sábado, enero 31, 2009

La salida de la crisis

Si yo fuese una persona sensata nunca escribiría esta entrada del blog. Haría como el resto de mis compañeros y me mantendría callado hasta que escampe. Es decir, una década. No obstante, soy una persona muy curiosa (la curiosidad mata al gato) y tengo que exponer lo que yo tengo en la cabeza para comprobar si hay alguna cosa que se me escapa o realmente esto es lo que hay.
No me gusta mucho el tema de la adivinación. Xavier Sala hizo hace unos años un interesante ejercicio de adivinación sobre el siglo XX desde el XIX con consecuencias intencionadamente desastrosas. En este ejercicio se ironizaba sobre la interminabble lista de predicciones equivocadas de grandes expertos e intelectuales. Un solo ejemplo basta. En las películas de ciencia ficción del siglo pasado los habitantes de las ciudades del 2009 circulaban en vehículos voladores, se vestían con trajes espaciales, comían y se curaban instantáneamente a base de píldoras pero ninguno llevaba teléfono móvil. Por otra parte, Las compañías de teléfono móvil se gastan millones de euros en una tecnología que permite la videoconferencia pero la gente ha desarrollado casi por su cuenta e independientemente el SMS.

Supongamos un escenario donde se resuelve el marasmo financiero internacional, el plan de choque de Obama funciona y se recupera Alemania. ¿Qué pasaría en España? Tendríamos varios millones de trabajadores de la construcción desempleados y con escasas posibilidades de hacer un trabajo alternativo. Sin embargo, esta es la visión estática y pesimista del problema. Hay una visión un poco más optimista que se basa en un análisis dinámico y marginal. Es decir, cada una de esas personas desempleadas es completamente diferente a la otra. Todas pensarán cuál es su alternativa más cercana, alguno caerá en la desesperanza pero otros descubrirán una cualidad que tienen por la que otras personas están dispuestas a pagar y la desarrollarán.
Un ejemplo, llevo tres meses esperando a que alguien venga a arreglar una persiana de manivela en mi casa, llevo años intentado que alguien ajuste el cierre de las puertas acristaladas del balcón para reducir ruido y entrada de frío. No es la primera vez que harto de tonterías termino dedicando uno o varios días a solucionar yo mismo un problema que un profesional podría solucionar en media hora. ¿No podría algún desempleado de la construcción echarme una mano? ¿No podría el amigo que instaló las puertas decidirse a arreglármelas ya que ahora no se pasa el día saltando de obra en obra poniendo puertas nuevas? Sé que éste y otros ejemplos provocarán críticas y hasta hilaridad pero así es como funciona realmente la economía cuando no hay una burbuja en marcha. Es decir, con pequeños cambios en el comportamiento de los individuos que agregadamente dan lugar a grandes transformaciones.
El gran problema de este proceso lento, doloroso pero al final efectivo que he descrito son las ocurrencias gubernamentales. Es decir, la de aquellos que confunden la necesidad o conveniencia de intervención gubernamental con la bondad intrínseca de cualquier intervención. Más temprano que tarde, alguna lumbrera va a proponer y supongo que logrará hacer planes de construcción de vivienda pagados por el gobierno. La idea que el gobierno gaste el dinero de los contribuyentes para poner a trabajar a la gente en lo que sea para que la economía siga funcionando puede tener tres niveles:
Nivel 1. Se les puede poner a producir un servicio que sea útil (Ley de dependencia) o mejor aún a construir un bien de capital público que pueda mejorar la productividad.
Nivel 2. Se les puede poner a producir un servicio no muy útil pero que no afecte a los precios relativos de los bienes. A mi me resulta difícil pensar en este tipo de servicios. De hecho, yo creo que para que no afectasen a otras actividades económicas se les debería, simplemente, dar un subsidio de desempleo.
Nivel 3. Se les puede poner a producir un bien dudosamente útil y que afecte de forma ineficiente a los precios relativos de los bienes.

La idea de fomentar la construcción se encontraría en el nivel 3. Como siempre, en el máximo nivel de estulticia. Tenemos muchos promotores con viviendas sin vender, muchos particulares con perdidas importantes en su patrimonio y el gobierno va y produce más de un bien que sobra a los precios actuales. En consecuencia, habrá más dificultades de venta y más problemas para los propietarios. Al tener Gobierno, Comunidades Autónomas, Diputaciones, Municipios y todo tipo de organismo no hay duda de que algún plan como el que describo se pondrá en marcha tarde o temprano.


