domingo, noviembre 02, 2008

Las trampas argumentativas del hijo de Galbraith

Buscando el artículo de Krugman en el NYT online he visto un par de trampas argumentativas en una entrevista al hijo de John Kennet Galbraith.


De repente estaba ante mis ojos la prueba de una gran manipulación. Algunos amigos y lectores del blog se han quejado de las “trampas argumentativas” de Xavier Sala i Martín. El caso es que nunca han podido ponerme delante un ejemplo. Por tanto, me permito el lujo de pensar que les molestan sus conclusiones pero que tales trampas no existen.


El hijo de John K. Galbraith es un notorio representante de la Economía sin modelos. Para mí, la Economía sin modelos es algo parecido al chaleco con mangas. Trabajo en un Departamento en que los profesores, con muy contadas excepciones, son seguidores de esta línea de argumentación. El resumen es el siguiente: la economía es muy complicada, los modelos son sencillos, por lo tanto son inadecuados. Una segunda versión menos académica es: me repatean los resultados de los modelos por lo tanto su sencillez les convierte en inadecuados. El caso es que yo no estoy completamente en desacuerdo con el escepticismo sobre el poder del análisis económico pero nunca he entendido cómo se hace el análisis sin modelos. He ido a clase con media docena de seguidores de esta escuela pero su clase no era distinta de un mitin de Izquierda Unida o Fuerza Nueva dependiendo del enfoque del profesor. Es decir, un discurso superficial que toca un conjunto de resortes o interruptores sentimentales y miedos de las personas. Por ejemplo, si toca explicar la maldad intrínseca del sistema financiero dividen la suma total del valor de todas las operaciones financieras (falacia por doble contabilidad) entre el Producto Interior Bruto de Sierra Leona (falacia por irrelevancia).

Un aviso para navegantes antes de que empecemos con discusiones tipo PP-PSOE, Zapatero-Rajoy, Fernández-Amilibia u Obama-McCain. Paul Krugman ha dedicado parte de su trabajo académico a luchar contra este discurso. Si rebuscáis en Internet encontraréis un agrio intercambio de cartas con el hijo de Galbraith. En otras palabras, no se trata tanto de una discusión sobre los resultados como sobre el método de trabajo.

La parte de la entrevista más llena de trampas que un campo de minas.

But there are at least 15,000 professional economists in this country, and you’re saying only two or three of them foresaw the mortgage crisis? Ten or 12 would be closer than two or three.

What does that say about the field of economics, which claims to be a science? It’s an enormous blot on the reputation of the profession. There are thousands of economists. Most of them teach. And most of them teach a theoretical framework that has been shown to be fundamentally useless.

You’re referring to the Washington-based conservative philosophy that rejects government regulation in favor of free-market worship? Reagan’s economists worshiped the market, but Bush didn’t worship the market. Bush simply turned over regulatory authority to his friends. It enabled all the shady operators and card sharks in the system to come to dominate how we finance.


En primer lugar, acusa sin prueba a los economistas académicos de enseñar un método inútil. Quizás debo recordar que se trata de un método que se basa en:

1. La búsqueda de la simplicidad sin perder la relevancia.

2. Tener en cuenta los incentivos y las restricciones de los individuos.

3. Tener en cuenta los resultados de la agregación de los comportamientos individuales.

En general, este método sirve principalmente, aunque no únicamente, para analizar mercados.

La primera trampa la hace Galbaith junior al insinuar que él tiene un método alternativo que supera al que se maneja actualmente. Yo estoy esperando a conocerlo desde hace más de veinte años. La segunda trampa la hace la periodista al igualar este método de trabajo con la “adoración del mercado”. Por ejemplo, Krugman usa este método de trabajo con gran éxito y da el visto bueno al mercado con la regulación adecuada y a la intervención pública cuando el modelo así lo sugiera. El sigue con la trampa al decir que el problema no se trata tanto de adorar al mercado como hacía Reagan sino de dejar que lo regulen los que se benefician de la regulación. ¿Qué tiene que ver esto con el método de análisis?

Quise empezar por el final porque creo que había que hacer la aclaración metodológica en primer lugar. Sin embargo, la entrevista empieza ya con muy mal cariz. Habla de la existencia de miles de economistas que no supieron ver la crisis. Dos argumentos en contra de esta trampa:

  1. Cada economista tiene un área de trabajo y especialización y la crisis ha surgido en un lugar específico de un sector específico. La Economía podría estar muchísimo más desarrollada cientíricamente y surgir un problema que no sean capaces de ver más de una docena de economistas o ninguno.
  2. En España, los que sugeríamos que se estaba preparando una crisis como no se había visto otra en décadas éramos tildados directamente de franquistas. Me estoy refiriendo a la crisis particular de España, a aquella a la que nos tendremos que enfrentar cuando amaine la crisis financiera internacional, que tiene algún parentesco con ésta pero que tiene sus propias causas y características. Por ejemplo, una economía con un sector de la construcción sobredimensionada, problemas educativos, problemas de justicia, problemas regulatorios, gobienos que no entienden los problemas reales e inventan otros, problemas de gasto público, etc.

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