El calor del verano o que, simplemente, ya no tengo lectores hace que la entrada sobre Alfonso Guerra haya quedado muy descafeinada. Dado que nueve de cada diez lectores del blog son no sólo simpatizantes del PSOE sino seguidores acérrimos de Zapatero y el décimo descarriado sólo un poco crítico, no me parece oportuno meterme con el partido de la oposición. Lo que en lenguaje coloquial se llama hacer leña del árbol caído. Dentro de muchos, muchos años cuando gobierne el partido de la oposición criticaré a diario las dos tardes de clase de economía a las que nunca acudieron. Todavía recuerdo las risas que nos pegábamos en Oviedo a costa de las declaraciones diarias de Rodrigo Rato y las salidas de pata de banco de Alvarez Cascos. Los comentarios de Rato son difíciles de recordar porque eran trivialidades no generalizables sobre el efecto favorable en el crecimiento de un gasto público moderado y una baja inflación. Sin embargo, los comentarios de Cascos no los olvidaré en la vida. En una ocasión dijo que los partidos de futbol de primera división eran un servicio público del que debía disfrutar toda la población. En otra ocasión dijo que si el precio de los pisos subía era porque los españoles podíamos pagarlo. Sin embargo, sí esperaba que algún lector me comentase que Alfonso Guerra había dicho en la entrevista que Rajoy también se había mostrado favorable al control de los beneficios.
Esta mañana, varios periódicos afirman que Mariano Rajoy no está de acuerdo con la propuesta de bajada de salario de la CEOE. La afirmación de Rajoy tiene una doble lectura:
1. Como casi todos los miembros de su partido prefiere las políticas económicas demagógicas a las efectivas.
Para mí, los dos mayores exponentes de esta corriente en las filas del PP son el alcalde de Oviedo y el consejero de fomento de la Junta de Castilla y León. A los dos les he visto sorteando viviendas de protección oficial. Uno puede estar a favor o en contra de una determinada ayuda a un grupo de ciudadanos pero sortear una docena de pisos en un pabellón de deportes lleno de familias necesitadas es un acto de obscenidad que sólo una población ignorante y adormecida puede tolerar.
Supongo que con la gestión de las cuentas públicas, la negación del problema sanitario y el envejecimiento poblacional pronto estaremos sorteando procedimientos médicos. De hecho, algo parecido ocurre en las listas de espera. La diferencia es que la bola que determina si llegarás vivo o no al día esperado no la saca el consejero de sanidad.
2. Es un zorro político de gran envergadura.
Yo creo que hay una alta probabilidad de que la crisis económica unida al siguimiento de consignas estúpidas hagan saltar por el aire al gobierno. En ese sentido, la mejor manera de no erosionar sus posibilidades electorales y tener las manos libres para el futuro es irse a un chiringito de la playa, pedir una caña y esperar. Zapatero se encarga del resto.
En este sentido, él dice que no está de acuerdo con una bajada generalizada de los salarios pero eso no implica que esté de acuerdo con una subida generalizada. Puede implicar, que esté pensando en una reforma de la negociación colectiva en la que la evolución salarial tenga que ver con las condiciones particulares de cada empresa. Es decir, algo parecido a la reflexión que proponene los cien economistas entre los que se encuentra el actual secretario de estado de economía.
Esta mañana, varios periódicos afirman que Mariano Rajoy no está de acuerdo con la propuesta de bajada de salario de la CEOE. La afirmación de Rajoy tiene una doble lectura:
1. Como casi todos los miembros de su partido prefiere las políticas económicas demagógicas a las efectivas.
Para mí, los dos mayores exponentes de esta corriente en las filas del PP son el alcalde de Oviedo y el consejero de fomento de la Junta de Castilla y León. A los dos les he visto sorteando viviendas de protección oficial. Uno puede estar a favor o en contra de una determinada ayuda a un grupo de ciudadanos pero sortear una docena de pisos en un pabellón de deportes lleno de familias necesitadas es un acto de obscenidad que sólo una población ignorante y adormecida puede tolerar.
Supongo que con la gestión de las cuentas públicas, la negación del problema sanitario y el envejecimiento poblacional pronto estaremos sorteando procedimientos médicos. De hecho, algo parecido ocurre en las listas de espera. La diferencia es que la bola que determina si llegarás vivo o no al día esperado no la saca el consejero de sanidad.
2. Es un zorro político de gran envergadura.
Yo creo que hay una alta probabilidad de que la crisis económica unida al siguimiento de consignas estúpidas hagan saltar por el aire al gobierno. En ese sentido, la mejor manera de no erosionar sus posibilidades electorales y tener las manos libres para el futuro es irse a un chiringito de la playa, pedir una caña y esperar. Zapatero se encarga del resto.
En este sentido, él dice que no está de acuerdo con una bajada generalizada de los salarios pero eso no implica que esté de acuerdo con una subida generalizada. Puede implicar, que esté pensando en una reforma de la negociación colectiva en la que la evolución salarial tenga que ver con las condiciones particulares de cada empresa. Es decir, algo parecido a la reflexión que proponene los cien economistas entre los que se encuentra el actual secretario de estado de economía.
1 comentario:
No se si Mariano será el próximo presidente del gobierno o no: como J.L. tiene una flor en el pompis igual en la recta final del gobierno le toca alguna chepa y se le enderezan las cosas, porque de gobernar poco, eso sí, en campaña electoral todos los días (de luna de miel con España todos los días). Ahora, le van a Mariano las cosas de cara, lo del presi Camps les ha venido de perlas y claro se han crecido: como han aguantado el chaparrón mediático y Camps se ha librado, (de momento), pues al ataquer.... Por otro lado Mariano ejerce de político, no de economista (el que estaba postulado como ministro del ramo con él, está en otra cancha).
Los que negocian convenios están silbando y mirando para otro lado durante este templado verano: la excusa de demandar subidas al son del IPc se fugó a otros momentos. Las contracciones salariales difíciles de templar: mejor "déjame estar"(el tiempo acabará indizando los salarios).
Por otra parte el teatro político de nuestro país es tétrico: siguen pugnando los partidos mayoritarios por incrementar la abstención y lo van a conseguir, presentan unas credenciales infumables en una situación económica dura, con la que está cayendo: y nos queda el otoño y el invierno.
Un saludo.
Alfonso
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