La otra industria importante es el turismo. Si el cambio climático no lo impide, tenemos sol, variedad paisajística, piedras e instalaciones turísticas para entretener a una buena parte del mundo. Les podemos entretener desde unos pocos días al resto de su vida si están por encima de la séptima u octava década de su vida. Por otra parte, resulta que la explosión de la burbuja especulativa nos dejará con muchos edificios vacíos dispuestos a ser ocupados por visitantes. En definitiva, tendría gracia que nadie pensase en las posibilidades y necesidades de este sector por avergonzarnos de ser los camareros del mundo. Alternativamente, por tratar de reconvertir la economía hacia la investigación y el desarrollo.

Yo creo que ponerse a hablar de investigación a estas alturas es simplemente un sarcasmo. Un plan serio a treinta años vista tendría resultados inciertos. Un conjunto de ocurrencias internamente inconsistentes y que cambian estando el mismo partido en el gobierno y se derogan cuando entra el otro tendrá resultados mucho más seguros: el fracaso más estrepitoso. Por ejemplo, circula por ahí algún tipo de Decreto que dice que los méritos profesionales de un profesor universitario dependerán de la docencia, de la investigación y de la gestión. Por tanto, un profesor de cirugía de treinta y cinco años puede dedicar veinte años a la política universitaria y al final de ese periodo pedir que se le dé la máxima categoría académica en la formación de futuros cirujanos. Es sólo un ejemplo de la perversidad del sistema de ciencia y tecnología del que disponemos pero podría cerrar el blog y abrir uno dedicado únicamente a este tipo de ocurrencias y chascarrillos.

En resumen, hablemos en serio de turismo …

viernes, enero 23, 2009

Mirando al futuro

A mediados de los años 90 del siglo pasado empecé a manejar el material divulgativo de Paul Krugman. Empecé por el formato casi único de aquel siglo y de los anteriores: el libro. Compré primero “La era de las expectativas limitadas” y más tarde “Vendiendo Prosperidad”. Me llamó tanto la atención que:

1. Seguí su trabajo divulgativo en la incipiente Internet con gran aprovechamiento.

2. Me interesé por su trabajo académico

3. Su aproximación analítica basada en pequeños modelos verbales (parábolas como en el Nuevo Testamento), numéricos y gráficos impregnó primero mis conversaciones, luego mis clases y finalmente mi investigación. Cualquiera que maneje algunas de sus lecturas de una página tendrá una gran ventaja intelectual a la hora de analizar las crisis pasadas, la actual y las que están por venir.

Me siento menos atraído por el Krugman comentarista político aunque reconozco que tiene una mente clara e inquisitiva. Pero considero que es el pasado y a mi me gusta mirar al futuro. De hecho, en unos pocos días espero estar explicando el material del que la gente se sorprenderá dentro de diez años. Aunque una parte de ese material tiene dos siglos de antiguedad.

Cuando yo compré “La era de las expectativas limitadas” Krugman acababa de recibir la medalla John Bates Clark. En sus propias palabras, una distinción ligeramente más difícil de conseguir que el Premio Nobel. Esa es la clave para mirar al futuro. De hecho, Abel me envió hace unos días este documento de reflexión sobre la crisis de Daron Acemoglu quien recibió esta distinción en el año 2005 y es uno de los economistas más productivos de nuestros días. En este documento Acemoglu explica con claridad los siguientes puntos:


  1. El papel de la volatilidad en la economía.

El incremento del bienestar proviene de la innovación, la innovación implica cambio y el cambio que algunas cosas desaparezcan y otras se creen. En resumen, una economía completamente estabilizada no sería tan deseable como parece a primera vista. Sin embargo, entender y gestionar la volatilidad y el cambio es muy importante.


  1. ¿Qué falló realmente en esta crisis?

Para sorpresa de muchos no falló completamente el conocimiento económico acumulado. Fallaron las versiones mediáticas y políticas que confunden mercado libre con mercado no regulado (seudo-liberales) o regulación imprescindible con ocurrencias políticas (seudo-progresistas).


  1. El punto de vista de la recesión al que dedicamos grandes esfuerzos estos días versus el punto de vista del crecimiento a largo plazo.

En tres semanas empezaré a explicar Crecimiento Económico. El primer día hablaremos de la sorprendente aritmética del crecimiento. Aquella que dice que un crecimiento medio del 2,8% durante una generación (25 años) duplica la renta.

