miércoles, octubre 17, 2007

El papel del gobierno en mi camino al trabajo

Vivo prácticamente enfrente a la Facultad, de hecho enfrente al Colegio de los Jesuitas. La vía de FEVE obliga a dar grandes rodeos para acceder al Campus en coche desde mi casa. Por otra parte, el crecimiento urbanístico de Navatejera dificulta enormemente la circulación en automóvil en este vecindario. Salir a la Calle Mariano Andrés puede llevar unos minutos, los dos semáforos de la ronda algunos más, el paso a nivel un rato, etc. Como consecuencia, muchos vecinos del barrio (padres y niños de los colegios, estudiantes de la Universidad y algún trabajador) optan por caminar.
Los vecinos han creado por consenso, sin intervención gubernamental, una ruta muy racional y segura. Sale de la Calle de La Cepeda cerca de los estudios de Canal 4, pasa por una acera delante del Café Teatinos, cruza veinte metros del césped del Parque de la Asunción, inmediatamente la vía de FEVE (no lejos de un apeadero en construcción) y se incorpora a la nueva carretera que va al Colegio de los Jesuitas. El punto de cruce de la vía de FEVE es una ligera curva que permite ver casi medio kilómetro en ambos sentidos. Por otra parte, el tren se desplaza a una velocidad muy moderada entre dos apeaderos. Es decir, es un cruce con un peligro perfectamente asumible por una persona adulta en mediana forma física (hay un pequeño despeñadero hacia el lado de la carretera).

Los cientos de personas que hacen a diario este camino han generado un pequeño sendero de veinte metros en el parque. Como dije anteriormente, la ruta está hecha para que el paseo sea conveniente y para evitar zonas llenas de hierba o de barro. Estos cientos de personas se evitan de este modo un viaje en automóvil de quince minutos en una zona terriblemente congestionada.

El papel del gobierno ha sido dar licencias de construcción sin pensar en la movilidad de los vecinos. Los vecinos han generado una solución ecológica, sostenible, etc. Sin embargo, estos días los obreros que trabajan en el nuevo apeadero de FEVE están colocando una valla a ambos lados de la vía. Los operarios afirman que la valla llegará prácticamente hasta el puente de la ronda de circunvalación. Si esto es así, y parece que lo va a ser, la opción de caminar será mucho más difícil. Por un lado, se alarga innecesariamente el paseo ya que los vecinos habían elegido una ruta muy buena. Peor todavía, se alarga el recorrido por el césped. En días lluviosos esto implicaría mojarse y llenarse de barro.
Me resulta difícil de comprender que se dificulte la opción de ir caminando al trabajo o a la escuela. Además esta dificultad parece que es un capricho. Algunas razones que FEVE o el ayuntamiento pueden esgrimir son las siguientes:
Seguridad.
Resulta que los vecinos ya habían pensando individualmente en su seguridad. De hecho, el sendero marcado pasa por un lugar de gran visibilidad. Cruzar la vía supone ahorrar varios minutos, varias veces al día. El tiempo de una persona es realmente el recurso más escaso que existe. Os puedo asegurar que no es renovable y, en algunos casos, es muy valioso. Por tanto, ahorras un recurso valioso incurriendo en un peligro prácticamente nulo. Resultado, caminas cruzando la vía.

Legalidad.
Es verdad que no existe un camino “oficial”, ni un paso a nivel. Sin embargo, si tuviesen que hacer uno deberían hacerlo por donde la gente ha mostrado su interés en cruzar. La norma sólo se entiende como medio para mejorar la seguridad y la seguridad es inmejorable sin causar grandes trastornos a los usuarios. En otras palabras, la seguridad absoluta no existe y es muy cara. Por eso, los individuos aceptan determinados grados de inseguridad en su vida.

En resumen, el ayuntamiento y una empresa pública no han logrado ayudarnos en nuestra movilidad y , sin embargo, sí son capaces de poner trabas a nuestras propias soluciones.

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