José Luis Rodríguez Zapatero a José Montilla en la inauguración de la nueva Terminal 1 del aeropuerto del Prat de Barcelona.
La frase no tendría mayor importancia si no fuese porque un poco más tarde escuché en la radio que le había hecho la misma promesa a los andaluces. Conociendo al presidente no dudo que se la haga sucesivamente a todos los presidentes de Comunidad Autónoma con los que se encuentre.
El presidente tiene una extraña manera de dirigirse al público que impide el análisis riguroso de los temas. Resulta que cualquier palabra que sale de su boca toma significados sorprendentes y variables. Por ejemplo, hace años la palabra "talante" era un sustantivo que debía ser acompañado por un adjetivo. Es decir, podías tener buen o mal talante. En los últimos años ha pasado a definir una actitud que consiste en aislar al mínimamente discrepante sembrando dudas sobre sus intenciones o su pasado sin entrar nunca en el fondo de su discrepancia mientras se le mira con sonrisa burlona ante su impotencia para encontrar un cauce que le permita aclarar su posición. En los últimos años, yo he sufrido el talante en mis propias carnes cada vez que he tratado de analizar una situación usando rudimentos de teoría económica o de análisis empírico.
Algunas curiosidades:
- Son posiciones que mantienen personas del entorno monclovita con formación económica. Otra cosa distinta es que los medios de comunicación sirven de palmeros de personas cuya ignorancia económica daría para varios libros. De hecho, pocas veces había sido tan fácil buscar ejemplos prácticos para las clases basados en las salvajadas que se leen y oyen.
- Un amigo con carné del PSOE ha tenido que escuchar una y mil veces que estas posiciones, que él comparte con matices, son fruto de su frustración por no haber sido nombrado Secretario de Estado. Es una afirmación que no se sostiene ya que sus ingresos son cinco o seis veces el sueldo de Secretario de Estados y a su edad no podría volver a ese nivel tras el paréntesis político.
Volviendo al tema de la media tengo que decir que llueve sobre mojado. Ronald Reagan tuvo una agria polémica con su Economista Jefe porque éste le dijo que aproximadamente la mitad de los americanos tenían una inteligencia por debajo de la media. Reagan nunca creyó que eso fuese posible y le conminó a buscar una solución para tal oprobio. Lamentablemente no la hay y yo me veo en la obligación de aclarar el concepto antes de que el modesto pero muy útil concepto de media tome el camino del concepto de talante.
Es muy fácil. Piensa en dos números distintos (impares y pequeños y para empezar). Súmalos y divídelos entre dos y tendrás la media. Uno de los números estará por debajo de la media y el otro estará por encima. Si no estás convencido elige otros dos números e inténtalo de nuevo.
Ahora, resta la media del número más alto y resta el número más bajo de la media. Espero que hayas obtenido el mismo número. Pues ahí tenemos otro resultado difícil de cambiar: la distancia por encima de la media de uno tiene que coincidir con la distancia por debajo de la media de otro. Este es un resultado muy interesante para analizar las consecuencias de la promesa a Catalanes y Andaluces.