miércoles, mayo 31, 2006

Intervencionismo

Me gusta mucho leer las Cartas al Director de los periódicos. Me permite ver dos cosas:
- Los olvidados problemas reales de la gente.
- Los razonamientos de las personas suficientemente ilustradas para escribir a un periódico. Podéis imaginaros como son los del resto.

La carta que aparece hoy en la edición digital del El Diario de León puede hacer historia. La reproduzco literalmente para solaz de todo el mundo.

Peajes
Julian Leon
Por que ese empeño de cuatro partiduchos politicos de nuestra ciudad por cerrar los peajes de astorga y del huerna? no se dan cuenta de que hay mas de 100 familias que viven de eso? Todo ese egoismo por cuatro miseros votos dice mucho de la calidad de nuestros politicos. en fin, espero que en algun momento alguien denuncie esto.
muchas gracias y un saludo.
La primera pregunta que me asalta es qué pensará este hombre de la mejora y generalización del telepeaje. Es decir, una tecnología que permita cobrar el peaje sin que el vehículo se detenga. Recomiendo a todo el mundo que piense sobre esta circunstancia porque esconde una vieja polémica sobre la destrucción de puestos de trabajo por el cambio tecnológico. El argumento contrario es mucho más sutil. El cambio tecnológico permite que las tareas se hagan con más facilidad y que, por tanto, se realicen actividades que antes no eran posibles. Por ejemplo, los blogs están quitando algunos puestos de trabajo a periodistas pero en vez de tener que asistir en directo a la agonía de una folclórica podemos leer artículos de gran calado y alcance como el que estoy escribiendo.

Por otra parte, este hombre ha encontrado lo que ha dado en llamarse un yacimiento de empleo. En primer lugar, se pueden suprimir los puestos de peaje que funcionan con tarjetas de crédito. Pero, ¿Por qué contentarse con doscientas familias viviendo de los peajes? Todos los pueblos de la provincia pueden poner su propia cabina de peaje y crear varios puestos de trabajo. El peaje no tiene porque ser muy alto ya que el número de vehículos es tan elevado que unos pocos céntimos pueden ser suficientes para pagar los sueldos de los operarios del peaje. En León capital se pueden poner peajes en casi todas las calles que generarían un buen número de puestos de trabajo.

Aquí es donde algunos de mis alumnos tendrán alguna ventaja. Saben que el funcionamiento de la economía no puede alejarse sustancialmente de algunos principios básicos de equilibrio general. En lenguaje más sencillo, el dinero que se va a gastar en los nuevos peajes se estaba dedicando previamente a otra cosa. Por tanto, en algún lugar de la economía alguien va a notar que sus clientes ya no tienen dinero y que tiene que despedir a sus empleados.

En este punto se puede ser mucho más incisivo. Los consumidores van a dejar de comprar cosas que hasta antes de introducir el peaje de fomento del trabajo creían necesarias. Otra buena pregunta es si los nuevos empleados de los peajes no pueden llevar a cabo otra actividad más productiva. Dado que producirían muchas molestias a los automovilistas por las calles sería mejor cobrar impuestos a los automovilistas una vez al año y mandarles el dinero a los beneficiados a casa. Es decir, que si se trata de un programa de beneficencia sería mejor no disfrazarlo de empleo.

De nuevo esta es una muy vieja historia desarrollada repetidamente por Frédéric Bastiat (1801-1850). Este hombre llegó a proponer irónicamente la prohibición de construir casas con ventanas para fomentar la industria de las velas o la instalación de discontinuidades de varios cientos de metros en las vías del tren en todos los pueblos de Francia para dar trabajo a los vecinos transportando viajeros y bultos.

