jueves, mayo 18, 2006

Humoristas que simplifican, economistas que también lo hacen y Caja España


La televisión en España ha copiado la figura norte-americana del “stand-up comedian” y creo que se les ha bautizado como monologuistas. En los años noventa, les veía en la televisión en Estados Unidos y ahora les veo durante unos segundos en la de España. Sin embargo, yo ya había visto a monologuistas en las fiestas de prado en Asturias y en las emisiones del centro territorial de TVE allí. El monologuista Asturiano era muy ácido y efectivo. En justicia, era también terriblemente tramposo. Se vestía de pueblerino para que bajases la guardia y empezaba a reírse de todo el mundo a base de simplificar los hechos alegando ignorancia. Por ejemplo, Jerónimo Granda decía que si pillabas a tu hijo en una situación comprometida (por entonces) con una estudiante de medicina no debías hacer ningún aspaviento. Ellos estaban haciendo prácticas de anatomía o de ingeniería genética y quién eras tú, pobre palurdo, para oponerte al progreso de la ciencia.
Los alumnos más atentos habrán saltado y dirán: ¡te hemos pillado! ¿No es esa precisamente la técnica analítica que usas tú? Analizas cosas complicadas con enormes simplificaciones. La verdad es que sí aunque creo que yo intento simplificar para aprender mientras que los monologuistas lo hacen para poder reírse de la simplificación. Pondré otro ejemplo. En los casi catorce años de gobierno de Felipe González éste se vio obligado a remodelar su gabinete en varias ocasiones. Algunas veces, estas remodelaciones suponían cambios de puesto de algún ministro. Por ejemplo, en una ocasión el ministro de sanidad se convirtió en ministro defensa. Ante este hecho, Jerónimo Granda decía en un programa de humor del centro territorial de TVE en Asturias: ¿Qué pasa Felipe? ¿No hay que saber nada para ser ministro?
Este chiste me da la ocasión para explicar la trampa del monologuista y la diferencia entre hacer una caricatura para mofarse o hacerla para aprender. Al preguntar si no hay que saber nada alimenta la imagen de que el ministro es un iletrado que va dando tumbos de una tarea complicada a otra imposible. Era una caricatura divertida pero injusta porque se trataba de una persona con estudios superiores y amplia experiencia empresarial, administrativa y política.
La pregunta correcta para reflexionar sería: ¿No hay que saber nada CONCRETO? O en otras palabras: ¿No son necesarios conocimientos específicos?
Esta segunda pregunta si que me llama la atención y me preocupa. Las razones por las que me preocupa son variadas.
1. Trabajo en el sector de la educación que debería plantearse cada día los contenidos que enseña.
2. Demasiadas tareas complicadas parecen encomendarse a personas que carecen de los conocimientos específicos para realizarlas.

Usando un ejemplo de actualidad, me gustaría saber cuáles son las tareas que le corresponden al presidente de Caja España y qué conocimientos específicos serían necesarios. A mi me parece un debate legítimo que se le va a escamotear a la opinión pública por el consenso de los políticos. Os animo a que investiguéis sobre las funciones y sobre las cualificaciones necesarias de un presidente de caja de ahorros. Luego, podemos seguir con Directores de Departamento, Decanos, Rectores, etc.

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