Pues aquí estamos rasgándonos las vestiduras por una caída del 2% de la renta. Es una preocupación más que legítima para quien haya perdido su empleo y albergue dudas sobre la posibilidad de tener otro. Sin embargo, tenemos que asegurar que las medidas que tomemos para atenuar este problema no reduzcan el crecimiento medio de los próximos veinticinco años.

Sorprendentemente, existe un cierto consenso sobre las causas básicas del crecimiento económico y esas causas son menos misteriosas que las causas de las recesiones. Me refiero a la inversión, la educación, la innovación y los incentivos y las instituciones que las promueven. Sin embargo, supongo que mucha gente le sorprenderá saber que los precios de mercado son fundamentales para estas actividades que fomentan el crecimiento. La razón es que proporcionan información imprescindible sobre lo que es escaso y lo que sobra. Esta información suele ser mucho más efectiva que las ideas de cualquier político de cualquier partido.

Esta doble visión sobre la crisis está relacionada con una interesante pregunta de mi amigo Epi. ¿Cómo puedes manejar simultáneamente material divulgativo de Krugman y de Sala i Martín? ¿No son contradictorios?

La respuesta es que más que contradictorios los dos se guardan una carta en la manga renunciando a hablar de lo que habla el otro. Yo lo entiendo como un reconocimiento implícito de la validez del argumento del otro. En definitiva, uno está hablando de hoy y el otro está hablando de la media de los próximos veinte años. No son cuestiones independientes pero tampoco son la misma.

miércoles, enero 21, 2009

La gente se entera con tres lustros de retraso.

Los periodistas, políticos y élites económicas se sorprendieron ayer de la entrada en el blog del reciente Premio Nobel Paul Krugman sobre la economía española. Yo estoy sorprendido de que parezcan nuevas, ideas que Krugman explicó con detalle hace tres lustros. Aquí está la entrada en el blog de Paul.


The pain in Spain …
… isn’t hard to explain. Spain was basically Florida, with a housing bubble inflated by both resident and holiday purchases, and now the bubble has burst.

But Spain is in worse shape than Florida, for two reasons — reasons familiar to anyone who was involved in the great debate about whether the euro was a good idea.

First, Europe doesn’t have a central government; Spain, unlike Florida, can’t draw on Social Security and Medicare checks from Washington. So the burden of recession falls entirely on the local budget — hence the country’s declining credit rating.

Second, the United States has a more or less geographically integrated labor market: workers move from distressed regions to those with better prospects. (The housing bust has, however, reduced mobility because people can’t sell their houses.) Europe does not: yes, there’s a fair bit of mobility both among the elite and among low-wage workers at the bottom, but nothing like the US level.

So what can Spain do? It needs to become more competitive — but it can’t have a devaluation, because it’s a euro country. So the only alternative is wage cuts, which are desperately hard to achieve (and create big problems for debtors.)

Contrary to what everyone seemed to be saying even a few weeks ago, being a member of the eurozone doesn’t immunize countries against crisis. In Spain’s case (and Italy’s, and Ireland’s, and Greece’s) the euro may well be making things worse.

And Britain’s plunging pound, unpopular though it is, may turn out to have been a very good thing.






Algunos comentarios


1. Algunos periódicos atribuían a Krugman la poco afortunada propuesta de “salir del euro”. De hecho, el diario económico El Economista discute hoy esta disparatada opción. Cuando varias personas que intercambian ideas conmigo diariamente insistieron en el tema tuve que leer dos veces más la entrada del blog. Por supuesto, Krugman no menciona tal posibilidad.

La recuperación de la peseta como moneda nacional a estas alturas es un interesante ejercicio de simulación para el final de un curso introductorio de Macroeconomía pero sus consecuencias son aterradoras. La mitad de los ciudadanos que confían en el gobierno aceptarían la medida con gran alborozo. Pero la otra mitad intentaríamos sacar todos los euros del banco y tenerlos a buen recaudo. De este modo, podríamos elegir cómo y cuándo hacemos el cambio de euros a la nueva peseta o si lo vamos a hacer en algún momento. Pero si todos intentamos hacernos con dinero en efectivo al mismo tiempo todos los bancos del país quiebran en el acto. Por tanto, el cambio tendría que ser una noche tras haber jurado en el intermedio del programa de televisión basura de mayor audiencia que nunca ser haría. A continuación, se produciría la devaluación correspondiente. Es verdad que, por ejemplo, vendrían más turistas y algunos se comprarían casas. Pero, otro ejemplo, el petróleo costaría más. El coste más alto de las importaciones que no tuviesen un sustitutivo nacional tendría un impacto inmediato en los precios. Los bienes sustitutivos de las importaciones subirían también de precio. No hablemos de devolver las cuantiosas deudas que mantenemos en euros.