jueves, mayo 25, 2006

Vivienda. Algunos apuntes sobre la polémica entre Urresti y Dean

Epi sabe que me gusta el tema del precio del suelo y la vivienda y ha tenido la amabilidad de enviarme copia de la polémica de Urresti (Iñaki) con Dean.
Yo creo que Iñaki acierta al criticar una política que no parece que lleve a ningún sitio a pesar de sus posibles buenas intenciones. Ante el artículo de Iñaki, Dean empieza diciendo que no se puede creer que le critiquen su falta de resultados ya que sus intenciones son buenas. Esta actitud de Dean es la fuente de mi insatisfacción actual con la izquierda política a todos los niveles: las buenas intenciones les exoneran completamente de obtener cualquier resultado, de ejercer autocrítica o de aceptar la crítica de los demás. No obstante, creo que Dean o quien le escribe los artículos es listo porque casi descubre un fallo sutil en el análisis de Iñaki. Pero al final, la ideología le pierde y termina hablando de acaparadores de harina.
Estas son mis ideas sobre la polémica. En primer lugar, hay un fallo sutil en la parábola de los panecillos de Iñaki. Es muy importante distinguir los costes de construcción de los costes del suelo ya que son bienes con una naturaleza económica muy distinta. Los mismos ladrillos se pueden usar para hacer un palacio o una cuadra, en Vizcaya o en Santander pero el uso que hagas de los ladrillos no afecta a su precio. El precio de los ladrillos va a venir dado por el coste de producir ladrillos. Es decir, por la situación de los materiales y la tecnología a nivel mundial. Sin embargo, el suelo sólo se puede usar en Vizcaya y el precio del suelo va a venir dado por lo que se pueda hacer con el suelo en Vizcaya. Por ejemplo, si un día todos los habitantes de Vizcaya decidiesen emigrar con la firme intención de no regresar jamás el precio del suelo se hundiría. Sin embargo, el precio de los ladrillos no cambiaría sustancialmente porque se pueden usar en el resto del mundo. En otras palabras, el precio de la construcción varía con las circunstancias mundiales de los materiales de construcción pero el precio del suelo varía por cuestiones locales. De este modo, si el regulador del suelo decide que el uso de una parcela es exclusivamente para pasto su precio bajará mucho pero si decide que se puede construir una torre de cincuenta plantas se hará muy valiosa. En la parábola de los panecillos de Iñaki la harina se parecía más a los ladrillos que al suelo. En ese punto Dean casi acierta al introducir un acaparador de harina que hace que este producto se parezca un poco más al suelo que a los ladrillos. Pero sin embargo, el ejemplo es muy forzado ya que la harina se puede producir y transportar mientras el suelo no.
La distinción entre coste/precio del suelo y coste/precio de la construcción es muy útil. De hecho, nos permite entrar con cierta profundidad en el análisis de la polémica entre Iñaki y Dean.
1. Si el precio límite de la vivienda protegida no cubre los costes de construcción (sin suelo) nadie en su sano juicio construirá esa vivienda de precio tasado. Si Iñaki está describiendo este caso su parábola es bastante acertada.
2. Si el precio de la vivienda protegida cubre al menos los costes de construcción, la diferencia entre el precio tasado y el coste de construcción es el precio del suelo. Por ley, ese suelo no se puede usar para otra cosa y, por tanto, nadie en su sano juicio puede pagar otra cantidad por ese suelo.
3. Un caso esclarecedor es aquel en que el precio de la vivienda tasada cubre justamente los costes de construcción. En este caso, el precio del suelo sería cero y el dueño no se mostraría muy interesado en que se construyese en su terreno. De hecho, puede empezar a pensar en el precio futuro del suelo. No construye pensando en que ese suelo no puede valer cero en el futuro. Esta actuación se convierte en una profecía auto-cumplida ya que si no se hacen estas viviendas aumenta la probabilidad de que la política de vivienda protegida salte por los aires y, por tanto, de que ese suelo realmente se revalorice.
La posibilidad de que la política de vivienda salte por los aires va aumentando a medida que se radicaliza. De hecho, cuanto mayor sea el porcentaje de suelo dedicado a vivienda protegida mayor será el precio de la vivienda libre sin que se haga vivienda protegida (el precio no cubre).
Hasta aquí un somero análisis basado en conceptos económicos bien conocidos. Ahora llega el momento de algunas osadas propuestas. Si yo fuese asesor de Dean le aconsejaría que bajase los porcentajes de vivienda protegida, pusiese a sus economistas (¿los tiene?) a calcular los costes de construcción de vivienda protegida (sin suelo) y fijase un precio de este tipo de vivienda que dejase algo de remanente para pagar el suelo. Si consigue aumentar la construcción de vivienda protegida, algunos dueños de suelo reconocerían que la política tiene posibilidades de permanecer y que ese precio de la vivienda protegida va a determinar durante mucho tiempo el precio del suelo dedicado a vivienda protegida. Como consecuencia, empezaría a construirse vivienda protegida ya que no existiría la expectativa de revalorización por fracaso de la política. Recibir algo de dinero es mejor que nada y recibirlo ahora mejor que en el futuro si la política es firme y no se esperan revalorizaciones de ese suelo.
Si yo fuese asesor de Iñaki le aconsejaría que convenciese a Dean de que desde David Ricardo (1772-1823) se sabe que la valoración del suelo depende de la actividad que sea posible hacer en él. Por tanto, si el precio tasado no permite que el suelo tenga un precio positivo sustancial esperar a que el precio suba siempre será una opción racional. Además, no será una opción de malévolos acaparadores sino de cualquier persona con dos dedos de frente.
Estas propuestas no quieren decir que yo esté de acuerdo con la regulación del precio de la vivienda. De hecho, se trata de una regulación tosca de un monopolio aplicada a un sector cuya estructura es, probablemente, más cercana a la competencia imperfecta. ¿No hay economistas en los gobiernos?

