domingo, noviembre 16, 2008

Emprendedores II: Alumnos

Prada a Tope Gourmet es una apuesta arriesgada ya que la gente que camina por la calle en México D.F. suele ser la de menor poder adquisitivo. Aunque la tienda está situada en una zona de un nivel socioeconómico medio-alto (1.5 kms del WTC) les espera un proceso largo y lento para darla a conocer ya que los clientes potenciales son básicamente el personal de oficinas, los habitantes de la zona y los coches que pasan por la calle. No es habitual que alguien se desplace caminando a conocer el local aunque viva a la vuelta de la esquina. Por tanto, es necesario ir puerta por puerta haciendo publicidad.

En la foto podemos ver a Rubén tras haber perdido unas arrobas por las noches que le debe dar Alonso, a Alonso (muy guapo y bien criado) y la tienda de Prada en el D.F. Se echa en falta a Regina la guapa mamá de Alonso.

Antiguo Reino de León sa de cv, es una importadora que, en un año y medio de existencia, lleva comercializadas 12.500 botellas exclusivamente en restaurantes. Vender 12.500 botellas en Wall Mart o cualquier cadena mexicana sería mucho más fácil pero el objetivo es que los productos comercializados sean identificados como vinos de anaquel.


Sin cruzar el charco tenemos la Consultoría de Javier García. Un proyecto de consultoría de calidad que trata de transmitir a empresas pequeñas y medianas y a instituciones y administración pública conocimientos de economía que son de uso común en el mundo académico.

5 comentarios:

Javier García dijo...

Emprender no es nada fácil, y menos en este país. Todos los indicadores muestran que en España es más difícil hacer negocios que en cualquier país de la UE y de otros muchos llamados desarrollados. Emprender significa sudar mucho, dormir poco y tener una pasión por las cosas que no te haga decaer. Yo ya tengo casi para un libro de pequeños problemas de los que nadie nos habla cuando creamos una empresa:
-cuánto invertir y cómo financierlo
-A quién contratar y qué modelo de incentivos
-con quien asociarte y cómo resolver conflictos
-cómo hacer publicidad de tu negocio y que tenga contenido, que no vean que vendes humos
-cómo pasar de hacer de todo a ser un experto en determinadas áreas
-cómo aprender de manera continua y mejorar profesionalmente
-cómo ser más productivo en tu empresa
-cómo crear climas donde el conocimiento se explote de creatividad e inteligencia del equipo
-cómo comunicarnos, porque podemos ser muy buenos y nadie nos entiende, ni clientes ni proveedores, ni partners
-cómo despedir a alguien
-cómo crecer en otra Comunidad Autónoma

en fin, estas son algunos mínimos titulares que me dan para un libro. En CIES hemos sudado tinta. No nos relajamos, pero vemos que el ritmo ya es el adecuado y que entrenando todos los días seguiremos en carrera.

Gracias a Carlos por difundir el papel y la importancia de los emprendedores. La verdad que es un alivio leer cosas de emprendedores en una época donde parece que la aspiración de muchos de los jóvenes más cualificados quieren ser funcionarios.

No tengo nada contra los funcionarios, pero un país es próspero cuando tenga empresas prósperas!

Rubén González dijo...

Hace algunas comidas con Carlos, el año pasado o el anterior, le comentaba aún aspectos más sencillos de los que plantea Javier como por ejemplo el vértigo de enfrentarse a una decisión tan sencilla como decidir a quien pagar cuando en la cuenta de la empresa no hay para pagar a todos los proveedores/acreedores. Este punto, por supuesto todos los que comenta Javier y otros muchos más en lo personal me llevan a reafirmarme en el comentario que hacía hace escasas fechas con relación a la Universidad. Comparto que dar clases de “emprendimiento” debe ser muy complicado pero la Universidad puede acabar perdiéndose en logarítmos neperianos cuando la mayor parte de los problemas se pueden resolver con una suma. Quiero decir, que para ser emprendedor la primera dificultad a salvar es la tan mentada en alguna de las asignaturas de Carlos, aversión al riesgo, y esta aversión aún siendo valorada de manera diferente por cada sujeto sí acordaremos se trata en su escalafón inferior en sentirse cómodos en las cosas más sencillas del día a día en la empresa. Puedo ser un genio calculados ROEs, RAIs, VANes y demás pero si no soy capaz de reclutar personal o más sencillo aún si no soy capaz de saber gestionar mis flujos de tesorería, la administración de las facturas, establecer créditos a los clientes… por irme a lo más sencillo de poco o nada sirve que sobre el papel plantee una inversión con un periodo de recuperación rapidísimo y con unas rentabilidades tremendas, porque voy a acabar fallando en lo sencillo y nunca podremos sacar adelante el proyecto.

