miércoles, marzo 25, 2009

Una guía para ver 59 segundos.

En el plató de Prado del Rey estarán, además de Corbacho, el portavoz de Economía del PP, Cristóbal Montoro; el presidente de la CEOE, Gerardo Díaz Ferrán; el presidente de CEPYME, Jesús Bárcenas; y los secretarios generales de UGT, Cándido Méndez; y CCOO, Ignacio Fernández Toxo. Todos ellos serán los protagonistas de un espacio titulado Crisis. Soluciones. Los invitados debatirán sobre la grave situación del país, además de proponer posibles recetas para aplicar en la economía.


Nunca he visto este programa ya que rara vez enciendo la televisión. En general, la superficialidad de los programas "serios" me parece insultante. El nivel intelectual es igual al de los programas del corazón pero con el agravante de que hablan raro y entonces alguna persona puede pensar que saber y hablar raro son lo mismo.

Si alguna persona se le ocurre ver este programa en concreto le sugiero usar un truco de Krugman. El truco consiste en
imaginar un rotulo fluorescente e intermitente encima de la cabeza de los participantes que diga: no tengo la más remota idea sobre este tema.

miércoles, marzo 18, 2009

Bares sin humo

En mi experiencia, la ley que prohíbe fumar en los puestos de trabajo ha sido un éxito. La Facultad se ha convertido en un sitio un poco más civilizado. La visión de cientos de estudiantes y profesores fumando en un Hall de varios cientos de metros cuadrados era dantesca. Desde el corredor por el que se accede a mi despacho podía verse la columna de humo ascendente. Sin embargo, la ley no parece haber tenido ningún efecto en la hostelería. Los dueños de los locales grandes no la aplican y los de los pequeños la aplican permitiendo fumar.

La teoría económica diría que los dueños de los bares hacen aquello que les hace ganar más dinero. Es decir, permitir fumar. El único aspecto extraño es que potencialmente hay algunas personas que estarían dispuestas a ir a un lugar en que no se fume. Yo mismo, padres con niños pequeños, personas de cierta edad, etc. ¿No podría haber un lugar para ellos?

Desde hace tiempo llevo a mi hijo a clases de música cerca de la antigua Escuela de Comercio. Si el tiempo está bueno aprovecho para caminar por el centro y hacer algún recado. Si el tiempo no es tan bueno me tomo un café y aprovecho para leer algo.
Cerca del Cine Van Gogh (C/ San Claudio) hay un salón de té con obrador en que no se permite fumar. Está siempre entre casi lleno y completamente lleno. Una explicación es que es un local de treinta metros cuadrados con una barra de tres metros, dos mesas altas para dos personas y cuatro mesas bajas para dos o tres personas cada una. Por otra parte, el café normal está bueno, tienen variedades adicionales de café y té, siempre se puede acompañar con algo del obrador y regalan un churro o una rosquilla recién hechos. La otra explicación es que a la gente le gusta la idea de que no se fume en el local.
Justo enfrente hay un bar de casi cien metros cuadrados. En las últimas semanas se podía ver a uno o dos clientes fumando en la barra y al camarero mirando la televisión. Hace unos días ha cerrado. El camarero podía ver desde la barra el salón de té. ¿Se habrá preguntado alguna vez por la diferencia en el número de clientes? Un paseo por el mismo barrio te hará ver media docena de bares con su correspondiente camarero y cliente fumando. A cien metros de distancia está el Café Belle Epoque. De nuevo, buen café, algunas variedades exóticas pero sobre todo mucho mucho humo. Suele estar vacío.
Mi impresión es que ante tantos locales llenos de humo un local sin humo marca claramente una diferencia. Obviamente, los dueños de los bares no piensan lo mismo.

Para finalizar una corta lista de bares sin humo.

Casa Blas tiene las mejores patatas fritas del norte de España como tapa gratuita y no permite fumar. Sigue estando tan lleno como siempre.

La Bicha en el barrio húmedo. Si el carácter del dueño es un problema se puede probar con La Cantina de Luz (¿C/ Caño de Santa Ana?).

Para Café siempre están los lugares con degustación de bollería y pastelería. Destaca el salón de té mencionado y la cadena de pastelerías de Fuensanta.

