Hace muchos años dediqué bastante tiempo a una espantosa lectura que nunca logré entender. Sólo me acuerdo de una frase atribuida a Sir John Hicks: “No es posible cortar una rosa sin perturbar una estrella”.
La frase resume bien una de las ideas centrales del equilibrio general: la profunda interdependencia de los mercados. Una idea que parece no forma parte de la caja de herramientas de los consultores del Consejo de la Juventud de España.
El Mundo. Edición digital.
INFORME ELABORADO POR EL CONSEJO DE LA JUVENTUD DE ESPAÑA
Un joven debería cobrar un 132% más para poder comprarse una vivienda.
La cuota mensual de su hipoteca no debe exceder el 30% del salario medio, 16.370 € .
Vascos, baleares y madrileños, los que hacen un mayor esfuerzo para adquirir casa.
Actualizado miércoles 19/03/2008 17:05 (CET)
EUROPA PRESS
MADRID.- Un joven necesitaría tener unos ingresos mínimos anuales de 38.028,89 euros para poder comprar una vivienda libre en España "sin endeudarse excesivamente". Esto representa un 132,3% más del salario medio real actual, situado en 16.370,13 euros, según un informe elaborado por el Consejo de la Juventud de España (CJE) con datos del tercer trimestre de 2007.
La cifra hace referencia a la renta bruta que un joven debería recibir, de forma que la cuota mensual de su hipoteca no excediera del 30% del total. Por comunidades autónomas, las que registran una mayor diferencia entre ingresos reales e ingresos necesarios para comprar una casa son el País Vasco (186,6%), Baleares (183,8%) y la Comunidad de Madrid (182,3%). Mientras, Extremadura (42,3%), Navarra (70,6%) y Castilla y León (84,3%) registraron las menores desigualdades.
Asimismo, el estudio señala que el esfuerzo medio que una persona joven tiene que hacer para acceder a una vivienda representa el 69,7% de su salario, una situación que se agrava en los menores de 25 años, para los que la cifra asciende al 91,5%
Por comunidades autónomas, de nuevo los residentes en el País Vasco, Baleares y Madrid tienen que hacer los mayores esfuerzos, con porcentajes que alcanzan el 86%, 85,2% y 84,7%, respectivamente. Mientras, Extremadura (42,8%), Navarra (51,2%) y Melilla (53,6%) lograron las cifras más bajas.
Por otro lado, el informe cifra en 43 metros cuadrados la superficie máxima tolerable, es decir, los metros cuadrados máximos que una vivienda libre debería tener para que su compra no superara el 30% de los ingresos de una persona, lo que se considera como "límite máximo de endeudamiento asumible".
Empezaré por decir que espero que, de nuevo, esta descripción sea el fruto de una lectura poco afortunada por parte de un periodista y no un fiel reflejo del informe de los consultores del Consejo de la Juventud de España.
En primer lugar, no puedo creer que a alguien le paguen por calcular porcentajes sobre dos cifras que todo el mundo conoce. Si tú tienes 100 y la casa cuesta 200 necesitas tener el 100% más de dinero si quieres comprar la casa. Más increíble todavía es que el cálculo de estos porcentajes sorprenda a los periodistas y ocupen lugares preferentes en todos los periódicos. Mi abuelo denominaba a este “sofisticado” análisis “las cuatro reglas” y se enseñaba a principios del siglo XX en escuelas financiadas por los vecinos en las montañas más remotas de Asturias. Siendo más agresivo pero no menos realista debería decir que dudo que alguien pueda pagar un sueldo mileurista por este tipo de análisis.
Mis reflexiones sobre la noticia son las siguientes.
1. El salario depende de muchos factores pero no puede separarse mucho ni por mucho tiempo de la productividad de los trabajadores. Se desconocen muchos aspectos sobre la productividad pero la formación es uno de ellos.
Aquí podría ser demagógico y decir que estamos pagándoles menos de mil euros al mes a la generación mejor preparada de la historia de España. Sin embargo, yo respeto a mis alumnos y, por tanto, tengo que decir lo que considero más cercano a la verdad: se cuentan con los dedos de la mano los que pueden leer un documento en inglés, tengo dudas de que alguno pueda traducir un documento que ya esté escrito y no quiero entrar en profundidad en lo que ocurriría si tuviesen que hacer un análisis independiente de un problema económico. Al final, me encuentro con cientos de candidatos peleándose por trabajos mal pagados que no requieren especiales cualificaciones y cientos de trabajos que requieren cualificación sin cubrir.