Desconozco el caso de Javier, pero en el mío personal digamos que soy “emprendedor por accidente”. Quizá el accidente con el que yo me topé sea lo que hace falta más a menudo y de ahí que estas charlas que damos los ex alumnos de Carlos deban ser muy productivas. En mi caso, fue uno de los dueños de las bodegas que ahora Antiguo Reino de León representa quien me ofreció todas las facilidades para establecer mi propia empresa. Esto llevó mi aversión al riesgo a niveles bajos y de ahí que tomase la decisión de meterme en ese proyecto. Tenía también la otra posibilidad, no reducir el tiempo de ocio que me deja la empresa para la que trabajo como Director General, Texdec, para dedicárselo al Antiguo Reino de León, eso creo que ya depende de cada quien.

Prada a Tope Gourmet ya podría decirse que no surge por accidente sino que para buscar sinergias con el Antiguo Reino de León.

En conclusión, que en mi caso personal el haber dado el paso se basó en gran medida por el contacto que tuve con el mundo empresarial, diferentes empresarios animándome, apoyándome y llevando mi aversión al riesgo a niveles inferiores. Quizá esto pudiera ser un punto de partida para ir generando un cambio en la sociedad, que la Universidad estuviera más en contacto con el mundo empresarial pero no sólo a nivel institucional sino que llevando al empresario a la proximidad de los alumnos.

Javier García dijo...

Ruben,
Algunas de las cosas que planteas también lo ha hecho Steve Jobs, no sé si viste este vídeo:
http://economiacies.blogspot.com/2008/06/steve-jobs-sin-palabras.html

Por otro lado, acepto pulpo en todo lo que dices. Creo que la Universidad tiene que implicarse más en temas de emprendedores. Por eso celebré tanto la posibilidad de que exista una asignatura, aunque sea optativa (algunas optatitivas reforzaron mis gustos y mi intuición por la econometría, por ejemplo).

Yo soy emprendedor por vocación. Me gusta hacer las cosas con algún sentido. Despué de trabajar duro para otros he visto que no soy un empleado fácil, necesitaba verter todas mis ganas por hacer cosas sin trabas. Ser emprendedor me permite hacer cosas que me gustan, aunque no todas las cosas que hago me gustan. Me permite tomar riesgos y sentir que si todo sale bien es porque nos lo hemos trabajado. Creo que todo se ve distinto desde esta barrera. Yo siempre he dicho que si mi empresa va mal aprenderé mucho en el camino. Un aprendizaje sobre la vida que es difícil de conseguir como empleado.

La universidad, creo, tiene que formar muy bien y tiene que ser capaz de buscar más conexiones con la empresa y la aplicación a los problemas reales. Los problemas están ahí fuera, la universidad da instrumentos para analizarlos. Pero, antes, tiene que saber qué reclama la gente de fuera y, sobre todo, tiene que tener ganas de interactuar y no funcionar como una caja negra.

Por último, decidir emprender, en mi caso, no fue tan fácil en cuanto apoyos. Yo dejaba salarios elevados en sitios "seguros" y me llamaron loco muchas veces. Ahora pienso que menos mal que estaba como una cabra!

Carlos Arias dijo...

Sólo un comentario técnico relacionado con Teoría Económica del Riesgo e Incertidumbre (TEDI). Se trata de la asignatura que imparto los lunes y martes por la tarde. En los modelos disntinguimos entre la aversión al riesgo que es una característica individual que puede variar con tus circuntancias y el riesgo que es una característica del entorno (primer tema del programa). La diferencia es crucial porque si reduces el riesgo del entorno mejoras la situación de todo el mundo independientemente de su aversión al riesgo. Aunque suene raro en estos tiempo, el sector financiero, los seguros y ciertas intervenciones estatales juegan este papel (segundo tema del programa). En algún lugar de mi blog he colgado un video de una chica que habla sobre el papel del mercado de futuros en la agricultura africana. La idea es que no es que los agricultores africanos sean unos "acojonados" sino que, a veces, se enfrentan a riesgos inasumibles. En el tema 2 demostramos que el riesgo es un factor depresor de la producción como pueden serlo el clima, la falta de capital físico y humano o la falta de instituciones. Es decir, que su gestión es un factor esencial de desarrollo.

Rubén González dijo...

Resulta muy curioso la diferencia entre las dos propuestas de emprendedores que hacía Carlos. El análisis de cada situación ya nos debe dar una tipologia sobre la que pudiera trabajar la universidad. Habrá otros muchos más tipos pero a voz de pronto tenemos dos claramente diferenciados:

- Emprendedor por vocación
- Emprendedor por accidente

En el de vocación parece claro que por uno u otro lado llegaremos al propósito de emprender. En el de accidente, que creo es sobre el que habría que trabajar para incentivarlo para llegar a tomar el camino de Steve o Javier.

A final de cuentas ambos tipos acaban teniendo mucho en común, como es la necesidad de querer ir más allá o necesidad de independencia.