El restaurante vegetariano L’Unión en Flores de Lemus cerca del pabellón de gobierno de la Universidad no permite fumar.

lunes, marzo 16, 2009

Un anuncio bonito

Normalmente prefiero una cervecita pero cuando estoy conduciendo en un viaje largo y tengo sed me tomo una Coca-Cola. Intento no tomar mucha porque es demasiado azucarada pero realmente me gusta. Este verano me voy a tomar unas cuantas gracias a este anuncio.








Supongo que podría hablar del uso de emociones básicas para incitar al consumo pero no lo voy a hacer. Voy a hablar de cosas bonitas.

La primera es que el protagonista me recuerda a mi abuelo que falleció en 1.998 a la edad de 94 años.

Me gusta cuando se quita la gorra al entrar en la habitación. Mi abuelo lo hacía con gran respeto. Ya no queda gente así.

Me gusta cuando dice: soy un suertudo por haber podido abrazar a mi mujer, por haber podido despedir a mis amigos, por seguir aquí.

A mi mujer le gusta cuando le dice a la niña: no te distraigas con tonterías que las hay. También le gustan los morritos de la niña.

En fin, un anuncio muy bonito con un mensaje esperanzador para tiempos turbulentos.







Un ejemplo de innovación

Esta entrada es más seria de lo que parece. Realmente, creo que la economía está llena de historias como esta que os pongo aquí.
Hace treinta años las chicas más guapas y populares se sentaban en el último asiento del autobús escolar para cantar esta canción:



Yo las miraba boquiabierto desde cierta distancia. Me hacía gracia el chasquido de los dedos.

Un detalle que no es obvio es que esta canción se escuchaba en la radio y nadie tenía ni idea de la pinta que tenía este hombre. Me quedé bastante sorprendido con su aspecto cuando ví este video en youtube. No obstante, el video que salió en youtube cuando tecleé el título de la canción fue éste:



Claramente, un ejemplo brillante de innovación. Esas fantásticas adaptaciones que la gente hace de las cosas para satisfacer necesidades diversas.



The man


Watch CBS Videos Online

domingo, marzo 15, 2009

Supermegakeynesianos

Este artículo no trata de enmendarle la plana a Samuelson o a Krugman. Lo que ellos dicen es parte de la caja de herramientas básicas de un economista y, en esencia, tiene poca discusión: el gasto público pagado por futuras generaciones nos puede ayudar a salir de una recesión.

El problema empieza realmente cuando le das esta herramienta a un político. En sus manos significa gastar dinero él y que lo paguen los votantes del gobernante que venga después. Los incentivos están claros y los incentivos siempre funcionan: más gasto público, más allá de lo que sería razonable.

Yo creo que el gasto público financiado con déficit es una medicina para tiempos de gran zozobra. Se usa porque no se ha descubierto otra medida pero no porque se esté completamente seguro de su eficacia. Por otra parte, es una medicina que se usa conociendo sus negativos efectos secundarios. El propio Krugman es perfectamente consciente de esto ya que su libro divulgativo de medidados de los años noventa contiene un capítulo titulado “Keynesianos vulgares”.

Hace unos días me enfrente a la agradable pero sorprendentemente difícil tarea de hacerles distinguir a mis alumnos entre salir de una recesión (creciendo) y crecer cuando la recesión nos haya abandonado. Todos (ellos y yo) estábamos de acuerdo en que para salir de una recesión el gasto público podría ser una herramienta. El desacuerdo surgió cuando mis alumnos se mostraron convencidos de que una vez superada la recesión se podría seguir creciendo a base de que el gobierno siga gastando.


Mis alumnos son supermegakeynesianos por la influencia de profesores que son simplemente keynesiano vulgares. El ruido mediático ayuda bastante a este estado de pensamiento. Si dentro de unos años siguen pensando con semejante nivel de superficialidad, para mí, pasarán al grupo de los "Keynesianos vulgares".

Intenté varias estrategias para marcar las diferencias entre salir de una recesión y crecer tras la recesión

  1. La primera es reconocer que en una recesión hay recursos sin usar (máquinas paradas y trabajadores desempleados) que pueden dejar de estarlo si el gobierno compra los productos que ellos pueden hacer. Cuando el gobierno compre productos, los dueños de las máquinas y los trabajadores comprarán otras cosas y la economía se pondrá en marcha.
  2. Cuando no haya recursos sin usar la lógica no es la misma. Las compras gubernamentales competirán por las máquinas y los empleados de la economía con otros demandantes (consumidores y empresas) y conducirán con alguna probabilidad a una subida del precio de máquinas y empleados. Es decir, nos hemos encontrado una vez más con la esencia de la Economía: la escasez de recursos con usos alternativos.
  3. En ese caso último caso, el crecimiento tendrá que venir por más empleados, empleados más productivos, más máquinas o máquinas más productivas. La distinción entre más recursos y recursos más productivos es tremendamente importante y, al final, es la razón por la que unos pocos privilegiados se encierran conmigo unos meses cada primavera para montar y desmontar pieza por pieza el modelo de Solow.