Vivienda. La contestación de Javier Dean

TRIBUNA: EL PROYECTO DE LEY DEL SUELO. JAVIER DEAN

Cuando el pan está al precio de las angulas
Defiende el autor que las medidas introducidas en el proyecto de ley del Suelo son adecuadas para agilizar la construcción de viviendas

Javier Dean es viceconsejero de Vivienda del Gobierno vasco.

EL PAÍS - 27-03-2006

Observo con incredulidad la opinión vertida estos días en diferentes artículos, donde se aprecia una crítica directa y descalificadora hacia la política que estamos desarrollando desde el Departamento de Vivienda y Asuntos Sociales. Y, en concreto, el acuerdo alcanzado en relación con la ley del suelo es el punto de atención. Da la sensación de que hay personas y organizaciones que no pueden aceptar que este país avance mediante amplios acuerdos en la resolución del problema de la vivienda y, sobre todo, que lo haga a golpe de iniciativas de izquierda, de carácter social, lideradas por Ezker Batua-Berdeak.

Estas opiniones dejan bien a las claras que hay quien sigue sin aceptar que una organización política con tres parlamentarios autonómicos de un total de 75 sea capaz de alcanzar acuerdos, y además, mediante este trabajo en clave de consensos, consiga imprimir un giro progresista a nuestras iniciativas, que dan un vuelco a la realidad del mercado de la vivienda del que el principal beneficiado es el ciudadano vasco. Ése es nuestro pecado político: entender el acceso a la vivienda como un derecho básico de las personas. ¿Cuál ha sido entonces nuestro atrevimiento?, ¿Hemos hecho algo no debido? Eso es lo que parece. Porque entendemos que no es lícito enriquecerse de forma desmedida a costa de impedir a la juventud disponer de un techo en el que desarrollar un proyecto de vida. Porque deseamos que la oferta de viviendas protegidas supere a la de viviendas libres. Porque proponemos que las empresas promotoras obtengan beneficios del nivel de los que obtienen el resto de empresas de otros sectores económicos. Ni más ni menos. E igualmente afirmamos que las instituciones públicas deben intervenir directamente en este mercado para restablecer el equilibrio perdido entre oferta y demanda. Ése ha sido nuestro atrevimiento. Un atrevimiento que, unos abiertamente a través de sus lobbies y otros amparándose en supuestos conocimientos técnicos muy expertos, no nos perdonan. Hemos osado contradecir a los gurús del sistema, hemos afirmado que los jóvenes no deben pagar una vivienda a un precio superior al de una VPO, y en muchos casos ni siquiera eso, ya que se trata, no lo olvidemos, de un derecho básico. Este atrevimiento no se perdona por parte de quienes detentan el poder económico.

