirado Jim Watson. Aparentemente, el Dr. Watson ha hecho unas confusas declaraciones de las que se podría deducir que cree tener evidencias de que los negros son menos inteligentes que los blancos. Por supuesto, que Watson no cree semejante estupidez y su mensaje es mucho más profundo e inquietante: la genética es la responsable de determinados fenómenos (por ejemplo, la esquizofrenia del propio hijo de Watson) y negar la evidencia científica no ayudará a solucionarlos. Pero raudos como el viento aparecen los nuevos sacerdotes de lo políticamente correcto buscando infieles que quemar. Además, por alguna razón que no entiendo, siempre terminan quemando a la persona equivocada por no poder entender la complejidad de su herejía.
Las teorías evolutivas están teniendo un impacto impresionante en, por supuesto, la biología moderna pero, sorprendentemente, también en la economía. La ciencia se ha visto obligada a explicar porqué individuos aparentemente idénticos tiene reacciones diferentes a los mismos estímulos. Por ejemplo, ¿Cómo se puede explicar que los estadounidenses de origen africano tengan tasas de fallo cardiaco y renal muy superiores a todas las demás razas?
La teoría desarrollada por Roland Fryer, economista de la Universidad de Harvard es realmente sorprendente. Aparentemente, una gran cantidad de esclavos morían deshidratados en las terribles travesías trasatlánticas de los barcos negreros. Los supervivientes eran personas con una bioquímica de la sal muy particular que, al mismo tiempo, les permitía sobrevivir con escasez de agua y tener tendencia a sufrir hipertensión.
Los negreros pronto descubrieron el truco y ya sólo compraban esclavos en origen con esta característica para optimizar la supervivencia en el viaje. De hecho, Fryer se inspiró en un grabado que representaba a un tratante de esclavos lamiendo a un esclavo potencial para ver si estaba saladito. Como consecuencia de esta selección perversa, los descendientes de aquel grupo de personas tienen, por término medio, una grave tendencia a problemas coronarios.

Pongo la foto del Dr. Fryer para que se vea que es negro. De este modo, los apóstoles de lo políticamente correcto no correrán a quemarle en la plaza pública de la televisión basura y el periodismo amarillo. Lo interesante de esta discusión es que sólo se le permite hacer este tipo de análisis a personas de raza negra. De otro modo, su medio de vida en primer lugar y su propia vida en segundo correrían grave peligro. Sin embargo, el análisis del Dr. Fryer puede ser más útil para las personas con este problema que todas las quemas de infieles de la nueva religión de la corrección política.

Finalizo con algunos ejemplos científicos de desigualdades entre seres humanos.

1. Los descendientes de europeos que sobrevivieron a las plagas urbanas de la edad media tienen una mayor resistencia a determinadas enfermedades.

2. La quimioterapia es tóxica y dolorosa para todo el mundo. Dependiendo de una mínima diferencia genética a algunas personas las cura en un tiempo reducido mientras a otras sólo les produce malestar.
Espero que se me entienda. Buscar diferencias para tratar mal a un grupo de personas es inmoral. Buscar diferencias para tratar de entender las cosas y mejorar el bienestar de un grupo de personas es un loable objetivo científico.

Mecanismos institucionales para resolver problemas sociales (A propósito de los Nobel de Economía de 2007)

CÁNDIDO PAÑEDA

Leonid Hurwicz recibe el Nobel a una avanzada edad (90 años) y lo hace con dos más jóvenes leones: Eric S. Maskin (57 años) y Roger B. Myerson (56 años). El Nobel de Economía de este año es, pues, el punto de encuentro de diferentes generaciones y de dos orígenes (el ruso Leonid y los estadounidenses Eric y Roger) y tres destinos (Minnesota, Princeton y Chicago, respectivamente). Todos ellos a la búsqueda y captura de mecanismos institucionales para la resolución de problemas sociales.


