jueves, noviembre 06, 2008

Ferran Adrià quiere comer en un McDonald's

Varios diarios, entre ellos El País, se hacen eco de una entrevista al genio culinario Ferran Adrià en la que presuntamente habla en términos favorables de la cadena de restaurantes McDonalds. Yo no soy capaz de sacarle esa lectura a la entrevista pero sí que me ha logrado interesar desde el punto de vista económico. Comentó alguna de las frases del artículo.
Y es que en una entrevista concedida a The Independent, Adrià reconoce que no hay restaurante en el mundo que pueda hacer una hamburguesa mejor por el precio que ofrece el gigante estadounidense.
Me parece muy interesante hacer referencia a los costes y al precio a la hora de comparar productos de distintas calidades. Sin embargo, hay un problema: que no se pueda hacer mejor no quiere decir que la que se haga sea buena.

"No creo que la gente debería decir que el McDonald's no es bueno si no existe una alternativa por el mismo precio. Es como decir que todo el mundo debería conducir un Rolls Royce; la mayoría no lo hace. Los coches tienen el precio que tienen".
"Si contrataran a los 10 mejores cocineros del mundo, no podrían hacer una mejor hamburguesa con ese valor. Subirían el precio y harían una hamburguesa de la mejor calidad con carne fresca. Y la gente tendría la opción de comerla, pero pagando tres veces más".
Otra frase problemática. La gente conduce coches mucho más baratos que un Rolls pero, en Europa, estará prohibido conducir el Tata Nano (1700 euros) por problemas de seguridad y de emisiones.
En el mundo civilizado se fija una calidad mínima de los productos y los empresarios tratan de producir esa calidad de forma tan barata como les sea posible. No ocurre lo contrario: que alguien produzca a un determinado coste y luego si se le critica la calidad del producto te conteste que trates tú de aumentar la calidad a ese precio.
Los temas interesantes son:
1. El establecimiento de estándares mínimos de calidad por parte de los gobiernos. ¿Quién los fija? ¿Qué consecuencias tienen para el bienestar de los consumidores y para los costes de producción?
2. Nutrición. La raza humana ha evolucionado en un mundo con una escasez importante de nutrientes y una vida muy corta y activa. La situación ahora es la contraria: abundancia de nutrientes en una vida larga y sedentaria. Por tanto, las preferencias más primarias no sirven para tomar decisiones individuales racionales sobre este tema. Es necesaria información y formación para nutrirse adecuadamente. ¿Proporciona el mercado este tipo de producto? Mi primera impresion es que no.

1 comentario:

Anónimo dijo...

No entro en lo simpático o popular que quiere ser el sr Adria, pero yo conozco bien un excelente cocinero(mi hermano) que resulta que come bastante a menudo pizza de encargo. Tiene un curriculum increible, hace unos postres que alucinas, acaba de hacer un largo curso de dietética y nutrición. Pero en el caso de la comida de encargo, ¿tendrá aversión a cocinar como dios manda para él o cansado de hacerlo tb en su trabajo, para su "uso" personal alimenticio a veces se tira a lo fácil y poco elaborado?.
Estas reflexione me llevan a un punto: ¿reflejamos en nuestra rutina personal, nuestra vida laboral, nuestro gran empeño y dedicación o nos relajamos conscientemente? Respecto a alimentación y su oferta, hasta que no me diagnosticaron cierto nivel de colesterol no me fijé en los "rotulos" de la comida. A partir de ese momento, ya lo vereis si os pasa, te entra cierta hipersensibilidad a las etiquetas y un afán hacia los productos bajos en tal o cual, te haces curiosamente un experto y observas que lo de las etiquetas es la pera: unas informan y otras poco o nada. Aún así, se ha desarrollado un Marketing extraordinario y marcas tan tradicionales como Fontaneda tienen que sacar las galletas integrales para estar en el mercado. Yo creo que la sensación del oferente es: presentas lo tuyo en plan dietético o quedas fuera de la foto (demanda).