2. Creo que he pillado a Krugman haciendo un poco de trampa. Algún amigo dice que es Xavier Sala el que cuenta sólo la mitad de la historia pero esta vez es Krugman. Dice en su entrada de blog que el Euro no es un seguro contra la crisis. Yo creo que está jugando con las palabras. No es un seguro contra una crisis de problemas de productividad y estructura productiva obsoleta pero algo ayuda en relación a la crisis financiera mundial. Es la diferencia entre ir en una chalupa o en un transatlántico cuando hay tormenta en el mar. Por supuesto, el tamaño del barco no evita que se pare el motor si no le echas gasolina o no le cambias el aceite.

3. Me gustaría recordar el análisis que hacía Krugman de los criterios de convergencia para la moneda única. Krugman los consideraba parámetros de buena gestión macroeconómica pero que tenían una relación tenue, o directamente inexistente, con la instauración de una moneda única. El aventuraba dos teorías:

a. La teoría de la novatada. Siempre que quieres entras a un club los miembros tratan de medir tu deseo de pertenecer al club poniéndote una prueba difícil.
b. La teoría de la clase diplomática Italiana. Resulta que Italia es un país con unos políticos reacios a aceptar los costes políticos de la disciplina fiscal y una población reacia a aceptar los sacrificios de ésta. Por otra parte, aceptan estoicamente cualquier cosa que venga de Europa sin que nadie pueda cuestionarlo. En estas circunstancias, algunos diplomáticos italianos presionaron para introducir ciertos parámetros de contención fiscal como criterios de convergencia para el acceso al euro. Creyeron que esta era la única forma factible de poner un poco de racionalidad en las finanzas de su país: que fuese un mandato europeo.

4. Lo que si menciona Krugman en el artículo son las dos únicas salidas a la crisis que deja una moneda única. La obvia es la bajada de los salarios. La otra es la movilidad laboral en el área monetaria. Yo creo que la movilidad laboral está limitada por la inexistencia de una lengua común en el área monetaria. Si la movilidad laboral es un importante factor de bienestar, la política europea debería favorecer el uso del inglés por estratos cada vez mayores de la población europea. Sé que mucha gente escribirá diciendo que eso no es posible. La respuesta es que entonces la movilidad tampoco es una opción y, como resultado, tenemos que quedarnos con la bajada de salarios siempre que una zona entre en recesión en relación a otras.

5. Krugman empieza diciendo que la inexistencia de un gobierno central en la UE hace que el peso de la crisis recaiga sobre los gobiernos nacionales. ¿Podría haber un gobierno central que sirviese para amortiguar las consecuencias negativas de la moneda única? Este tema se me escapa totalmente y lo dejo ahí.

domingo, enero 18, 2009

Falsas tesituras: publico y privado, izquierda y derecha, neoliberal y neocomunista.


La falsa tesitura público y privado (neoliberal-neocomunista) no va a proporcionar soluciones a los problemas que tenemos y no reconocemos.

La realidad es la que es, las personas actúan como actúan, entendemos lo que entendemos y con eso tendremos que buscar soluciones que no suelen reducirse a una palabra (neoliberal o neocomunista). Con una palabra podrás etiquetar a un enemigo para que la turba se lo lleve por delante pero no buscar soluciones eficaces a problemas complejos.

Etiquetar a las personas es cómodo (evita los dolorosos actos de escuchar, leer o pensar) y parece satisfacer algún instinto humano básico: estos son de mi tribu y aquí estoy bien (hagan lo que hagan) y aquellos de allí son de otra tribu (son peligrosos hagan lo que hagan) (*).





¿Por qué estoy escribiendo esto? Resulta que la Junta de Castilla y León (gobernada por el PP) ha aceptado que el monorraíl de León se haga sin estudio de impacto ambiental. En otras palabras la Junta de Castilla y León quiere agilizar el proyecto del Ayuntamiento de León (PSOE y Leonesistas). Se trata de un proyecto absurdo que despluma a los habitantes presentes y futuros de León para favorecer a una constructora. Es un buen ejemplo para los que están convencidos de que el sector público es la solución a todos los males, que no se puede equivocar y que siempre busca el bien común.