El problema que tienen estos detractores, que han construido una realidad -su realidad- basándose en inexactitudes, es que el Departamento de Vivienda y Asuntos Sociales y las sociedades de él dependientes no son organismos que actúan desde un Gobierno alejado de la realidad de la sociedad vasca: no. Los datos que manejamos y ahora exponemos nos han guiado a la hora de elaborar la socialmente tan necesaria ley del suelo.

En primer lugar, disponemos de la mejor información posible sobre las características de los demandantes de vivienda protegida de Euskadi, porque en el Servicio Etxebide están inscritas la práctica totalidad de las personas y familias demandantes. Y como conocemos el nivel de sus ingresos, sabemos que un 80% de esas personas tienen ingresos anuales inferiores a 21.000 euros; sabemos cuál es su capacidad de pago en condiciones de dignidad y, por lo tanto, sabemos qué tipo de viviendas debemos ofrecerles.

En segundo lugar, conocemos con precisión los costes del suelo, de la urbanización y de la construcción de los edificios de vivienda, porque estamos en todos esos mercados y estamos impulsando una parte importante de las actuaciones que se desarrollan en nuestro país. Por ello, podemos afirmar rotundamente que el establecimiento de una reserva del 75% para vivienda protegida en los suelos urbanizables como la que plantea la nueva ley del Suelo es perfectamente aplicable y, además de remunerar sobradamente a los propietarios del suelo, permite la obtención de un beneficio suficiente por parte de las empresas que trabajen en él.

Pero, sobre todo, como conocemos el mercado, tenemos la certidumbre de que, de no existir reservas, las viviendas libres se seguirían vendiendo a los mismos precios que en la actualidad, ya que la presión de la demanda permite a los propietarios de suelo y a los promotores marcar los tiempos en este mercado y forzar a los compradores a pagar el máximo que les permite su capacidad de endeudamiento. Utilizando el ejemplo de la panadería y los panes, como hacía el señor Urresti, representante de los promotores, en su artículo: imaginemos un país en el que sólo hubiera un par de productores de harina y que, no teniendo gran urgencia en venderla, decidieran no suministrarla a las panaderías más que en pequeñas cantidades y a precio creciente cada día. El precio del pan subiría inmediatamente, ya que la gente estaría dispuesta a pagar más cada día por tan preciado bien y eso alentaría a los productores de harina a cobrar más por su materia prima.

De no intervenir alguien en este mercado, el resultado sería el siguiente: mucha gente no podría acceder a un derecho básico como es la compra del pan, dada su escasez y sus prohibitivos precios, los productores de harina habrían obtenido unos beneficios enormes -más que los de cualquier otro empresario de cualquier otro sector- y los productores de pan, aunque en menor medida, también. Como diría el señor Urresti: un fracaso en toda regla. Pues eso es exactamente lo que ha pasado en el mercado del suelo y de la vivienda en las últimas décadas: que una oferta localizada físicamente en pocas manos y con capacidad de dejar pasar el tiempo, y de matar el partido como dirían los futboleros, ha retenido suelos sin desarrollar, a la espera de que los pisos que se podían construir en ellos -por cierto, por decisión de las administraciones públicas-, alcanzaran un precio suficiente para sus intereses especulativos.

Dos datos ilustran este hecho: el crecimiento de los precios de las viviendas libres en Euskadi en los últimos diez años ha sido del 250%, mientras que los costes de construcción (excluido el precio del suelo) han crecido tan sólo en un 35%. ¿Qué ha pasado con ese enorme diferencial? ¿Adónde han ido a parar esas suculentas plusvalías? Pues está claro que a manos de los propietarios de suelos y de algunos promotores avispados que, con una actividad tan improductiva como dejar pasar el tiempo, han engordado sus cuentas de resultados a costa del resto de la ciudadanía, a costa del endeudamiento de aquellos que quieren acceder a una vivienda. Unos ciudadanos que han logrado pagar cantidades tan elevadas porque las entidades financieras, que también han hecho su agosto, se han movido con gran rapidez alargando el plazo de los préstamos y trasladando la ficción de que la capacidad adquisitiva de una persona depende de la cuantía de la cuota mensual en un momento dado. Y la pregunta es clara y rotunda: ¿por qué tiene la ciudadanía que remunerar a quienes no realizan ninguna actividad productiva, no arriesgan nada y se lucran de forma tan escandalosa con la necesidad de tantas personas?