Algún lector pensará que la productividad de un mileurista es mucho mayor de mil euros. La afirmación no resiste un mínimo análisis. Si la productividad de un mileurista fuese de dos mil euros habría un gran interés en contratarlos. De hecho, un empresario ganaría mil euros al mes por contratarlos. Por tanto, enseguida se agotarían los mileuristas y empezarían a ofrecerles un poco más de mil euros para moverlos de unos empleos a otros. El fin de este juego (el equilibrio) ocurre cuando el salario esté muy cerca de la productividad (2000 euros). El caso es parecido al de un banco que ofreciese billetes de cincuenta euros a cuarenta. Si no ponen un límite cuantitativo a la oferta el banco quebraría en unos minutos. Si ponen un límite cuantitativo, el número de billetes fijado desaparecería en unos instantes. Sin embargo, si quieren dar oportunidad a más clientes pueden establecer una subasta de los billetes de cincuenta euros empezando por ofrecerlos a cuarenta. El punto final de la subasta está claro: habría siempre gente dispuesta a pujar al alza mientras los billetes no alcancen el precio de cincuenta euros.
2. El mercado de la vivienda no es independiente del mercado de trabajo. De hecho, la remota posibilidad (versión del gobierno que acaba de ganar las elecciones) de una futura recesión con mayores niveles de desempleo ha frenado el alza del precio de la vivienda y puede que haya iniciado una bajada del precio en algunos mercados. ¿Alguien se imagina lo que le pasaría al precio de la vivienda si el salario de los jóvenes se duplicase o se triplicase?
Si alguien tiene alguna duda puede acudir a entradas anteriores sobre el efecto en el precio del alquiler de una subvención de 200 euros a un número muy limitado de jóvenes. Yo creo que el mercado de la vivienda tiene problemas relacionados con la gestión del suelo y que éstos no se van a resolver porque la gente tenga más dinero. Se resolverán cuando alguien haga algo por solucionarlos.
La frase resume bien una de las ideas centrales del equilibrio general: la profunda interdependencia de los mercados. Una idea que parece no forma parte de la caja de herramientas de los consultores del Consejo de la Juventud de España.
El Mundo. Edición digital.
INFORME ELABORADO POR EL CONSEJO DE LA JUVENTUD DE ESPAÑA
Un joven debería cobrar un 132% más para poder comprarse una vivienda.
La cuota mensual de su hipoteca no debe exceder el 30% del salario medio, 16.370 € .
Vascos, baleares y madrileños, los que hacen un mayor esfuerzo para adquirir casa.
Actualizado miércoles 19/03/2008 17:05 (CET)
EUROPA PRESS
MADRID.- Un joven necesitaría tener unos ingresos mínimos anuales de 38.028,89 euros para poder comprar una vivienda libre en España "sin endeudarse excesivamente". Esto representa un 132,3% más del salario medio real actual, situado en 16.370,13 euros, según un informe elaborado por el Consejo de la Juventud de España (CJE) con datos del tercer trimestre de 2007.
La cifra hace referencia a la renta bruta que un joven debería recibir, de forma que la cuota mensual de su hipoteca no excediera del 30% del total. Por comunidades autónomas, las que registran una mayor diferencia entre ingresos reales e ingresos necesarios para comprar una casa son el País Vasco (186,6%), Baleares (183,8%) y la Comunidad de Madrid (182,3%). Mientras, Extremadura (42,3%), Navarra (70,6%) y Castilla y León (84,3%) registraron las menores desigualdades.
Asimismo, el estudio señala que el esfuerzo medio que una persona joven tiene que hacer para acceder a una vivienda representa el 69,7% de su salario, una situación que se agrava en los menores de 25 años, para los que la cifra asciende al 91,5%
Por comunidades autónomas, de nuevo los residentes en el País Vasco, Baleares y Madrid tienen que hacer los mayores esfuerzos, con porcentajes que alcanzan el 86%, 85,2% y 84,7%, respectivamente. Mientras, Extremadura (42,8%), Navarra (51,2%) y Melilla (53,6%) lograron las cifras más bajas.