Algunas intuiciones

1. Un país pobre puede caer en una recesión en la que muchos de sus recursos estén sin usar. Algunas medidas básicas de macroeconomía pueden hacer que se usen los recursos de que disponen. Una de las herramientas puede ser el gasto público. No obstante, cuando la recesión pase seguirá siendo un país pobre y el gasto público no es el único ni el mejor camino. Si tuviésemos completamente claro como crecer después de una recesión sabríamos como evitar la pobreza extrema de algunos países. En esta cuestión sabemos mucho más de lo que la gente cree pero mucho menos de lo que nos gustaría. ¿Algún médico entre los lectores que haya dicho u oído eso alguna vez en su vida?

2. El problema se parece un poco a los futbolistas extranjeros en España. Los equipos contratan a un fenómeno que funciona bien durante un tiempo pero luego debido a la alimentación y a la agitada vida nocturna coge peso y apenas puede moverse por el campo. En ese momento, hay una solución obvia: poner al deportista a dieta junto a un programa de ejercicio físico y entrenamiento. Con un poco de suerte, el deportista volverá a un punto cercano a su nivel de juego original. Sin embargo, es difícil que supere el nivel original. Esa sería otra historia completamente diferente. De hecho, cualquiera de nosotros puede mejorar su nivel de juego con la alimentación adecuada, ejercicio y entrenamiento adecuados pero la creación de un fuera de serie no depende sólo de esto sino que sigue un mecanismo distinto.

3. El problema se parece un poco a la rueda de un coche. Si está deshinchada puedes probar a ponerle un poco de aire. Si está pinchada tendrás que arreglarla y ponerle un poco de aire. Pero si quieres una rueda de competición tendrás que comprar otra. No conseguirás una rueda de alta calidad por mucho aire que le pongas. Por otra parte, puede que el momento para comprar la rueda de competición sea cuando la que tienes esté pinchada.

Nota final.

Este artículo es ligeramente crítico con la extrema complacencia social con el gasto público. Sin embargo, los modelos más simples de crecimiento económico muestran la importancia de cierto gasto público en el crecimiento a largo plazo.

En principio, para salir de una recesión serviría cualquier tipo de gasto público (pintar el estadio de futbol). Se trata simplemente de poner a trabajar a desempleados y evitar que los camiones de obra sigan aparcados en las afueras de la ciudad. Cuando los camiones de obra empiecen a arrancar, los mecánicos empezarán a hacer sus revisiones rutinarias, etc. Sin embargo, hacer una carretera que estuviese limitando el crecimiento antes de la recesión podría ser más razonable que pintar el estadio. La carretera es un factor de producción que estaría ahí para usar cuando las cosas mejoren y es algo que difícilmente podría hacer la iniciativa privada por su cuenta.

miércoles, marzo 11, 2009

Productividad universitaria.

Estoy a punto de viajar a Madrid para asistir a un curso de mi admirado W. Greene. Os dejo una noticia publicada en El Confidencial Digital que describe un día normal de investigación y docencia en la universidad. No estoy seguro de que esta noticia sea relevante para salir de la recesión pero sí lo es para el crecimiento económico a largo plazo.
Por cierto, cuando vuelva, o antes si me puedo conectar a internet, tengo que escribir sobre mis alumnos supermegakeynesianos.

La vicedecana de Periodismo en la Complutense denuncia por agresión física a un veterano profesor tras negarse a abonarle 1.000 euros por comidas

El profesor José Augusto Ventín ha sido citado a declarar hoy en el juicio de faltas que juzga la denuncia por agresión presentada por la máxima responsable de asuntos económicos de la Faculta de Ciencias de la Información de la Universidad Complutense de Madrid. Se le negó el pago de 1.000 euros en facturas de comidas.