Siguiendo con el ejemplo del pan, estoy convencido de que, a la vista de esta situación, la población pediría a las administraciones públicas dos cosas: que obligara a las empresas harineras a sacar sus reservas de harina al mercado de inmediato y que, mientras se restableciera el equilibrio en el mercado y los precios volvieran a resultar asequibles, el precio del pan estuviera limitado. Pues eso es exactamente lo que plantea la ley del Suelo que Ezker Batua-Berdeak está impulsando desde hace ya tres años: que sean los ayuntamientos los que tomen el relevo de los propietarios de suelo en el control de los desarrollos urbanísticos determinando el momento en que esos desarrollos se deben producir y que la mayor parte de las viviendas que se puedan construir sean de precio limitado.

Por lo demás, debo decir que el señor Urresti ya nos ha demostrado en varias ocasiones su capacidad para tergiversar datos, y en el artículo citado lo vuelve a hacer. Las viviendas de protección oficial iniciadas en el periodo 2002-2005 en Euskadi son 20.701. Y minimizar la importancia de este dato, me parece una falta de rigor impropia de alguien que representa a una asociación de empresarios del sector, que bien entienden de números. Y si no, podemos refrescar la memoria de los olvidadizos: los promotores vizcaínos se quejan por lo reducido del número total de viviendas que se construyen en Euskadi; pues bien, en los últimos seis años se han registrado los datos más altos de actividad del sector de entre los últimos treinta. Pero con todo, nosotros no nos desviamos del camino emprendido, y por eso seguimos trabajando duro tanto en el campo normativo, a través de la aprobación de la ley del Suelo, como en el de la gestión. Pero es incontestable que 20.701 personas y familias, una a una, han podido ver resuelto su problema de vivienda accediendo a una VPO de nueva construcción. Si a eso añadimos las que han accedido a una vivienda vacía del programa Bizigune o se han visto beneficiadas por una subvención para la compra en el mercado libre, podemos concluir que más de 25.000 personas y familias se han visto afectadas positivamente por esa política de vivienda que pretende denostar el señor Urresti.

Si estuvieran en vigor las sugerencias de los promotores vizcaínos, esas 25.000 personas y familias habrían tenido que pagar más del doble, endeudándose de por vida, para cubrir su derecho básico a disponer de una vivienda. Habrían pagado pan a precio de las angulas.

Vivienda. El artículo de Iñaki Urresti

TRIBUNA: LA FUTURA LEY DEL SUELO. IÑAKI URRESTI

Imagine un país
Considera el autor que, pese a las correcciones introducidas en el texto original, el proyecto de Ley del Suelo reproduce los errores que han llevado al fuerte encarecimiento de la vivienda.

Iñaki Urresti es gerente de Ascovi-Bieba (Asociación de Constructores y Promotores de Bizkaia).

EL PAÍS - 21-03-2006

Imagine el lector un país donde el poder público determina por ley que las panaderías deben vender dos tercios de su producción de pan a un precio convenido que no cubre los costes de las materias primas y de producción de dichos panes, que en adelante llamaremos "protegidos". El panadero, cuando analiza la rentabilidad de su negocio, lo hace en función de los ingresos y gastos que tiene en cada hornada de pan. Como los panes protegidos debe venderlos a un precio que no cubre los costes, encarece los panes del último tercio de la hornada, que en adelante llamaremos "libres", para mantener el equilibrio económico de su panadería.