Por otro lado, el informe cifra en 43 metros cuadrados la superficie máxima tolerable, es decir, los metros cuadrados máximos que una vivienda libre debería tener para que su compra no superara el 30% de los ingresos de una persona, lo que se considera como "límite máximo de endeudamiento asumible".
Empezaré por decir que espero que, de nuevo, esta descripción sea el fruto de una lectura poco afortunada por parte de un periodista y no un fiel reflejo del informe de los consultores del Consejo de la Juventud de España.
En primer lugar, no puedo creer que a alguien le paguen por calcular porcentajes sobre dos cifras que todo el mundo conoce. Si tú tienes 100 y la casa cuesta 200 necesitas tener el 100% más de dinero si quieres comprar la casa. Más increíble todavía es que el cálculo de estos porcentajes sorprenda a los periodistas y ocupen lugares preferentes en todos los periódicos. Mi abuelo denominaba a este “sofisticado” análisis “las cuatro reglas” y se enseñaba a principios del siglo XX en escuelas financiadas por los vecinos en las montañas más remotas de Asturias. Siendo más agresivo pero no menos realista debería decir que dudo que alguien pueda pagar un sueldo mileurista por este tipo de análisis.
Mis reflexiones sobre la noticia son las siguientes.
1. El salario depende de muchos factores pero no puede separarse mucho ni por mucho tiempo de la productividad de los trabajadores. Se desconocen muchos aspectos sobre la productividad pero la formación es uno de ellos.
Aquí podría ser demagógico y decir que estamos pagándoles menos de mil euros al mes a la generación mejor preparada de la historia de España. Sin embargo, yo respeto a mis alumnos y, por tanto, tengo que decir lo que considero más cercano a la verdad: se cuentan con los dedos de la mano los que pueden leer un documento en inglés, tengo dudas de que alguno pueda traducir un documento que ya esté escrito y no quiero entrar en profundidad en lo que ocurriría si tuviesen que hacer un análisis independiente de un problema económico. Al final, me encuentro con cientos de candidatos peleándose por trabajos mal pagados que no requieren especiales cualificaciones y cientos de trabajos que requieren cualificación sin cubrir.
Algún lector pensará que la productividad de un mileurista es mucho mayor de mil euros. La afirmación no resiste un mínimo análisis. Si la productividad de un mileurista fuese de dos mil euros habría un gran interés en contratarlos. De hecho, un empresario ganaría mil euros al mes por contratarlos. Por tanto, enseguida se agotarían los mileuristas y empezarían a ofrecerles un poco más de mil euros para moverlos de unos empleos a otros. El fin de este juego (el equilibrio) ocurre cuando el salario esté muy cerca de la productividad (2000 euros). El caso es parecido al de un banco que ofreciese billetes de cincuenta euros a cuarenta. Si no ponen un límite cuantitativo a la oferta el banco quebraría en unos minutos. Si ponen un límite cuantitativo, el número de billetes fijado desaparecería en unos instantes. Sin embargo, si quieren dar oportunidad a más clientes pueden establecer una subasta de los billetes de cincuenta euros empezando por ofrecerlos a cuarenta. El punto final de la subasta está claro: habría siempre gente dispuesta a pujar al alza mientras los billetes no alcancen el precio de cincuenta euros.
2. El mercado de la vivienda no es independiente del mercado de trabajo. De hecho, la remota posibilidad (versión del gobierno que acaba de ganar las elecciones) de una futura recesión con mayores niveles de desempleo ha frenado el alza del precio de la vivienda y puede que haya iniciado una bajada del precio en algunos mercados. ¿Alguien se imagina lo que le pasaría al precio de la vivienda si el salario de los jóvenes se duplicase o se triplicase?
Si alguien tiene alguna duda puede acudir a entradas anteriores sobre el efecto en el precio del alquiler de una subvención de 200 euros a un número muy limitado de jóvenes. Yo creo que el mercado de la vivienda tiene problemas relacionados con la gestión del suelo y que éstos no se van a resolver porque la gente tenga más dinero. Se resolverán cuando alguien haga algo por solucionarlos.
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