Algunos problemas sociales

En los últimos años ha habido una tendencia a la privatización de diversas actividades en diferentes países del mundo. Estos procesos pueden realizarse de diversas formas: por ejemplo, que el gobiernete se las pase a los amigotes o que se subasten. Supongamos que el país del que hablamos es un país civilizado que emplea el segundo método. En ese caso cabe la posibilidad de que el Gobierno se plantee la siguiente pregunta: ¿qué tipo de subasta debe emplear si pretende obtener el mayor precio posible por la venta de dichas empresas públicas? Es una pregunta muy relevante y de gran interés, pues hay mucho que ganar o perder en la jugada.

Otra pregunta relevante es, por ejemplo, la que se podía estar haciendo Salomón cuando se enfrentó al problema del niño que reclamaban dos madres. Sin duda, se preguntó ¿cómo me las arreglo para resolver este problema de forma justa? De nuevo, hay mucho que ganar o perder en esta jugada.

Finalmente, un historiador puede preguntarse cuáles son las razones que laten tras el mayor crecimiento de la productividad de la agricultura en Inglaterra, comparada con Francia, en el período 1600-1800. Una posible respuesta es que el hecho de que la toma de decisiones sobre cosas tales como el drenaje o el cercamiento de los campos abiertos («bienes públicos» en la jerga económica) requiriera unanimidad en Francia y no en Inglaterra, puede haber influido decisivamente en tal diferencial de productividad. Esto es, la jugada puede que le haya salido bien a Inglaterra y menos bien a Francia por una sencilla cuestión de método, de procedimiento, de mecanismos.


Los mecanismos (las instituciones) importan
En general, el problema al que nos enfrentamos en los tres casos que se acaban de exponer es el mismo: queremos lograr un resultado eficiente (vender al mejor precio, dar el niño a la madre real y aumentar la productividad de un sector) partiendo de un mundo en el que los agentes tienen estrategias (jugadas, pues) y en el que se juega con la falta de información de los que toman las decisiones. El caso del juicio de Salomón que ya he utilizado en otro artículo previo («Roberto Serrano, el juicio de Salomón y la teoría de la implementación», LA NUEVA ESPAÑA, 21 de junio de 2004, p. 75) puede servirnos para ilustrar este punto. Salomón debe hacer justicia sin contar con parte de la información existente. Así, cada una de las dos supuestas madres sabe si es la madre real, pero Salomón no cuenta con dicha información, que es vital para resolver el caso. Y no cuenta con dicha información porque a la madre falsa no le interesa revelar lo que sabe, ya que se quedaría sin el niño. Salomón tiene, pues, que inventarse un mecanismo, un procedimiento, un método, que le permita hacerse con dicha información y, efectivamente, lo logra: a través de la propuesta de partir al niño logra que se revele quién es la madre verdadera. Efectivamente, ésta se rebela contra dicha solución y renuncia a su hijo, con lo que sin darse cuenta anuncia (revela) quién es la madre real y, al final, no renuncia sino que se queda con el niño.

Para terminar de contextualizar la contribución de Hurwicz, Maskin y Myerson conviene señalar que en el terreno en el que se está planteando el juego (interacción estratégica y falta de información) el mecanismo de mercado y, en general, muchos tipos de mecanismos alternativos no funcionan adecuadamente. Tal como se señala en el resumen científico compilado por el Comité del Premio de la Real Academia Sueca de Ciencias y publicado en la web de la Fundación Nobel, «en una amplia clase de modelos, la clásica eficiencia en términos de Pareto es incompatible con la participación voluntaria, incluso si no hay bienes públicos». Esto es, no basta con el mercado puro y duro (por ejemplo, no basta con emplear el mecanismo de las subastas) sino que se precisa un determinado tipo de mercado (por ejemplo, un determinado tipo de subasta, ya que los distintos tipos de subasta pueden llevarnos a resultados diferentes, con lo que no es lo mismo utilizar uno que otro). En síntesis, hay que matizar: el mecanismo utilizado importa, y como el mecanismo es, como veremos inmediatamente, una institución, el mensaje central de los premiados de este año es que las instituciones importan.