(*) La revista The Economist analizaba hace unas semanas las bases evolutivas de este comportamiento. En concreto, nuestra capacidad para buscar diferencias en las personas y clasificarlas rápido. Esta capacidad es tan llamativa como la de ver caras en las manchas de la pared. Esto tiene consecuencias impactantes para el análisis de las políticas de integración de inmigrantes. Este artículo de The Economist no es apto para las personas que saben las respuestas a todas las preguntas antes de pensar, escuchar o leer (hay que aceptarles con su cultura) pero puede ser una gran herramienta para el que crea que los flujos de población pueden ser un gran recurso económico, cultural y humano que debe ser gestionado con inteligencia. Gestionado no quiere decir frenado. A diferencia de los servicios de estudios de los bancos, trato de usar el lenguaje con claridad y precisión.

miércoles, enero 14, 2009

Leyendo El País

En vista de que hay un poco de polémica sobre el diario El País acabo de hacer un ejercicio saludable. He abierto en internet la página de Economía de El País y la de El Mundo. La primera impresión es que tratan temas muy parecidos. Por tanto, una inspección superficial me llevaría a pensar que el tratamiento de los temas se parece. Pero, no recuerdo cómo me ha llamado la atención el siguiente artículo.




ENTREVISTA: ALMUERZO CON... INDERMIT S. GILL
"España tiene suerte de estar donde está en el mapa"
JAVIER DEL PINO 14/01/2009
Llega ligeramente tarde y habla de manera pausada pero apasionada, en un inglés más fluido en lo matemático que en lo personal. Hay personas que tienen el aspecto de lo que son, como los directores de orquesta o los boxeadores. Indermit Gill tiene aspecto de economista.
Llega ligeramente tarde y habla de manera pausada pero apasionada, en un inglés más fluido en lo matemático que en lo personal. Hay personas que tienen el aspecto de lo que son, como los directores de orquesta o los boxeadores. Indermit Gill tiene aspecto de economista. Cambiamos de restaurante a última hora porque los Obama acaban de aterrizar en Washington y la zona en la que habíamos quedado está cerrada por el servicio secreto.
Dice que tiene 22 años indios y 25 americanos. De la Universidad de Nueva Delhi se marchó a la de Chicago para el doctorado. Aceptó después una oferta para enseñar Economía Empresarial en la Universidad de Nueva York, "pero aquello no me producía ninguna satisfacción porque era enseñar a niños ricos a ser aún más ricos. Y yo lo que quería era enseñar a los pobres a ser menos pobres". El Banco Mundial era su destino perfecto. Ahora es economista jefe para Europa y Asia Central.
Al día siguiente de la comida se marcha varias semanas a Indonesia, a Japón, a Singapur... "No hago la maleta hasta el último momento porque los viajes empiezan cuando empiezas a empaquetar". Allí le esperan altos cargos de Gobiernos e instituciones a quienes enseña conceptos básicos de justicia económica para combatir la pobreza y mejorar la calidad de vida. "Los economistas tienden a pensar en el qué y en el cómo, pero no en el dónde. Es injusto que una persona tan cualificada como otra tenga menos oportunidades por haber nacido en un país distinto".
El mundo se divide entre los países que prestan dinero y los que lo toman prestado. Es experto en movimientos migratorios y acaba de cerrar un año dedicado a investigar el concepto de geografía económica. Defiende con fervor la movilidad laboral. "Muchos piensan que es un fracaso político; yo considero un éxito que alguien pueda tener siempre la misma profesión en lugares distintos a lo largo de su vida".
Presta a la comida la misma atención que prestó al menú: ninguna. Por ello se deja aconsejar, y acepta la tostada que sugiero con la condición de picar también de mi ensalada y de los huevos al salmón. Me enseña el informe y lamenta que hace dos siglos hubiera sólo 100 fronteras en el mundo y ahora 600, y todavía algunos quieran más: fragmentar un país es crear varios mercados donde antes sólo había uno, y eso nunca es bueno, asegura. Me dice que España ha hecho bien muchas cosas en los últimos años, pero también se ha beneficiado de estar cerca de países prósperos. "Hay países, como España, que tienen suerte de estar donde están en el mapa". ¿Hacemos mal los españoles en querer vivir y trabajar en el pueblo o en la ciudad en la que hemos nacido? "Los países más ricos tienen a la población más concentrada en menos lugares, y en los países menos ricos la población está dispersa por todo el territorio". Le pregunto por las ciudades y los pueblos que se quedarán vacíos si seguimos su consejo: "Nadie ha dicho que el desarrollo económico no sea doloroso; la cuestión es si ese dolor merece la pena".
Antes de marcharse, le pregunto por sus hijos. "Cuando me piden que les compre una PlayStation, no puedo evitar decirles que cuesta lo mismo que la renta per cápita anual de un etíope".
Matisse. Washington DC
- Ensalada de endibias: 8 dólares.
- Huevos al salmón: 13,50.
- Tostada francesa con sirope de arce: 12,50.
- Café: 3.
- Zumo de naranja: 3,95.
Total con impuestos: 45,05 dólares (34,20 euros).




