miércoles, enero 14, 2009

Leyendo El País

En vista de que hay un poco de polémica sobre el diario El País acabo de hacer un ejercicio saludable. He abierto en internet la página de Economía de El País y la de El Mundo. La primera impresión es que tratan temas muy parecidos. Por tanto, una inspección superficial me llevaría a pensar que el tratamiento de los temas se parece. Pero, no recuerdo cómo me ha llamado la atención el siguiente artículo.




ENTREVISTA: ALMUERZO CON... INDERMIT S. GILL
"España tiene suerte de estar donde está en el mapa"
JAVIER DEL PINO 14/01/2009
Llega ligeramente tarde y habla de manera pausada pero apasionada, en un inglés más fluido en lo matemático que en lo personal. Hay personas que tienen el aspecto de lo que son, como los directores de orquesta o los boxeadores. Indermit Gill tiene aspecto de economista.
Llega ligeramente tarde y habla de manera pausada pero apasionada, en un inglés más fluido en lo matemático que en lo personal. Hay personas que tienen el aspecto de lo que son, como los directores de orquesta o los boxeadores. Indermit Gill tiene aspecto de economista. Cambiamos de restaurante a última hora porque los Obama acaban de aterrizar en Washington y la zona en la que habíamos quedado está cerrada por el servicio secreto.
Dice que tiene 22 años indios y 25 americanos. De la Universidad de Nueva Delhi se marchó a la de Chicago para el doctorado. Aceptó después una oferta para enseñar Economía Empresarial en la Universidad de Nueva York, "pero aquello no me producía ninguna satisfacción porque era enseñar a niños ricos a ser aún más ricos. Y yo lo que quería era enseñar a los pobres a ser menos pobres". El Banco Mundial era su destino perfecto. Ahora es economista jefe para Europa y Asia Central.
Al día siguiente de la comida se marcha varias semanas a Indonesia, a Japón, a Singapur... "No hago la maleta hasta el último momento porque los viajes empiezan cuando empiezas a empaquetar". Allí le esperan altos cargos de Gobiernos e instituciones a quienes enseña conceptos básicos de justicia económica para combatir la pobreza y mejorar la calidad de vida. "Los economistas tienden a pensar en el qué y en el cómo, pero no en el dónde. Es injusto que una persona tan cualificada como otra tenga menos oportunidades por haber nacido en un país distinto".
El mundo se divide entre los países que prestan dinero y los que lo toman prestado. Es experto en movimientos migratorios y acaba de cerrar un año dedicado a investigar el concepto de geografía económica. Defiende con fervor la movilidad laboral. "Muchos piensan que es un fracaso político; yo considero un éxito que alguien pueda tener siempre la misma profesión en lugares distintos a lo largo de su vida".
Presta a la comida la misma atención que prestó al menú: ninguna. Por ello se deja aconsejar, y acepta la tostada que sugiero con la condición de picar también de mi ensalada y de los huevos al salmón. Me enseña el informe y lamenta que hace dos siglos hubiera sólo 100 fronteras en el mundo y ahora 600, y todavía algunos quieran más: fragmentar un país es crear varios mercados donde antes sólo había uno, y eso nunca es bueno, asegura. Me dice que España ha hecho bien muchas cosas en los últimos años, pero también se ha beneficiado de estar cerca de países prósperos. "Hay países, como España, que tienen suerte de estar donde están en el mapa". ¿Hacemos mal los españoles en querer vivir y trabajar en el pueblo o en la ciudad en la que hemos nacido? "Los países más ricos tienen a la población más concentrada en menos lugares, y en los países menos ricos la población está dispersa por todo el territorio". Le pregunto por las ciudades y los pueblos que se quedarán vacíos si seguimos su consejo: "Nadie ha dicho que el desarrollo económico no sea doloroso; la cuestión es si ese dolor merece la pena".
Antes de marcharse, le pregunto por sus hijos. "Cuando me piden que les compre una PlayStation, no puedo evitar decirles que cuesta lo mismo que la renta per cápita anual de un etíope".
Matisse. Washington DC
- Ensalada de endibias: 8 dólares.
- Huevos al salmón: 13,50.
- Tostada francesa con sirope de arce: 12,50.
- Café: 3.
- Zumo de naranja: 3,95.
Total con impuestos: 45,05 dólares (34,20 euros).




En resumen, entrevistan a un ¿alto? cargo del Banco Mundial para no decir nada pero eso sí aprovechan para decir por boca de este "alto cargo" sin ningún tipo de argumento que:
ESPAÑA HA HECHO LAS COSAS BIEN EN LOS ÚLTIMOS AÑOS
Ahora cuando baje al bar se me acercará alguién diciendo que un alto ejecutivo del Banco Mundial ha dicho que
ESPAÑA HA HECHO LAS COSAS BIEN EN LOS ÚLTIMOS AÑOS.
A eso me refiero con la munición para el que ha renunciado a pensar. El que no haya renunciado a pensar no repetirá esta consigna aunque, como yo, haya leido el artículo. Por eso me gustaría que cuando la munición es defectuosa (Grandes) hubiese una disculpa más general.
El daño de esta propaganda es mucho más grande de lo que parece. Ayer decía un juez en Oviedo que algunos problemas legales de origen financieros de las familias se debían a haber recibido una información inexacta sobre la verdadera naturaleza de la crisis que llegaba.

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