martes, abril 21, 2009

Cruzando fronteras

Este es el enigmático título que Miguel Cervantes y yo hemos dado a un ciclo de conferencias que hemos empezado a organizar en León.La idea es bastante simple. Cuando estoy explicando un modelo de teoría económica tengo la impresión de que una parte de mis alumnos piensan que es:

a. Un modo de pasar el tiempo o de ejercitar la mente.
b. Un obstáculo sobre el que hay que pasar.
Por tanto, me esfuerzo en indicar que:
a. Mucha gente usa con gran ventaja el modelo en el mundo real y nosotros podemos empezar a usarlo en este mismo momento para entender mejor el mundo.
b. El conocimiento que existe sobre los problemas está asociado a estos modelos. No hay una vía alternativa de conocimiento, no existen las revelaciones en medio de la vorágine del trabajo práctico.

Tras enfrentarme a este problema repetidamente me di cuenta de que sería interesante traer a la Facultad a las personas que usaban esos modelos fuera del mundo académico. Obviamente, algunas de estas personas son simplemente Licenciados que optan a trabajos no académicos. Sin embargo, pensé que esa experiencia siendo importante, no era suficientemente llamativa. Por tanto, razoné que la persona que debía traer a hablar con mis alumnos sería alguien que había alcanzado un cierto nivel de desarrollo en el mundo académico y que luego había aplicado esos conocimientos fuera de él. Debía tratarse de un profesor de universidad que hubiese llevado a cabo una labor política, empresarial o institucional en la que hubiese usado conocimientos académicos económicos. La lista de candidatos es larga. Otra cosa distinta es lograr su presencia en León para participar en un coloquio con los alumnos. Sin embargo, cuando esta idea ya estaba en marcha me di cuenta de que había otra posibilidad. De hecho, se trata del caso contrario: una persona que haya tenido una actividad profesional que le haya motivado a hacer un estudio académico de los problemas que encontró en ella.
Me he encontrado con este segundo caso repetidamente en el Reino Unido y en Estados Unidos en el ámbito del Desarrollo Económico. Una persona joven, dinámica y brillante decide dedicar sus esfuerzos a proyectos de desarrollo económico. Las circunstancias le desbordan, las preguntas surgen y trata de saciar esa desazón inscribiéndose de nuevo en un programa académico.
Supongo que existen muchos ejemplos como estos en España pero yo no tuve que buscar muy lejos. Mi profesor Joaquín Lorences vivió una intensa experiencia de este estilo en su juventud. Su primer empleo fue como economista de los emergentes sindicatos de la transición económica. Las experiencias y las dudas que le surgieron en aquella experiencia laboral provocaron muchas de las preguntas que habrían de guiar su investigación en su siguiente reencarnación como profesor de Teoría Económica.
Joaquín ha compartido a lo largo de los años algunas de estas reflexiones con sus alumnos y con sus compañeros. Por tanto, le pedí que inaugurase este ciclo hablando de su experiencia.
Joaquín hizo un magnífico trabajo en la conferencia. Aunque no rehuyó completamente los aspectos biográficos de la charla, se centro en gran medida en tres cosas:
1. La peculiar situación económica y política de finales de los años 70. Una situación económica difícil si existiesen unas instituciones fuertes pero imposible con unas instituciones en proceso de definición. Los pactos de la Moncloa pusieron algún tipo de orden en esta caótica situación.
2. El resurgimiento de los sindicatos “de clase”. Las peculiaridades de la legislación española y las consecuencias que tienen para el mercado laboral incluso de nuestros días.
3. Los hechos estilizados de las consecuencias económicas de las leyes laborales, de la estructura de negociación salarial en el mercado de trabajo en particular y en la economía en general.

No tengo palabras para agradecer a Joaquín el esfuerzo que hizo. En el futuro, seguiré pensando como llevar a buen puerto esta idea.

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