jueves, junio 18, 2009

La media zapaterina

"Ahora, president, toca la financiación. Este nuevo modelo colmará las necesidades de Cataluña y será por primera vez una financiación per cápita por encima de la media del conjunto del Estado"

José Luis Rodríguez Zapatero a José Montilla en la inauguración de la nueva Terminal 1 del aeropuerto del Prat de Barcelona.

La frase no tendría mayor importancia si no fuese porque un poco más tarde escuché en la radio que le había hecho la misma promesa a los andaluces. Conociendo al presidente no dudo que se la haga sucesivamente a todos los presidentes de Comunidad Autónoma con los que se encuentre.

El presidente tiene una extraña manera de dirigirse al público que impide el análisis riguroso de los temas. Resulta que cualquier palabra que sale de su boca toma significados sorprendentes y variables. Por ejemplo, hace años la palabra "talante" era un sustantivo que debía ser acompañado por un adjetivo. Es decir, podías tener buen o mal talante. En los últimos años ha pasado a definir una actitud que consiste en aislar al mínimamente discrepante sembrando dudas sobre sus intenciones o su pasado sin entrar nunca en el fondo de su discrepancia mientras se le mira con sonrisa burlona ante su impotencia para encontrar un cauce que le permita aclarar su posición. En los últimos años, yo he sufrido el talante en mis propias carnes cada vez que he tratado de analizar una situación usando rudimentos de teoría económica o de análisis empírico.

Algunas curiosidades:


- Son posiciones que mantienen personas del entorno monclovita con formación económica. Otra cosa distinta es que los medios de comunicación sirven de palmeros de personas cuya ignorancia económica daría para varios libros. De hecho, pocas veces había sido tan fácil buscar ejemplos prácticos para las clases basados en las salvajadas que se leen y oyen.

- Un amigo con carné del PSOE ha tenido que escuchar una y mil veces que estas posiciones, que él comparte con matices, son fruto de su frustración por no haber sido nombrado Secretario de Estado. Es una afirmación que no se sostiene ya que sus ingresos son cinco o seis veces el sueldo de Secretario de Estados y a su edad no podría volver a ese nivel tras el paréntesis político.

Volviendo al tema de la media tengo que decir que llueve sobre mojado. Ronald Reagan tuvo una agria polémica con su Economista Jefe porque éste le dijo que aproximadamente la mitad de los americanos tenían una inteligencia por debajo de la media. Reagan nunca creyó que eso fuese posible y le conminó a buscar una solución para tal oprobio. Lamentablemente no la hay y yo me veo en la obligación de aclarar el concepto antes de que el modesto pero muy útil concepto de media tome el camino del concepto de talante.

Es muy fácil. Piensa en dos números distintos (impares y pequeños y para empezar). Súmalos y divídelos entre dos y tendrás la media. Uno de los números estará por debajo de la media y el otro estará por encima. Si no estás convencido elige otros dos números e inténtalo de nuevo.
Ahora, resta la media del número más alto y resta el número más bajo de la media. Espero que hayas obtenido el mismo número. Pues ahí tenemos otro resultado difícil de cambiar: la distancia por encima de la media de uno tiene que coincidir con la distancia por debajo de la media de otro. Este es un resultado muy interesante para analizar las consecuencias de la promesa a Catalanes y Andaluces.

jueves, junio 04, 2009

La superficialidad de un político


La foto ilustra perfectamente la profundidad de la entrevista íntima a Zapatero que publica El Magazine. No obstante, como economista mi parte favorita no es la bochornosa foto sino uno de los muchos comentarios demagógicos que contiene la entrevista.


Usted sabe de decisiones y de reacciones adecuadas e inadecuadas…


Si he sacado alguna conclusión, es que a la gente a la que me gusta acercarme más es a la más sencilla. La gente humilde es la que más da, el que menos tienes es el que más da, y el que más tiene es el que menos da.


¿Por qué cree que es así?

Nos cuesta pensar en los demás. Cuando uno tiene mucho no se acuerda de que otros muchos tienen poco; o no se quiere acordar, que es más cómodo. Y esa experiencia la he tenido sobre todo siendo presidente del Gobierno, cuando inevitablemente comparo la actitud de toda la gente poderosa con la que me toca reunirme con la de aquel señor que un día, tras conseguir superar la seguridad, se me acercó y me dijo: “Mire, yo cobro el salario mínimo interprofesional y me lo ha subido usted 24 euros, quería darle las gracias”. Vivir debería ser una cura de humildad.




Zapatero entra de lleno en uno de sus temas favoritos: el salario mínimo.

Yo puedo pensar que la aspirina es buena para una cosa y un oponente político pensar que es mala. A continuación, podemos irnos de mítines por España y hablar de casos particulares que avalen nuestras respectivas posiciones. Sin embargo, existe literatura que describe la evidencia científica sobre los efectos de la aspirina usando una cantidad de papel que podría cubrir el Monte Everest. Del mismo modo, existe literatura con evidencia científica sobre el salario mínimo que puede cubrir, por lo menos, el Naranjo de Bulnes. Por tanto, el gobierno ha tomado una decisión sobre el salario mínimo basada en su beneficio político pero ignorando lo mucho que hay escrito sobre el tema. Supongo que el público en general debe pensar que es un tema sobre el que uno se puede posicionar por puro interés personal sin evaluar las ventajas e inconvenientes.