En resumen, entrevistan a un ¿alto? cargo del Banco Mundial para no decir nada pero eso sí aprovechan para decir por boca de este "alto cargo" sin ningún tipo de argumento que:
ESPAÑA HA HECHO LAS COSAS BIEN EN LOS ÚLTIMOS AÑOS
Ahora cuando baje al bar se me acercará alguién diciendo que un alto ejecutivo del Banco Mundial ha dicho que
ESPAÑA HA HECHO LAS COSAS BIEN EN LOS ÚLTIMOS AÑOS.
A eso me refiero con la munición para el que ha renunciado a pensar. El que no haya renunciado a pensar no repetirá esta consigna aunque, como yo, haya leido el artículo. Por eso me gustaría que cuando la munición es defectuosa (Grandes) hubiese una disculpa más general.
El daño de esta propaganda es mucho más grande de lo que parece. Ayer decía un juez en Oviedo que algunos problemas legales de origen financieros de las familias se debían a haber recibido una información inexacta sobre la verdadera naturaleza de la crisis que llegaba.

martes, enero 13, 2009

Crisis en la prensa escrita: Almudena tú serás ministra.

Hace unos días Javi me envío el famoso powerpoint donde unos chiflados que dicen trabajar para una ONG de los Jesuitas se equivocan al dividir el dinero gastado en “salvar el capitalismo” por el número de habitantes del planeta y les salen unos 115 millones de dólares por persona. La división bien hecha supone 115 dólares. En algunos países, suficiente para vivir un par de meses pero menos impactante que la otra cifra. Esta es mi posición:

1. Si el documento ha sido realmente elaborado por los Jesuitas deberían decir algo. Muchos de nosotros les tenemos encomendada una alta misión intelectual y nos sentimos un poco confusos.

2. Si el documento no ha sido realmente elaborado por los Jesuitas deberían decir algo. Muchos de nosotros les tenemos encomendada una alta misión intelectual y nos sentimos un poco confusos.

Una “intelectual” de plantilla del seudoprogresismo español ha aceptado la división original como buena y armada con semejante instrumental analítico ha aprovechado para hacer una crítica global al capitalismo que se queda a medio camino entre los dos Marx. Hasta aquí no hay nada novedoso.

Lo realmente aterrador son los siguientes puntos:

1. El periódico más importante de España publica el artículo aunque el error en la división ya había sido advertido en sus propias páginas unos días antes.

2. La autora ha hecho una labor de intoxicación importante en un diario de gran tirada y que sirve de argumentario a una parte de los que en España han dejado de pensar hace mucho tiempo. La disculpa de que se le dan mal las matemáticas no sirve. Tiene que ser más amplia. Por ejemplo: “mis problemas con la economía son el producto combinado de mi profunda ignorancia sobre el tema y de un trauma infantil. Por tanto, aprovecho cualquier resquicio (y yo encuentro muchos) para disparar a todos lo que se mueve independientemente de sus consecuencias”.

3. Lo último. Este es el país donde cualquiera pude decir y hacer cualquier cosa (ONG Jesuita, intelectual orgánico, presidente del gobierno) y no tiene consecuencias. Simplemente, se espera a que se olvide y a por la próxima. Cuando se solucione la crisis financiera internacional, bajen los precios de las casas, se solucione la crisis financiera nacional y todos sepamos dónde hemos quedado exactamente habrá que empezar a limpiar y reconstruir. Este punto no puede quedar sin limpiar y arreglar.

http://www.elpais.com/articulo/ultima/Experimento/elpepiult/20090112elpepiult_1/Tes

ALMUDENA GRANDES

Experimento

ALMUDENA GRANDES 12/01/2009

FE DE ERRORES El resultado de dividir los 775.000 millones de dólares del plan de reactivación económica norteamericano por los 6.700 millones de habitantes del planeta es de 115 dólares y no 115 millones de dólares como erróneamente se decía en la columna titulada 'Experimento' de Almudena Grandes en la edición de EL PAÍS de hoy lunes, 12 de enero. Este cálculo erróneo ha sido difundido por Internet desde hace unas semanas y ya fue objeto de una reflexión de Rosa Montero en una columna titulada 'El tópico', que apareció también en la última página el 23 de diciembre de 2008, y en la que la escritora subrayaba el éxito que estaba teniendo en la red a pesar de que 'la cuenta está mal hecha'.