Según ha sabido El Confidencial Digital, los hechos tuvieron lugar a finales del pasado mes de noviembre. El día de autos, el profesor Ventín decidió enviar a su hija a entrevistarse con María del Carmen Pérez de Armiñán, vicedecana de Asunto Económicos de la Facultad de Periodismo, para solicitarle el abono de las comidas que Ventín había realizado en el comedor del centro en el último año. Las fuentes consultadas advierten que el importe total de esas facturas ascendía a unos 1.000 euros.

La responsable de las cuentas se negó y la hija de Ventín informó a su padre de la negativa oficial. Según testigos presenciales, el veterano docente de Empresa Informativa se presentó entonces en el bar de profesores donde se encontraba tomando café la sección de Asuntos Económicos. Allí, según se explica en la denuncia, se produjo la supuesta agresión a la vicedecana que asegura haber sido atacada tres veces. La acción fue acompañada de insultos e improperios, según los presentes.

La denunciante reaccionó encerrándose en su despacho y llamando a la policía. De hecho, el día 27 de noviembre, un par de agentes irrumpieron en el Consejo de Departamento para tomar declaración a Ventín. El acto administrativo quedó suspendido para que el profesor pudiera dar explicaciones a la policía.

A los pocos días, el rectorado emitió una orden acordando la suspensión de empleo y sueldo del profesor durante seis meses, a cumplir desde el pasado 1 de enero hasta el 30 de junio próximo. Ventín parece haber acatado la orden pero ha transmitido el mensaje de que al ser representante sindical de UGT, nadie puede disponer de su plaza.

Desde la Facultad de Periodismo confirman a ECD que, días después de estos hechos, el decano bajó al gabinete de radio, que dirigía Ventín, expulsó a los alumnos que se encontraban en su interior, cambió las cerraduras y dio por clausurado el recinto. De esta forma, y tras el triste fallecimiento este verano del profesor Ripoll, que dirigía el periódico del centro, la Facultad de comunicación se ha quedado sin diario y sin emisora.

José Augusto Ventín Pereira es profesor titular de Empresa informativa. Fue secretario del departamento del departamento Periodismo IV durante un largo periodo de tiempo y cumplió, el pasado día 22 de febrero, 64 años. Sigue siendo profesor titular a pesar de que, según los datos oficiales, pudo acceder a tres cátedras en dos años. No lo logró.

Tiempo atrás, disponía del denominado Instituto de Radio que financiaba el propio rectorado. Sin embargo, en las últimas elecciones a rector, Ventín se posicionó a favor de un rival de Carlos Berzosa: el catedrático de Relaciones Internacionales y decano de Políticas y Sociología, Francisco Aldecoa. De hecho, se da por cierto que fue Ventín el impulsor de una fiesta para alumnos de apoyo a Aldecoa con calimocho y música gratis.

Pocos días después de salir elegido rector, Berzosa decidió disolver el Instituto que pasó a convertirse en gabinete y a sustentarse con las aportaciones de los propios alumnos. Como decimos, Radio Complutense ha dejado de emitir.
ECD se ha puesto en contacto con un portavoz oficial de la Universidad Complutense que ha confirmado la existencia de la denuncia tras el enfrentamiento entre Ventín y Pérez de Armiñán. Sobre la sanción impuesta al profesor, ha preferido no hacer valoraciones pues se trata –ha explicado- de “un asunto de carácter interno” de la Complutense.

domingo, marzo 08, 2009

Rocket Science

Hace muchos años tuve que cursar una asignatura sobre ordenadores cuánticos y construcción de motores de plasma para cohetes. El profesor desgranaba los conceptos con cierta desgana, consciente de que nunca lograríamos entender su genialidad ni la utilidad de la materia que explicaba. Algunos alumnos decían que su genialidad le impedía explicarse con claridad, seguir algún orden o dignarse a hacer un comentario sobre lo que tocaba explicar aquel día y su relación con el objetivo del curso. Todo el mundo sabía que tocaba aguantar aquel martirio durante unos meses para ver si en el examen se podía escribir algo que él considerase digno de ser puntuado positivamente.

En aquellos días solía visitar una desvencijada biblioteca en un histórico edificio. Por casualidad, mis ojos fueron a parar al lomo de un libro con el mismo título de la asignatura. Saqué el libro prestado y me puse a leerlo en un banco del parque. Era una traducción de un libro americano de finales de los años sesenta y lo leí en poco más de dos horas. Resulta que, básicamente, el tema que explicaba el profesor no contenía más allá de media docena de ideas todas ellas al alcance de cualquier persona. En aquel rato en el parque comprendí que no se trataba de física cuántica ni de construcción de cohetes sino de una cuestión mundana pero interesante y relevante. El aparato matemático era un tanto engorroso pero no tenía mayores dificultades una vez que se entendían las ideas que trataba de expresar de una forma general y rigurosa. La historia acabó bastante bien para mí (Notable y una comprensión profunda del tema para el resto de mis días), regular para mis compañeros más estudiosos (Sobresaliente y alergia para el resto de sus días) y muy mal para la mayoría (Suspenso y alergia para el resto de su vida).