Como quiera que los sucesivos aumentos de los costes de producción no se trasladan en su totalidad al precio de los panes protegidos, se produce un progresivo encarecimiento del precio de los panes libres. Llega un momento en que este precio es tan elevado que los clientes dispuestos y capacitados para abonar el mismo se reducen sensiblemente y, en consecuencia, el panadero encuentra cada vez más dificultades en colocar toda su hornada, condición sine qua non para mantener su rentabilidad. Ante esta situación, decide, por prudencia, no hornear pan ciertos días de la semana. No hornea los panes libres pero, obviamente, tampoco los panes protegidos.

Ante la tesitura de cerrar el negocio y las evidentes dificultades que tiene de trabajar en este país, comienza a producir pan en otros territorios donde la legislación no contempla tales niveles de exigencia en la venta de panes protegidos. En resumen, un objetivo inicial bienintencionado de poner mucho pan protegido a precio razonable en el mercado ha provocado un encarecimiento inducido del precio del pan libre y una reducción de la producción total de pan, tanto protegido como libre. Un fracaso en toda regla.

Este país existe, es el nuestro, y la ley que ha posibilitado esta situación es la 17/94, aprobada por el Parlamento vasco en la década de los noventa y que establece que el 65% (dos tercios) de la cuota de suelo urbanizable debe ser destinado a vivienda protegida. Los datos son elocuentes: actualmente el País Vasco cuenta, por ley, con los porcentajes de reserva de suelo para vivienda protegida más elevados del Estado, acompaña a Madrid y Cataluña en el podium de las comunidades con la vivienda más cara y cuenta, con diferencia, con la producción de vivienda más baja de todo el Estado. Apenas producimos siete viviendas por cada mil habitantes, cuando la media estatal supera las dieciséis viviendas por mil habitantes.

Todo esto para conseguir producir apenas dos viviendas protegidas por cada mil ciudadanos vascos, cuando comunidades autónomas limítrofes con el País Vasco, como La Rioja y Navarra, igualan o superan esta cifra de vivienda protegida y además duplican y triplican la producción de vivienda libre.

Cuando algunos representantes públicos alardean de que en el País Vasco el 30% del total de viviendas construidas es vivienda protegida, el porcentaje más elevado de vivienda protegida de todo el Estado, están diciendo únicamente que dos viviendas protegidas es el 30% de siete viviendas totales. En Navarra, teniendo en cuenta las cifras del 2004, el porcentaje de viviendas protegidas con respecto al total de viviendas sería únicamente de un 19%. Un porcentaje obtenido de relacionar tres viviendas protegidas con un total de 15 viviendas totales. Viendo estos datos, nadie sensato diría que nuestro flamante 30% es mejor que el 19% navarro, cuando allí se construye un 50% más de vivienda protegida y un 120% más de vivienda libre.

La negativa evolución en la construcción de vivienda, además de dificultar en gran medida el acceso a la misma a amplios sectores sociales, tiene un reflejo inmediato en la pérdida de riqueza que se produce en el conjunto de la sociedad. Cómo catalogar si no la reducción en un 30% del numero de viviendas iniciadas en el territorio histórico de Vizcaya en el periodo 2001-2005, donde hemos pasado de 8.634 viviendas iniciadas en el 2001 a apenas iniciar 5.967 viviendas el año 2005. Cómo catalogar si no la pérdida, sólo durante el año 2005, de 6.100 puestos de trabajo directos en el sector de la construcción de Vizcaya, tal y como refleja la encuesta de población ocupada del Eustat. O cómo catalogar si no la pérdida de millones de euros no recaudados por la Hacienda Foral en concepto de IVA e impuesto de sociedades por las miles de viviendas no construidas en Vizcaya y sí construidas para vizcaínos en territorios limítrofes.

