jueves, enero 24, 2008

Taxis: la polémica

La entrada del blog Sector Público 08.02 logró el record de tres comentarios. Por tanto, creo que es obligado darle otra vuelta a los temas que se trataban allí.

1. La regulación del sector del Taxi podría figurar en el libro de los record. Supongo que es difícil contentar a todas las partes implicadas pero es que, en este caso, se ha logrado que todo el mundo esté descontento.

2. Hace años leí que tus intereses personales deben guiar los temas que estudias pero no el método de análisis y mucho menos las conclusiones. Analizar un tema requiere abstracción y este ejercicio implica poder ponerse en el papel de los agentes implicados y, al mismo tiempo, tratar de mantener una posición neutral.

3. Hace tiempo leí que los constructores de León creían que el mercado no podría absorber el desarrollo de nuevo suelo. Ahora, Raúl dice que el ayuntamiento vendió más licencias de las que el mercado podía soportar. Mi modo de ver este asunto es que el mercado lo absorbe y lo soporta todo bajando o subiendo los precios.

4. La idea de que los autobuses salgan de la estación de autobuses cuando los clientes están todos juntos a más un kilómetro de distancia es absurda desde el punto de vista del uso de recursos. Si hay cincuenta viajeros dispersos por la ciudad que van a Madrid no sería lógico que el autobús se pasase tres horas recogiéndolos por la ciudad. Para eso están los taxis. Sin embargo, si se sabe que los viernes hay cincuenta viajeros en el Campus que van a Oviedo lo más lógico sería que saliese un autobús de ahí. Poner cincuenta taxis hasta la estación de autobuses es un mal uso de los recursos. La idea de crear riqueza poniendo trabas a la producción y al consumo no es nueva. De hecho, la exploró hace muchos años el inigualable Bastiat con su paradoja del tren inverso. Al parecer, los comerciantes de Burdeos decidieron que en vez de una estación de tren en Burdeos hubiese dos y una cierta distancia entre ellas. El tren llegaría de Paris a la estación del norte y partiría para España en la estación del sur. De esta manera, los viajeros desarrollarían Burdeos a base de ir en taxi, tomar algo en los bares y pernoctar en hoteles. Pero Bastiat razona que si eso es bueno para Burdeos también es bueno para cualquier otra ciudad. Es decir, debería haber un buen corte en la vía en cada pueblo o ciudad del recorrido. Llevando la historia al límite, en el afán de crear riqueza, el recorrido entre Paris y la frontera española sería un conjunto de cortes en la vía. Es decir, un no-ferrocarril o ferrocarril inverso. Por tanto, el recorrido se hace cogiendo taxis, tomando café en bares y haciendo noche en hoteles. Naturalmente, esa posibilidad ya existía antes de que se inventase el ferrocarril. Es curioso, que la restricción a la producción y al consumo se parezca a la ausencia de cambio técnico. El cambio técnico nos hace progresar y algunas regulaciones nos hacen ir hacía atrás.

5. El caso es que probablemente habría miles de cosas que harían a los dueños de las Licencias ganar más dinero si tratasen de seguir la ola del mercado en vez de oponerse siempre a él.

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