Mecanismos, revelación e implementación

La conclusión que se acaba de señalar la obtienen los tres premiados tras haber recorrido un largo camino, que se inicia con la contribución seminal de Hurwicz (dos trabajos publicados, uno en 1960 y otro en 1972). En primer lugar, Hurwicz define el concepto de «mecanismo»: «un sistema de comunicación» en el que los participantes intercambian mensajes que en su conjunto determinan el resultado. En un «mecanismo» hay, pues, una entrada de información (a veces verdadera, en muchas ocasiones falsa; recuérdese lo que dice la madre falsa) que se procesa a través de determinadas reglas (de ahí que el mecanismo sea una institución) que nos lleva a un resultado. Pues bien, Hurwicz nos dice que en un contexto de estrategias dominantes (hagas lo que hagas tú, yo haré esto) y bajo determinadas condiciones adicionales, en una economía estándar de intercambio no hay mecanismos que nos lleven al óptimo de Pareto, lo que traducido significa que la falta de información (está disponible en forma privada, en las cabezas de los agentes, pero que no se dispone de ella de otra manera) impide el logro de la eficiencia. Este resultado es negativo y es una de las aportaciones típicas de los economistas que, efectivamente, muchas veces son útiles al señalar lo que no es posible (de ahí que abunden en la ciencia económica los teoremas de la imposibilidad). Y lo que no puede ser, no puede ser y, además, es imposible porque hay un problema de compatibilidad con los incentivos. Es este un concepto clave y una de las contribuciones fundamentales de Hurwicz, quien señala que un mecanismo es compatible con los incentivos si la estrategia dominante de cada agente es la de revelar correctamente la información privada de la que dispone. Volviendo al juicio de Salomón, el mecanismo de preguntarle directamente a las dos madres si lo son realmente no es compatible con los incentivos, concretamente, dicho mecanismo no es compatible con el incentivo de la madre falsa, que sólo se beneficiará si no revela la verdad.

Llegados a este punto uno puede decir «apaga y vámonos» (si tiene razón Hurwicz y, en el contexto que él plantea, no hay mecanismos que lleven a la eficiencia paretiana, no hay nada que hacer y todo es posible) o darse cuenta de que a los economistas se les paga por encontrar soluciones que sean eficientes en algún sentido (por ejemplo, en el sentido de eficiencia respecto a los incentivos que es distinto del sentido paretiano del concepto de eficiencia). En ese camino Myerson aporta en los ochenta una versión general de una pieza esencial, el denominado «principio de revelación»: cualquier resultado de equilibrio de un mecanismo arbitrario se puede replicar en clave de un mecanismo directo compatible con los incentivos. En clave del juicio de Salomón, ello nos sugiere que podemos diseñar un mecanismo que, siendo compatible con los incentivos, revele la información necesaria para determinar quién es la madre verdadera. Así, Salomón se inventa un mecanismo (el truco de partir el niño) que es compatible con el incentivo que tiene la madre verdadera para salvar al niño y, en definitiva, para revelar la verdad. El otro avance fundamental en esta línea de investigación se debe a Maskin, quien aporta a fines de los setenta las claves para resolver otro de los rompecabezas de esta historia: el denominado «problema de la implementación».
Termino ya con un matiz y la conclusión general. El matiz es que en el desarrollo de la «teoría del diseño de mecanismos», que ha llevado al Nobel de Economía del año 2007 a los tres economistas mencionados, hay una clara presencia de economistas españoles, tal como muestra la bibliografía que acompaña al resumen científico de la Fundación Nobel que ha servido para redactar estas líneas. Así, aparecen los profesores Luis Corchón, Xavier Freixas, Andreu Mas Colell, Rafael Repullo (realmente culminó la demostración matemática del trabajo de Maskin de 1977, que no era correcta) y Roberto Serrano (hay todavía más españoles de altísimo nivel en esta labor). La conclusión general es que el trabajo de los premiados este año es importante porque, por una parte, resalta, con el máximo rigor matemático, la importancia de las instituciones (los mecanismos) y, por otra, sirve para enfrentarse a problemas reales muy relevantes y, en bastantes casos, para resolverlos.