Algunas consideraciones:

El hombre que rompió el cordón de seguridad ha sido beneficiado por la medida. El gobierno escribe una norma que dice cuál debe ser el salario mínimo pero se lo paga un malvado empresario. Quizás el agradecido trabajador debería repartir el agradecimiento entre Zapatero y el malvado empresario que decidió aceptar la subida en vez de despedirlo.

De hecho, algún malvado empresario puede haber despedido a algún trabador ante la subida del salario mínimo. Otros malvados empresarios habrán dejado de contratar por esa misma medida. ¿Dejaría Zapatero romper el cordón de seguridad a los parados generados por la medida?

Esa es la diferencia esencial entre posiciones políticas que dan réditos electorales y la investigación en Economía. Una buena investigación tiene que contar con los ganadores y los perdedores de la medida. De hecho, esa cuantificación de ganancias y pérdidas es la que ha cubierto páginas y páginas de literatura científica.


Por otra parte, la división del mundo entre buenos trabajadores que cobran el salario mínimo y malvados empresarios que lo pagan a regañadientes puede ayudar a ganar elecciones pero no ayuda a resolver problemas.

En primer lugar, todos hacemos algo parecido al malvado empresario que fuma puros en un Porsche Cayenne. Cuando sube el precio de un producto dejamos de comprarlo.

En segundo lugar, se me ocurre por lo menos un caso en que el perdedor puede fumar Celtas sin emboquillar e ir en bicicleta. Se trata de una familia modesta con una persona enferma que contrata a una persona para ayudar a cuidarle. Una subida del salario mínimo puede acabar con la familia sin asistencia y con el asistente en el paro.

martes, junio 02, 2009

Temas locales: nuevo centro comercial versus monorrail

Mi antiguo alumno Manuel Melcón me envía el siguiente mensaje:

Hola Carlos:

Hoy quiero ser yo el que te proponga un tema local interesante, quizá haya alguien que esté arriesgando mucho dinero cuando podría ganar más de otra forma, me explico:


Al día siguiente de su apertura fui a visitar el León Plaza, por pura curiosidad, ya que no tenía nada que comprar. Independientemente de la superficie ocupada, creo que no aporta nada nuevo respecto al Espacio León. Lo único que me llamó la atención fue una librería, cosa que se echaba de menos. La sorpresa fue al entrar, tan pequeña que realmente no aporta mucho más que la sección de libros del Mediamarkt.



Recordando un email tuyo de hace tiempo donde comparabas el tranvía que planean para León con el monorraíl de Los Simpson, a donde quiero llegar es, ¿tendrá futuro el León Plaza a un km de distancia de un centro comercial mucho mayor en una ciudad pequeña como León? Yo creo, y aún que me pese, que por muchos puestos de trabajo que se creen, acabará siendo pan para hoy y hambre para mañana, sobre todo si prosperan los que planean para la zona universitaria y en La Lastra. Aún sin estar en crisis sería excesivo para esta ciudad. ¿Tú que opinas?



Saludos.




Algunas observaciones económicas sobre el mensaje de Manuel:


1. León Plaza es distinto a Espacio León aunque estén a poco más de un kilómetro de distancia. Por ejemplo, está más céntrico valga el juego de palabras.

Este tema aparece en el Tema 13 de Micro donde tenemos un montón de restaurantes sobre un modelo circular cuya única diferencia es la localización. La diferenciación lo es todo en economía y como he argumentado alguna vez es una fuente de creatividad y crecimiento. Las tiendas serán distintas, tendrán distintos precios y los consumidores se beneficiarán de esas diferencias.


2. El nuevo centro comercial puede afectar al viejo pero tambien al resto de las tiendas a pie de calle en la ciudad. Comprar a cubierto y con sitio para aparcar en un lugar como León no es una mala idea. Las tiendas a pie de calle deberán plantearse cúal es el servicio diferencial que pueden proporcionar o alquilar espacio en un centro comercial. Otro antiguo alumno estuvo evaluando bastante tiempo la posibilidad de instalar una de sus tiendas en León Plaza. Su negocio se adapta mejor a los vecindarios, los números eran dudosos y, sobre todo, hasta su abogado tenía dificultades para entender la letra pequeña del contrato del centro comercial.


3. La competencia de uno o varios centros comerciales nuevos no tiene porque implicar el cierre de otros. Una variable de ajuste son los alquileres. Simplemente, bajarán los alquileres y eso repercutirá positivamente en la cesta de la compra.


4. Abrir centros comerciales es distinto a poner el monorrail. Hasta donde yo sé unos inversores privados han puesto su dinero y esperan recuperarlo durante muchos años a base de alquilar su propiedad. Entiendo que nunca van a ir al Ayuntamiento a pedir que ponga el dinero que los consumidores se niegan a gastar en el centro comercial.
El plan de negocio del monorrail es el siguiente: Una empresa constructora gasta 89 millones de euros en un línea de monorail que no necesita ser muy útil. La empresa constructora hace unas previsiones de ingresos alocadamente exageradas que justifican la inversión. El monorail se pone a funcionar y no se sube prácticamente nadie. En ese momento, van al Ayuntamiento y piden que pongan el resto del dinero porque la dictadura de lo políticamente correcto dice que hay que subvencionar el transporte público. Es interesante darse cuenta de que la expectativa de la subvención reduce los incentivos a diseñar líneas que pudiesen ser muy usadas por los viajeros o considerar otras alternativas.