jueves, febrero 05, 2009

Tomadura de pelo

Mi capacidad de asombro no tiene límite:
1. Un político se sube al estrado y dice una tontería.
2. Un periódico transcribe la tontería y no es capaz hacer el más mínimo análisis.

Ocurre hoy en LNE.

Este es el titular:

Matemáticos y políticos apelan al poder de la investigación para reactivar la economía






Trataré de explicar esta tontería.
Imagínate que te comes una riestra de chorizo picante y te sienta como un tiro. Entre grandes dolores acudes al médico y él te dice que tienes que hacer ejercicio. De hecho, que se han demostrado sus ventajas para la salud a largo plazo. Habría tres problemas de lógica importantes. El primero es que el dolor lo tienes ahora y no dentro de un año, cinco o veinte. El segundo es que no es fácil hacer ejercicio si no lo has hecho antes y es imposible hacerlo cuando tienes una congestión. El último es que la salud a corto y largo plazo están relacionadas pero distan mucho de ser lo mismo. Tan sencillo como eso.
Volviendo a la investigación y la economía, hay bastantes resultados teóricos y alguna evidencia empírica sobre las relaciones a largo plazo entre un buen sistema científico y el crecimiento. Sin embargo, si no hemos sido capaces de mejorar el sistema de ciencia en una bonanza de quince años ¿Por qué lo vamos a hacer en medio de la situación económica más grave que se haya vivido en décadas?
Un tema interesante pero tangencial es que, en relación a la crisis, no todo el mundo parece dispuesto a leerse veinte páginas de un libro introductorio de macroeconomía. Por tanto, ya puede Blanchard y compañía rebanarse los sesos investigando en Boston que aquí poca gente les hará caso. En definitiva, incluso a largo plazo no basta con investigar sino que hace falta aplicar lo que se investiga.

¿Qué incentivos tiene aquí cada uno?
El político convencernos de que sabe lo que hace y lo está haciendo.
El académico tratar de que los recortes que se avecinan le afecten antes al vecino que a él.


3 comentarios:

Anónimo dijo...

Leo diversas entradas de tu blog --todas las que he tenido oportunidad y tiempo desde hace unos meses-- y advierto una coherencia muy razonable en la mayoría. Sin entrar en lo menudo de tu discurso (hay cosas que se me escapan), y un poco a las bravas, yo lo resumiría diciendo que te agradaría que los "tontos de pueblo" no llegasen ni a concejales. No tengo buenas noticias, vivo en uno --en un pueblo, quiero decir--, y no sabes cómo se lo montan. Efectívamente, la complicidad de alguna prensa es desalentadora.
Cabe preguntarse si es viable un sistema público (¿de bienestar?) gestionado por gente que parece ser la única beneficiada del mismo. Quiero decir --y busco respuestas-- ¿Hay algún servicio público que realmente resulte barato al ciudadano medio después de que su dinero pase por manos tan incompetentes?

Carlos Arias dijo...

Voy a ser benévolo comigo mismo. Paul Krugman dice que "los modelos son más listos que tú, incluso que yo". La modestia nunca ha sido su fuerte.
El caso es que distingue entre tener un modelo y sacar una conclusión o, alternativamente, tener una conclusión y buscarle un argumento que la cubra.
Mi problema con la política surge de la aplicación constante de unos principios básicos no de un prejuicio de base. No hace falta estudiar muchas horas un libro de Economía para darse cuenta de que:
1. La regulación es necesaria (no confundir con "cualquier regulación es buena").
2. La intervención es necesaria(no confundir con "cualquier intervención es beneficiosa").

Yo soy un poco más optimista que tú. Empiezo a ver algunos comportamientos políticos que ya eran comunes en Estados Unidos en los años noventa. Por ejemplo, ahora es normal en la política española admitir la derrota electoral. Cuando yo vi a Bush padre admitir la victoria de Clinton y ponerse a su servicio me quedé alucinado. Unos meses antes había visto a Javier Arenas en televisión poniendo en duda unos resultados electorales.

Anónimo dijo...

A la pregunta de la primera entrada, en la que percibo gran desasosiego; pregunto yo, ¿hay alguna manera de que la gente tenga memoria y no vote a los que han previamente defraudado o que dejen de no votar para evitar que sigan los mismos?. Porque peso arriba o abajo del sector público, siempre va a haberlo y el político de turno que lo controle. Y tomarán decisiones que afecten a nuestro bienestar, a todos los niveles, nos pongamos boca arriba, boca abajo o de lado. En esta desazón, que yo comparto, creo, se nutren los movimientos antisistema.
Mi optimismo nacería con la participación de la ciudadanía.
Alfonso