lunes, julio 14, 2008

Curso en la UIMP (II)

Mi charla en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo giró sobre temas que ya habían sido desarrollados previamente en el blog:

1. La divulgación económica
2. La reacción del público y los medios de comunicación a mis comentarios sobre el efecto de los precios en el uso de las carreteras
3. Mi artículo divulgativo sobre la idea de “rescatar” peajes.

No creo necesario volver sobre estos temas.

Os comento ahora algunas ideas que surgieron que, de algún modo, son nuevas para mí.

Philip Carey Director de la División de "Road Pricing Framework" del Departamento de Transportes en el Reino Unido hizo una presentación concisa y amena de sus ideas. Mi impresión es que al gobierno del Reino Unido no le caben muchas dudas sobre la relevancia de pagar por el uso de las carreteras aunque existen numerosos problemas. Por un lado, existe rechazo social. Por otra parte, es técnicamente muy complejo. La complejidad incluye problemas de ingeniería (¿Cómo se mide el uso?), problemas de economía (¿Cuánto se cobra) e incluso asuntos de privacidad que tiene especial relevancia en el Reino Unido (se niegan a tener DNI).

En la conferencia surgieron algunas ideas con las que no estoy de acuerdo. Por ejemplo, algunos políticos y representantes de la administración hablaron del papel social de las carreteras. Ponían el ejemplo de una anciana que necesita tanto la carretera para ir al médico como el propio Centro de Salud. El razonamiento es correcto como también lo es que necesita tanto el coche y la gasolina con la que se traslada como la carretera y el centro de salud. Sin embargo, la gasolina la paga sin rechistar (o se la pagamos entre todos) mientras siempre hay polémicas sobre el pago por uso de la carretera

Los directivos de las empresas constructoras y concesionarias se empeñaban en financiar la obra con el peaje. Esto es ciertamente posible en algunos casos mientras que no lo es en otros. Tratar de hacerlo cuando no es posible puede dar lugar a algún disgusto. Por ejemplo, una infraestructura puede ser muy barata pero muy necesaria y, por tanto, se congestionaría en cuanto se pusiera en funcionamiento sin peaje. Es decir, generará mucho dinero de peaje y sin embargo no cuesta mucho construirla. En este caso, el peaje puede usarse para pagar la infraestructura. Por otra parte, sería un error poner un peaje bajo debido a que el coste de construcción fue bajo. Si se hiciese la infraestructura estaría permanentemente congestionada.

Sin embargo, el caso contrario es posible. Una infraestructura costosa que no vaya a tener un uso mayoritario a corto plazo. Por tanto, no habría voluntad de pago que permitiese construirla. En este caso, la construcción tendría objetivos políticos, sociales o territoriales que deberían llevar a usar fondos públicos para su construcción. Poner un peaje alto debido a los altos costes de construcción conduciría a que no se usase la infraestructura y a que no se cumpliesen las metas para las que fue construida.

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