Obviamente, no voy a decir el nombre real de la asignatura porque el profesor todavía es joven y sigue mirándome con el desprecio que le inspiramos los pobres mortales. Pero la experiencia está ahí y se ha repetido más veces a lo largo de mi vida.

Acaba de ocurrir otra vez. Estamos en una crisis muy profunda y si miras hacía los políticos, los medios de comunicación y a algunos profesores es difícil entender nada. Sin embargo, Javi Valbuena ha cumplido el papel de mis ojos curiosos en aquella biblioteca. Me ha dirigido hacia un libro gratuito en que un grupo de grandes economistas españoles dicen cosas muy sensatas y, sorprendentemente (no para mí), más fáciles de entender que las menos sensatas que se oyen en otros ámbitos.

jueves, marzo 05, 2009

Michele Boldrin

Leído de nuevo en El País.

Gracias Javi.

Michele Boldrin es un magnífico economista teórico. Usa las matemáticas con maestría y tiene un dominio profundo de la teoría económica. Juanjo Dolado dijo, cuando lo presentó en el Simposio de Análisis Económico en Sevilla, que era la persona que más prejuicios le había roto en su vida.
En otras palabras, si estás convencido de que entiendes algún fenómeno económico escucha a Michele y vuelve a pensarlo.
Michele es Italiano aunque ha hecho gran parte de su carrera académica en USA. El intento aparentemente fracasado de trabajar en España dice mucho sobre nuestra habilidad para competir en la economía del conocimiento.

TRIBUNA: MICHELE BOLDRIN

La crisis mundial y nuestra crisis
La economía española necesita una reestructuración. El Gobierno debe adoptar medidas para convertirla en atractiva para las empresas innovadoras: educación, I+D+i, flexibilidad laboral y reactivación del flujo crediticio

