Hay momentos en que me planteo seriamente si no sería un buen momento para huir del país un par de décadas a ver si escampa.
En este blog he comentado repetidamente mi estupor por las salidas de pata de banco de nuestro presidente y su equipo económico. No puedo creer que su solución para la que se está liando sea decir que el pesimismo no crea puestos de trabajo. Adicionalmente, ayer, con aire solemne, proclamaba que el gobierno estaría al lado de los trabajadores en esta crisis. La realidad es que el gobierno pagará pasivamente a los desempleados y hará uso de otras ayudas sociales como han hecho todos los gobiernos de este país desde que yo puedo recordar. Las políticas del gobierno (el cheque bebé, la ayuda al alquiler a los jóvenes o la subida del salario mínimo) no van a ayudar. Si alguien recuerda alguna más que lo diga.
Sin embargo, la mejor manera de estar activamente con los trabajadores sería que la crisis no hubiese llegado, hubiese llegado de forma más atenuada o que fuese corta. ¿Qué ha hecho o que hará con respecto a estas cuestiones? No puedo hacer un análisis porque desconozco que se haya hecho algo.
También dijo: “yo no me subiría a un barco donde el capitán no supiese el rumbo”. En este caso, yo ya estaba subido y el capitán llegó el último. La cuestión es si hay alguna posibilidad de bajarse. En cualquier caso, el personaje no da para mucho.
El motivo real de preocupación en este momento es la oposición. Ayer apareció en la prensa el anuncio de una escuela de verano para cargos del partido que lleva por título “Soluciones para la crisis”. Por un momento, pensé que se trataba de un foro de emergencia en el que personas de muy bajo perfil político espantadas del gobierno de Zapatero hiciesen algunas propuestas básicas para este momento tan difícil. Abrí el fichero del curso pensando que conocería a alguno de los organizadores o los ponentes y si me interesaba la charla me acercaría a Santiago a ver que decían (soy una persona muy curiosa). Fue en ese momento, cuando pensé en abandonar el país. Se trata de un conjunto amorfo de cargos del partido hablando de los temas más inverosímiles. De todos ellos, dándole el beneficio de la duda, sólo Montoro sería capaz de decir cuales son los efectos básicos de una bajada de impuestos en un modelo macroeconómico de economía cerrada. Me puedo imaginar a todos estos políticos repitiendo eslóganes durante todo el fin de semana que luego repetirán los cargos medios en las provincias y ciudades.
En este blog he comentado repetidamente mi estupor por las salidas de pata de banco de nuestro presidente y su equipo económico. No puedo creer que su solución para la que se está liando sea decir que el pesimismo no crea puestos de trabajo. Adicionalmente, ayer, con aire solemne, proclamaba que el gobierno estaría al lado de los trabajadores en esta crisis. La realidad es que el gobierno pagará pasivamente a los desempleados y hará uso de otras ayudas sociales como han hecho todos los gobiernos de este país desde que yo puedo recordar. Las políticas del gobierno (el cheque bebé, la ayuda al alquiler a los jóvenes o la subida del salario mínimo) no van a ayudar. Si alguien recuerda alguna más que lo diga.
Sin embargo, la mejor manera de estar activamente con los trabajadores sería que la crisis no hubiese llegado, hubiese llegado de forma más atenuada o que fuese corta. ¿Qué ha hecho o que hará con respecto a estas cuestiones? No puedo hacer un análisis porque desconozco que se haya hecho algo.
También dijo: “yo no me subiría a un barco donde el capitán no supiese el rumbo”. En este caso, yo ya estaba subido y el capitán llegó el último. La cuestión es si hay alguna posibilidad de bajarse. En cualquier caso, el personaje no da para mucho.
El motivo real de preocupación en este momento es la oposición. Ayer apareció en la prensa el anuncio de una escuela de verano para cargos del partido que lleva por título “Soluciones para la crisis”. Por un momento, pensé que se trataba de un foro de emergencia en el que personas de muy bajo perfil político espantadas del gobierno de Zapatero hiciesen algunas propuestas básicas para este momento tan difícil. Abrí el fichero del curso pensando que conocería a alguno de los organizadores o los ponentes y si me interesaba la charla me acercaría a Santiago a ver que decían (soy una persona muy curiosa). Fue en ese momento, cuando pensé en abandonar el país. Se trata de un conjunto amorfo de cargos del partido hablando de los temas más inverosímiles. De todos ellos, dándole el beneficio de la duda, sólo Montoro sería capaz de decir cuales son los efectos básicos de una bajada de impuestos en un modelo macroeconómico de economía cerrada. Me puedo imaginar a todos estos políticos repitiendo eslóganes durante todo el fin de semana que luego repetirán los cargos medios en las provincias y ciudades.
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