Almudena Grandes ha escrito este mensaje dirigido a los lectores: "Quiero pedir disculpas a todos los lectores de ciencias, y a los de letras también, por mi ineptitud aritmética. He suspendido matemáticas muchas veces en mi vida, pero nunca lo he merecido tanto como después de escribir mi columna".

Ejercicio de economía recreativa. Fácil, limpio, instructivo, para cualquier edad. No precisa más que una calculadora, un cuaderno, un lápiz y una goma. El experimento consta de tres fases, y la primera es una simple división, 775.000 millones entre 6.700 millones. Si la realiza, obtendrá como resultado 115, con una serie de decimales que despreciaremos para simplificar. ¿Y dónde está la gracia?, se preguntará usted. La gracia está en que el dividendo representa los 775.000 millones de dólares del plan de reactivación económica diseñado por Obama. El divisor somos los 6.700 millones de personas que existimos en este planeta. Y el resultado son los 115 millones de dólares que nos tocarían a cada uno si los repartiéramos entre todos. ¿Lo prefiere en euros?, 84 millones por barba.

¿Está usted diciendo "no puede ser", "no me lo creo", "es imposible"? Bien, pasemos a la segunda fase del experimento. Fuera calculadora. Divida usted a mano, con las benditas tablas de toda la vida. ¿Cambia el resultado? No, ¿verdad? Haga la prueba, 115 millones por 6.700 millones. Por más que borre y multiplique, obtendrá siempre 770.500 millones, porque antes hemos despreciado los decimales, y además, desde que empezó usted a leer, habrán nacido un montón de niños que nunca llegarán a cobrar lo que les toca. Ahora, si se atreve, sume al dividendo los 700.000 millones de dólares del plan de Bush, más las inyecciones europeas, etcétera.

Así llegamos a unas sombrías conclusiones. Si no hay dinero en el mundo para respaldar estas cuentas, malo. Si lo hay, peor. Y si ésta ha sido la evolución natural del capitalismo, ¿a qué intereses obedecen quienes pretenden refundarlo, para llevarnos a la ruina una y otra vez? Lo único que nos ha enseñado esta crisis es que nuestros políticos trabajan para los bancos. Nosotros somos apenas su excusa, o su mercancía.

sábado, enero 10, 2009

Ideas virales: el sistema de pensiones es un esquema piramidal

Algunos pensadores equiparan las ideas con los virus. Una persona escucha una idea, por alguna razón le da validez sin llegar a analizarla, la transmite a varias personas que siguen el mismo proceso y así hasta que todo el mundo está convencido de la validez de una idea estúpida.
La mayor parte de las ideas de este estilo se encuentran en el ámbito del seudo-progresismo: la infalibilidad y omnipotencia del gobierno, la generación de bienestar pagando 120 euros de impuestos para recibir una subvención de 100, el papel mágico de las leyes para resolver problemas, etc. Estas ideas se remachan continuamente en prácticamente todos los medios de comunicación y quedan grabadas para siempre en el imaginario popular. Se añaden sin ningún pudor al curriculum de la enseñanza básica e incluso a los cursos de formación de profesorado universitario. Sin embargo, hoy me toca rebatir una idea viral perteneciente al ámbito del seudo-liberalismo.
Mi amigo Isaac me envía esta viñeta de humor gráfico en que se compara el sistema de pensiones de reparto en vigor en España con una estafa piramidal.



En primer lugar, debo felicitar a mi amigo Isaac por sus importantes contribuciones (3) al sostenimiento del sistema de pensiones de reparto a veinte años vista.




A continuación procedo a un mínimo análisis con lápiz (nava) y papel (yellow pad).

