martes, febrero 03, 2009

Modelos verbales

Paul Krugman es muy bueno con los modelos sencillos. De hecho, a nivel divulgativo es un pionero en el uso de brillantes simplificaciones verbales para aclarar un tema inicialmente intratable. La primera historia se la he oído a él alguna vez.

1. Economía en una burbuja

Comprar y vender pisos cada vez más caros gastando rápidamente la diferencia entre compra y venta. Los pisos son construidos por trabajadores inmigrantes y pagados con el ahorro de otros países.

2.Comercio (intercambio en general) y cambio técnico

Un inventor diseña una máquina espectacular que convierte sacos llenos de trigo en teléfonos móviles. Tiene unas grandes toberas por las que entra el trigo y un compartimento donde aparecen los aparatos electrónicos. El inventor es agasajado hasta que un día alguien entra en la factoría y descubre el truco. Las toberas del trigo bajan hasta el puerto, allí se carga el trigo en un barco, se lleva a un país asiático y se venden. Con el dinero obtenido se compran teléfonos móviles y se llevan con una cinta hasta el otro compartimento de la máquina.

Este ejemplo es importante porque todos podemos llegar a estar de acuerdo en poner restricciones al comercio pero muy pocos se atreven a proponer una restricción explícita al cambio técnico (por ejemplo, la “economía estacionaria” cuyo significado seguimos sin conocer”). Las restricciones no explícitas (escondidas) al cambio técnico están por todos lados.

Este ejemplo me lleva al autor de algunas de las mejores historias de este tipo: Bastiat. Mi preferida es el tren inverso aunque la idea de hacer casas sin ventanas para favorecer a la industria de las velas y los candiles tampoco está mal.

En época de crisis encontraréis muchas de estas historias en el discurso público.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Me encantan las refutaciones orales, sobre todo las que llevan un argumento hasta su absurdo.

Un ejemplo (argumento cortesía de Antonio Álvarez): mucha gente recicla papel y cartón pensando que así se talan menos árboles. Pero si llevásemos la realidad hasta su extremo y todo el papel y cartón que se produjese en el mundo viniese exclusivamente del reciclaje... ¿dónde acabaría toda la superficie arbolada privada dedicada a producir pasta de papel? Pues sus dueños dejarían de replantar árboles y plantarían trigo, soja, molinos de viento o montarían un circuito de karts en dichos terrenos.

Todo ello no quiere decir que haya que prohibir el reciclaje, ojo. El problema es mucho más complejo, incluye costes de producción, eficiencia, costes ambientales de los procesos, etc... Pero el argumento de que reciclando papel salvas árboles es falaz.