MICHELE BOLDRIN 04/03/2009

Mientras se agudiza la crisis, la España que debería impulsar el cambio mira hacia otro lado, justificándose en que las causas de la crisis son externas y pensando que poco se puede hacer desde dentro. Se equivocan una vez más -como ya se equivocaron durante casi dos años con lo de la "desaceleración"- y la situación es lo suficientemente grave como para empezar a preocuparnos.
No cabe duda de que la crisis financiera originada al otro lado del Atlántico ha adelantado en algo nuestra crisis, pero su impacto no va más allá de esto: adelantar una crisis que hubiera llegado de cualquier manera. Ésta es también nuestra recesión. La cuestión, por tanto, no es qué se puede hacer para suavizar los efectos de la tormenta externa, sino qué se debe hacer para gestionar la reestructuración de la economía española desde dentro, cómo se pueden crear las condiciones para generar otro largo periodo de crecimiento económico.
Nadie sabe con certeza cuáles serán los nuevos sectores dinámicos de la economía española. Por este motivo, no es una buena idea conceder subsidios gubernamentales para éste o aquel sector por su supuesta "relevancia estratégica". La relevancia estratégica la determinan las fuerzas que rigen los mercados mundiales y los expertos la descubren siempre con posterioridad. Además, no hay duda de que constructoras y promotoras no son sectores estratégicos y tampoco lo serán durante bastante tiempo. Dejemos, por tanto, que quiebren las promotoras fallidas sin desperdiciar recursos públicos en ésta u otra empresa. Entonces, ¿los trabajadores perderán sus empleos y los bancos sus préstamos? La respuesta es afirmativa. Pero existen formas mejores de afrontar estos problemas que ofrecer subsidios a las compañías fallidas. ¿Por qué el Gobierno ha de reparar las pérdidas surgidas por una mala inversión empresarial? Cuanto antes quiebren las promotoras fallidas tanto antes volverá a hacerse líquido el mercado de las casas.
Pero los problemas verdaderos ya no están en el sector de la construcción residencial, que seguirá despidiendo trabajadores varios meses más, sino dónde podrán encontrar un empleo estable y productivo estos trabajadores excedentarios. El crecimiento industrial de China, India, Brasil, y otras economías emergentes -además de haber sido, junto a la política monetaria demasiado expansiva, la causa fundamental de la crisis- continuará siendo el fenómeno dominante en la escena económica mundial en las próximas décadas. Si este es el caso, nos enfrentamos con el problema siguiente: dado que esos países pueden producir muchos bienes con unos costes menores que nosotros, y lo harán en cuanto se les presente la oportunidad, tenemos que aprender a producir los bienes que estos países todavía no saben producir.
Es decir, ¿cómo convertimos a España en un país atractivo para empresas innovadoras, de nueva tecnología y, por ende, con alta movilidad internacional? Estas empresas buscan países donde el trabajo sea de alta calidad, los servicios eficientes, la carga fiscal sobre la renta de sus trabajadores moderada. No hay otras soluciones que más y mejor educación de la fuerza laboral, mayor nivel de I+D+i y mucha más flexibilidad en el mercado laboral, que incentiven la inversión y faciliten el cambio tecnológico que nuestro tejido productivo necesita.
En concreto, más allá de triplicar el gasto en I+D+i, estos objetivos requieren ir con verdadera determinación hacia: a) una drástica e inmediata reforma para que las universidades compitan y se recompense y reconozca a las mejores; b) una reducción del tipo marginal del impuesto sobre la renta para los empleos de alta productividad; c) una rebaja sustancial en la tributación de las ganancias de capital que provengan de nuevas inversiones productivas, y d) la reanudación del proceso de liberalización, largo tiempo parado, desde la comunicación hasta los servicios profesionales, la distribución, la energía y los transportes. Desde hace más de 10 años se habla de estas reformas sin que ningún Gobierno se haya atrevido a empujarlas de forma definitiva, todos aparentemente satisfechos de que "todo iba bien". Pero el actual Gobierno, por poco que le guste, ya no tiene alternativas: o bien pone en marcha drásticas reformas, o bien le espera el fracaso.
Ahora bien, estas medidas, por absolutamente urgentes y necesarias que sean, no son suficientes, ya que no resuelven tres problemas fundamentales a los cuales nos tenemos que enfrentar en el más inmediato presente: 1.- ¿qué hacer para que el crédito vuelva a llegar a la inversión?; 2.- ¿qué hacer con las empresas que quiebran?, y 3.- ¿cómo facilitar la contratación de desempleados por parte de las nuevas empresas?
Para empezar, es necesario reactivar el flujo crediticio. Un mayor protagonismo del ICO y de otras entidades públicas es útil, pero no es, en absoluto, suficiente. Hace falta que se "desahogue" y vuelva a funcionar el sector financiero, componente importante que parece estar en paro voluntario. ¿Es posible, entonces, facilitar rápidamente la entrada de otras instituciones financieras en el mercado nacional? Yo creo que sí, siempre y cuando el Gobierno y el Banco de España quieran hacerlo.
No todos los bancos del mundo están parados, y varios van buscando oportunidades para invertir. Además, ante la probable reestructuración del sistema financiero español, y para evitar una excesiva concentración, hace falta que más bancos entren en el mercado nacional, aunque sea a costa de comprar bancos y cajas españoles que se encuentren en situación de debilidad estructural. Por esta razón, es bueno acabar con los subsidios, implícitos o explícitos, para los bancos y cajas con problemas, que, es evidente, no son todos.
La política apropiada no es regañar a los bancos porque no hacen lo que el Gobierno desea. Es bueno que los bancos piensen en sus negocios, en tener beneficios, mientras que el Gobierno y el Banco de España se dedican a favorecer la máxima elasticidad de oferta en el sector financiero y la seguridad de los depositantes. A cada uno su trabajo, y que nunca se acabe la paciencia de nadie.
Asimismo, las empresas que quiebran despedirán a los trabajadores y éstos tendrán que buscar un nuevo empleo. Esto implica que, al mismo tiempo que se facilite el ajuste laboral, el dinero público debe gastarse en ofrecer a estos trabajadores una ampliación de su seguro de desempleo, una buena política de formación y fuertes incentivos para que encuentren un nuevo trabajo cuanto antes. La investigación sobre este tema no es sólo muy extensa, sino que también es clara y efectiva: todo lo que nuestros políticos tienen que hacer es consultar con algunos de los expertos mundiales que tienen la ventaja de ser españoles o hispano parlantes.
En cualquier caso, se debería introducir un programa que permita fuertes reducciones de la carga fiscal sobre el salario para aquellos trabajadores despedidos que encuentren un nuevo empleo. O, alternativamente, introducir la posibilidad de convertir las prestaciones por desempleo en bonificaciones para el empleo para aquellos que encuentren trabajo antes de que las prestaciones se acaben.
Puesto en forma de eslogan, el objetivo de las políticas económicas debe ser la fluidez y no la rigidez, el cambio y no la conservación, el apoyo a los que corren riesgos y no la protección a los que se equivocaron. Para hacer nuevas tortillas, hay que romper unos cuantos huevos.
Éste -pero en conjunto y no en pequeñas y tímidas piezas- es el paquete económico que el Gobierno de España puede -y debe- introducir ya. El hecho de que, dos años después del inicio de nuestra crisis, no se haya tomado todavía ningún tipo de medida drástica como las apuntadas aquí es un grave error de política económica.
¿Alcanzará el déficit público niveles del 7-8% del PIB, o más, durante un par de años como consecuencia de estas medidas? Seguramente sí. ¿Pero para qué tener una ratio inferior al 40%, de deuda pública respecto al PIB, si no es para permitir que se suba hasta el 60% en circunstancias como las actuales? Ésta es una cuestión seria. ¿Qué sentido tiene, estimado señor Solbes, ahorrar tanto en los tiempos de bonanza si no es para gastarlo en los tiempos de adversidad? Estas medidas se deberían haber tomado hace dos años pero no se hizo. Aunque nunca es demasiado tarde o, al menos, eso es lo que esperamos todos.