Como soy una persona muy austera voy a fundar el hedge fund Bierzopeleon con el objetivo de obtener un millón de euros para mis gastos más perentorios. Emitiré 1,000 bonos de 1000 euros con un rendimiento de 100 euros al mes para siempre. Es decir, al que me compre 10 de estos bonos le convertiré en mileurista para siempre por una cantidad moderada que cualquier banco podría prestarle. El millón de euros obtenido inicialmente con la emisión es el justo pago a mi pericia financiera y lo pongo a buen recaudo.
Al cumplirse el primer mes de vida de mi fondo necesito 100,000 euros (1000 inversores por 100 euros) para pagar los intereses. Para ello emito, 100 nuevos bonos de 1,000 euros con lo que ya tengo 1,100 inversores. El segundo mes necesito 110,000 euros para pagar los intereses (1,100 inversores por 100 euros) que consigo emitiendo 110 nuevos bonos. Por tanto, el número de bonos necesarios para mantener Bierzopeleón en marcha crece a una tasa mensual del 10 por ciento. Es decir, el número de nuevos inversores necesarios para mantener el fondo en marcha se duplica aproximadamente cada siete meses (*).
La necesidad creciente de emitir el doble de bonos cada siete meses puede hacer que los inversores empiecen a sospechar sobre el fondo, que un número sustancial de clientes pidan su dinero y todo se venga abajo. Todo esto es demasiado evidente y nadie caería en la trampa de Bierzopeleon. Sin embargo, yo veo un caso mucho más inquietante: que el fondo prometa 100 euros al año en vez de al mes. En este caso, pasarían siete años antes de que se duplicase el número total de bonos emitidos. Por tanto, esta estafa tiene muchas posibilidades de pasar desapercibida y aquí llega mi inquietud ¿Cuántas estafas piramidales de baja intensidad indetectadas existen en nuestra economía?

El sistema de pensiones de reparto.
La diferencia más importante para nosotros es que el sistema de reparto puede funcionar en una población estable indefinidamente y el esquema piramidal no.
Imaginad un mundo donde la gente vive dos periodos de igual duración (**). En el primer periodo trabajan y en el segundo cobran una pensión. Por otra parte, hay el mismo número de personas en cada periodo. En esta economía, se le puede pagar una pensión equivalente al 50% del salario de los trabajadores a los pensionistas cobrando un impuesto del 50% sobre el salario. Por otra parte, se pueden subir o bajar las pensiones subiendo o bajando los impuestos. Incluso si en un momento dado se redujese el número de trabajadores el sistema podría seguir adelante modificando la cuantía de las pensiones, los impuestos o la definición de pensionista. En definitiva, uno puede discrepar sobre la cuantía de la pensión, sobre los impuestos o sobre el momento en que aparece el derecho a ser pensionista pero no sobre su sostenibilidad.
El esquema piramidal descrito anteriormente es explosivo independientemente de las características demográficas de la población sobre la que se instale. En el sistema piramidal la contribución da derecho a la prestación inmediata e indefinida y, en el peor de los casos, se puede tratar de obtener la devolución del principal. En el sistema de pensiones de reparto la prestación no es inmediata pero, sobretodo, no es indefinida ni se puede pedir ninguna devolución. Las prestaciones tienen un límite temporal (muerte) y por tanto el gasto total no se acumula exponencialmente. Simplemente, crecen o decrecen por la evolución demográfica (***). De hecho, la única manera que se me ocurre para acercar el sistema de pensiones a un esquema piramidal es convertirnos en inmortales (alternativamente, que se puedan heredar las pensiones) sin modificar la edad de jubilación.


(*) Este es el tipo de razonamiento de la primera clase de Crecimiento Económico (matemáticas básicas del crecimiento) que tendrá lugar la tercera semana de febrero. La cuarta ya descansamos para Carnaval. Hay que saber dosificar el esfuerzo.

(**) Esta manera de pensar está tomada del modelo de generaciones solapadas que se usa en cursos avanzados de macroeconomía.

(***) El análisis con lápiz y papel de la estabilidad del sistema me ha llevado a usar fórmulas del tipo yt=y0exp(rt) donde
y0 es el valor inicial de una variable, yt es el valor en el momento t, t es el periodo analizado, r puede ser la tasa de crecimiento de la población, la participación laboral, de los pensionistas, la tasa de mortalidad y, sobre todo, de la productividad. Este ejercicio va a ser incorporado al primer trabajo de Crecimiento Económico que se hará en la segunda semana de clase del segundo cuatrimestre (cuando el intenso calendario festivo nos dé un repiro). Agradezco a Isaac que me haya dado la oportunidad de diseñar este problema. Mis alumnos seguro que estarán encantados también y que sabran agradecérselo oportunamente.