Pero, ¿dónde se construye la poca vivienda iniciada en el País Vasco? Si nos centramos en vivienda protegida, vemos que, de las 20.731 viviendas iniciadas durante los cuatro últimos años, un 40% corresponden a Álava, territorio donde vive el 14% de la ciudadanía vasca. En Vizcaya, donde vive el 55% de la población, la cifra de viviendas no llega al 40%. Este evidente desequilibrio territorial se está acentuando con los años. Así, en 2005, en Vizcaya se han iniciado el 31% y en Álava el 49% del total de viviendas protegidas. Resulta lógico pensar que, si aplicamos por ley los mismos criterios, baremos y porcentajes a realidades territoriales y municipales diversas, estos desequilibrios perdurarán en el tiempo.

En el debate vasco de la vivienda se confunde con frecuencia el concepto de vivienda de protección pública con el concepto de vivienda de promoción pública; una confusión a veces interesada, que deriva en considerar que el promotor público es el que construye en exclusiva la vivienda protegida que luego "sortea" entre la larga lista de demandantes de vivienda de VPO. Esta imagen del poder público como conseguidor de vivienda asequible para sus ciudadanos es únicamente una pequeña y distorsionada parte de la realidad. La verdad es que la mayor parte de la vivienda protegida construida en el País Vasco lo ha sido por parte de las empresas promotoras privadas. Cuando un ciudadano vasco resulta agraciado en un sorteo de VPO -dado que su nueva vivienda no soporta en el precio de compra todos los costes de adquisición de suelo y producción de la misma-, hay otro ciudadano vasco que, en su mismo municipio, al adquirir una vivienda libre, sufraga estos costes. Esta redistribución de la riqueza vía sorteo de VPO está condicionando el devenir futuro de miles de ciudadanos vascos que, o no cumplen las condiciones para acceder a las listas de solicitantes de VPO o, cumpliéndolas, no resultan agraciados en el sorteo de rigor.

Hace escasas fechas ha sido presentado públicamente un acuerdo entre el Departamento de Vivienda del Gobierno vasco y el PSE en relación a la futura Ley del Suelo que, en principio, podría contar con el suficiente respaldo parlamentario para su aprobación definitiva. Este acuerdo ha corregido aspectos importantes del proyecto original, como son el mantenimiento sustancial de los modelos actuales de gestión urbanística en cohabitación con el nuevo modelo del agente urbanizador y la creación de nuevas tipos de vivienda protegida (tasada y tasada municipal) situados económicamente entre la VPO y la vivienda libre. La incorporación de estos nuevos tipos de vivienda protegida es un reconocimiento implícito, por parte de los legisladores, de los efectos perniciosos que los elevados niveles de reserva de suelo para VPO han causado en el mercado de la vivienda, tal y como he intentado explicar con el símil de la panadería. Sin embargo, se opta únicamente por colocar un vendaje que reduzca parcialmente la hemorragia causada por las elevadas reservas de suelo. Como no hay mayor ciego que el que no quiere ver, se modifican al alza los porcentajes de reserva de suelo para vivienda protegida -asómbrense- hasta un 75%, haciendo la misma errónea identificación entre mayor porcentaje de reservas de suelo para vivienda protegida con mayor numero de viviendas protegidas construidas que ya se realizó en 1994. Y digo errónea por que la realidad de la vivienda estos últimos diez años en el País Vasco, tal y como he explicado anteriormente, lo atestigua.