La expansión de las cajas disparó su riesgo asumido

Leído en El País

Gracias Abel.

Las entidades con presencia política en los órganos, en peor situación
MIQUEL ALBEROLA - Valencia - 02/03/2009

La desregulación de 1988 quitó las barreras de expansión de las cajas de ahorros, hasta ese momento ceñidas a su ámbito natural. Desde entonces se observa un incremento intenso del crédito a familias y a empresas.
La desregulación de 1988 quitó las barreras de expansión de las cajas de ahorros, hasta ese momento ceñidas a su ámbito natural. Desde entonces se observa un incremento intenso del crédito a familias y a empresas. Ese proceso ha comportado, por una parte más productividad para las cajas, pero también una exposición mayor a la morosidad, agravada en una situación de crisis como la actual. Es una de las conclusiones del estudio Liberalization, Corporate Governance, and Savings Banks (Liberalización, Gobierno Corporativo y Cajas de Ahorros), realizado por el profesor de Contabilidad Financiera y Análisis Contable de la Universidad Jaume I, Manuel Illueca, junto a Lars Norden y Gregory F. Udell, de las universidades de Mannheim (Alemania) e Indiana (Estados Unidos).
Illueca pone el énfasis en la estructura de gobierno de las cajas, que es "distinta" y "más débil" que la de los bancos comerciales al tener menos mecanismos de control corporativo, por lo que consideraba interesante estudiar cómo interactúa la desregulación con mecanismos de control débiles. Los autores han concentrado el estudio en las empresas que obtenían créditos fuera de los ámbitos naturales de las cajas y han concluido que la expansión comportó un incremento del riesgo asumido, como ahora, en una situación complicada, demuestran los índices de morosidad, que en la media superan en un 1,5% a los bancos. Pero Illueca advierte de que ello en realidad supone alrededor de un 35% más que los bancos comerciales.
En su expansión, las cajas han prestado a empresas con mayor probabilidad de insolvencia. Conocen menos las zonas en las que se implantan y consiguen prestatarios de menor calidad. El estudio analiza el "riesgo ex ante" (antes de que se produzca la suspensión de pagos) y los resultados son peores que los indicadores financieros de las empresas a las que los bancos de la zona están prestando. Pero también son peores que los indicadores financieros de las empresas a los que las cajas están prestando en su ámbito de actuación.
Según documenta la literatura bancaria, explica Illueca, la presencia pública en la banca siempre se traduce en rendimientos inferiores a los bancos privados y es propia de países con sistemas financieros menos desarrollados. Asimismo, subraya, diversos estudios confirman que la influencia política se extiende a la concesión de créditos. El estudio de Illueca no aborda este asunto, pero constata la debilidad de los órganos de gobierno de las cajas caracterizado por la presencia de representantes políticos. Las comunidades autónomas se atribuyeron la posibilidad de nombrar representantes en las cajas y consejeros, a costa de las corporaciones locales. Cuando hay presencia de políticos nombrados por los gobiernos autónomos, constata Illueca, la expansión del crédito de las entidades, aun siguiendo criterios razonables, es más intensa que las de las otras cajas.
La desregulación, expone Illueca, no previno cambios en los órganos de gobierno corporativo, es decir, mayores contrapoderes que evitaran una mayor asunción de riesgos, lo que ha llevado a "resultados inesperados". El profesor ve en las fusiones un método para disciplinar a los consejos de las cajas, dada la poca predisposición de los órganos de las cajas a renovarse cuando hay malos resultados. Considera que deben acabar las restricciones que constriñen las fusiones a la propia comunidad autónoma y que el proceso debe acompañarse de una despolitización de las cajas. "La despolitización va a plantear muchos problemas, pero estamos ante una crisis que lo exige", explica. Desde su punto de vista, sería necesario que el propio mercado pudiera disciplinar a las entidades comprándolas. "Es el mecanismo de la OPA. Si la empresa está mal gestionada, el precio de las acciones cae y un grupo de presión compra y el consejo anterior se va a la calle", ilustra. Con todo, considera que este sería el último paso, tras las fusiones.
El estudio aborda el período entre 1996 y 2004, que coincide con la época de expansión económica, y en la base de datos analiza 117.000 cuentas anuales de todas las cajas de España. El trabajo, que está sometido a críticas de especialistas desde su inicio en congresos internacionales y que será publicado en una revista americana, constata que la influencia política en las entidades llega a ser determinante.
Efectos de la desregulación
- Pros y contras. Algunas cajas crecieron significativamente y se beneficiaron de las economías de escala derivadas de su mayor tamaño. Sin embargo, ello comportó un incremento del riesgo de crédito de las cajas de ahorros.
- Mecanismos débiles. La evidencia empírica disponible, según Illueca, indica que ante una caída en la rentabilidad, los consejeros de las cajas de ahorros tienen más probabilidad de continuar en el Consejo de Administración que los consejeros de los bancos comerciales. Sólo la fusión puede disciplinarlos.