Cándido Pañeda es catedrático de Economía Aplicada de la Universidad de Oviedo.

miércoles, octubre 17, 2007

El papel del gobierno en mi camino al trabajo

Vivo prácticamente enfrente a la Facultad, de hecho enfrente al Colegio de los Jesuitas. La vía de FEVE obliga a dar grandes rodeos para acceder al Campus en coche desde mi casa. Por otra parte, el crecimiento urbanístico de Navatejera dificulta enormemente la circulación en automóvil en este vecindario. Salir a la Calle Mariano Andrés puede llevar unos minutos, los dos semáforos de la ronda algunos más, el paso a nivel un rato, etc. Como consecuencia, muchos vecinos del barrio (padres y niños de los colegios, estudiantes de la Universidad y algún trabajador) optan por caminar.
Los vecinos han creado por consenso, sin intervención gubernamental, una ruta muy racional y segura. Sale de la Calle de La Cepeda cerca de los estudios de Canal 4, pasa por una acera delante del Café Teatinos, cruza veinte metros del césped del Parque de la Asunción, inmediatamente la vía de FEVE (no lejos de un apeadero en construcción) y se incorpora a la nueva carretera que va al Colegio de los Jesuitas. El punto de cruce de la vía de FEVE es una ligera curva que permite ver casi medio kilómetro en ambos sentidos. Por otra parte, el tren se desplaza a una velocidad muy moderada entre dos apeaderos. Es decir, es un cruce con un peligro perfectamente asumible por una persona adulta en mediana forma física (hay un pequeño despeñadero hacia el lado de la carretera).

Los cientos de personas que hacen a diario este camino han generado un pequeño sendero de veinte metros en el parque. Como dije anteriormente, la ruta está hecha para que el paseo sea conveniente y para evitar zonas llenas de hierba o de barro. Estos cientos de personas se evitan de este modo un viaje en automóvil de quince minutos en una zona terriblemente congestionada.

El papel del gobierno ha sido dar licencias de construcción sin pensar en la movilidad de los vecinos. Los vecinos han generado una solución ecológica, sostenible, etc. Sin embargo, estos días los obreros que trabajan en el nuevo apeadero de FEVE están colocando una valla a ambos lados de la vía. Los operarios afirman que la valla llegará prácticamente hasta el puente de la ronda de circunvalación. Si esto es así, y parece que lo va a ser, la opción de caminar será mucho más difícil. Por un lado, se alarga innecesariamente el paseo ya que los vecinos habían elegido una ruta muy buena. Peor todavía, se alarga el recorrido por el césped. En días lluviosos esto implicaría mojarse y llenarse de barro.
Me resulta difícil de comprender que se dificulte la opción de ir caminando al trabajo o a la escuela. Además esta dificultad parece que es un capricho. Algunas razones que FEVE o el ayuntamiento pueden esgrimir son las siguientes:
Seguridad.
Resulta que los vecinos ya habían pensando individualmente en su seguridad. De hecho, el sendero marcado pasa por un lugar de gran visibilidad. Cruzar la vía supone ahorrar varios minutos, varias veces al día. El tiempo de una persona es realmente el recurso más escaso que existe. Os puedo asegurar que no es renovable y, en algunos casos, es muy valioso. Por tanto, ahorras un recurso valioso incurriendo en un peligro prácticamente nulo. Resultado, caminas cruzando la vía.

Legalidad.
Es verdad que no existe un camino “oficial”, ni un paso a nivel. Sin embargo, si tuviesen que hacer uno deberían hacerlo por donde la gente ha mostrado su interés en cruzar. La norma sólo se entiende como medio para mejorar la seguridad y la seguridad es inmejorable sin causar grandes trastornos a los usuarios. En otras palabras, la seguridad absoluta no existe y es muy cara. Por eso, los individuos aceptan determinados grados de inseguridad en su vida.

En resumen, el ayuntamiento y una empresa pública no han logrado ayudarnos en nuestra movilidad y , sin embargo, sí son capaces de poner trabas a nuestras propias soluciones.