lunes, marzo 02, 2009

Lujo político, demagogia y economía básica

Hace unos años el presidente Zapatero decidió irse de rebajas a Londres en el Airbus 310 del ejército del aire que suele estar a su disposición y a la del Rey. La oposición y los pocos medios de comunicación no afines criticaron duramente la medida.
Es difícil hacer las cuentas, pero es posible que en ese caso la razón esté del lado del presidente. Es cierto, que él puede comprar un billete de Ryanair por 50 euros, ir en autobús a Valladolid, en autobús a Standsten, etc. Sin embargo, hay cuestiones de seguridad que no se pueden obviar. Desde un punto de vista económico la pregunta sería ¿Cuánto cuesta garantizar un nivel de seguridad parecido al que disfruta viajando en el avión presidencial? Doy por hecho que ese es el nivel de seguridad adecuado. Otra pregunta relevante es: ¿Cuánto cuesta la ausencia del presidente del gobierno mientras hace cola en el aeropuerto?
Hace unos minutos he visto alarmado cómo, aparentemente, el presidente electo de la Comunidad Autónoma de Galicia había prometido vender el Audi del presidente saliente (400.000 euros). Cuando leí la noticia me quedé un poco más tranquilo ya que, inteligentemente, el presidente electo ha dicho que si hubiese un comprador el podría desplazarse en un Citroen. Pero, enseguida me dí cuenta de que me había equivocado en el análisis.

Voy a intentar ser razonable y ejercer de economista.
Si las condiciones de seguridad requieren un Audi de 400.000 euros, quizás ese es el coche que se debe comprar. Debería haber un consenso y no hacer bromas ni demagogias con estas cosas.
Si ese coche no es necesario es difícil vender ese coche. ¿Quién lo va a comprar? El que lo compre puede querer aplicarle un descuento. O quizás se pueda vender más caro como recuerdo de una interesante época de la historia de España.

Esta es la pregunta para mis alumnos:
Si la seguridad no es un problema y un Citroen cuesta 20.000 euros ¿Cuál e la cantidad mínima que la Xunta puede aceptar por el Audi de 400.000 euros del presidente saliente?
¿Cómo cambiaría tu respuesta si el mantenimiento del Citroen fuese de 5000 euros anuales y el del Audi de 25.000?