La vivienda. Un tema que atrae a mis alumnos

Existe un análisis económico de los problemas de la vivienda. Los resultados son demoledores ya que descubren rápidamente las causas fundamentales de la problemática. Mi alumnos se muestran interesados y, por tanto, voy a publicar una serie de artículos que espero inicien una necesaria discusión.
Demoledor informe internacional: la corrupción urbanística dispara el precio de la vivienda en España
Carlos Sanchez. Publicada en El Confidencial Digital
Jueves, 25 de mayo de 2006
La corrupción urbanística empieza a manchar la imagen de España. Transparencia Internacional, la organización no gubernamental pionera y más importante en la lucha contra la corrupción en el mundo, sitúa la acción de los ayuntamientos como el principal problema de España desde el punto de vista de la corrupción.
El informe 2006, recién publicado, parte de la base de que “el ámbito donde la corrupción es más elevada es el del nivel local de Gobierno”, sobre todo “en la costa (...) o en las inmediaciones de las grandes ciudades”. La causa de este fenómeno, según Transparencia Internacional, hay que buscarla en “la calificación del suelo urbano”, lo que ha provocado que España sea el país de la OCDE “donde el precio de la vivienda ha subido más en los últimos años”.
Transparencia Internacional recuerda un informe del Defensor del Pueblo en el que se indica que los convenios urbanísticos permiten que el titular de unos terrenos se comprometa a llevar a cabo determinadas cesiones de suelo, independientemente de lo que exige la ley, o incluso a pagar dinero, a cambio de que el municipio afectado reclasifique o aumente la edificabilidad mediante la firma del correspondiente convenio urbanístico. Esta práctica, según la citada ONG, ha hecho posible que en la actualidad “se estén generando situación de corrupción muy numerosas”.
En concreto, se citan nueve formas de operar:
1. Prácticamente todos los alcaldes están a favor de convenios urbanísticos como forma de conseguir ingresos.
2. La modificación de los planes es frecuente. En los últimos cuatro años, sólo en Mallorca, los distintos municipios han modificado en 227 ocasiones sus planes urbanísticos.
3. La vigilancia sobre construcciones ilegales y desviaciones del proyecto es poco intensa.
4. Las sanciones suelen consistir en multas y casi nunca en demoliciones.
5. En España hay una enorme cantidad de dinero negro, que se refugia naturalmente en la construcción. Normalmente, un tercio del precio de la vivienda se paga con dinero opaco, con lo que las pérdidas para Hacienda son muy cuantiosas.
6. Se ha permitido el acaparamiento de suelo en manos privadas para generar una aparente escasez del mismo y la consiguiente subida de precios.
7. Se ha expropiado a particulares para ceder posteriormente a empresas con fines sociales, las cuales, con el suelo en su poder, lo han vendido después a precios astronómicos.
8. Se ha extendido la creación, por parte de constructores, de partidos ficticios que se presentan a elecciones locales para conseguir la concejalía de urbanismo y desde ella tomar decisiones que les favorezcan; en otras ocasiones se infiltran en los partidos tradicionales para conseguir esos mismos objetivos.
9. La corrupción urbanística se expande y no respeta institución alguna, así, donde dicha corrupción es muy importante, los juzgados han sufrido las consecuencias, siendo el caso de Marbella el más famoso.
Financiación de los partidos políticos
El informe recuerda que en España, como en otros países europeos, aún está pendiente una adecuada regulación de la financiación de los partidos políticos. Y por lo tanto, hasta que se resuelve esa cuestión, “será normal que sigan surgiendo escándalos sobre sobornos y extorsiones en las obras públicas”. El informe recuerda el escándalo que se generó en Cataluña después de que el presidente Maragall revelara la existencia de comisiones del 3% en los gobiernos de CiU.
La conclusión que saca Transparencia Internacional no deja lugar a dudas: “El problema de fondo no está en las actuaciones corruptas de actores individuales, sino en la corrupción institucionalizada vinculada a la obtención ilícita de fondos para los partidos. Éste es el principal cáncer y en el que el nuevo Gobierno deberá demostrar voluntad moralizadora”, concluye el documento.
El informe está firmado por el profesor Manuel Villoria, catedrático de Ciencia Política de la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid.

jueves, mayo 18, 2006

Humoristas que simplifican, economistas que también lo hacen y Caja España


La televisión en España ha copiado la figura norte-americana del “stand-up comedian” y creo que se les ha bautizado como monologuistas. En los años noventa, les veía en la televisión en Estados Unidos y ahora les veo durante unos segundos en la de España. Sin embargo, yo ya había visto a monologuistas en las fiestas de prado en Asturias y en las emisiones del centro territorial de TVE allí. El monologuista Asturiano era muy ácido y efectivo. En justicia, era también terriblemente tramposo. Se vestía de pueblerino para que bajases la guardia y empezaba a reírse de todo el mundo a base de simplificar los hechos alegando ignorancia. Por ejemplo, Jerónimo Granda decía que si pillabas a tu hijo en una situación comprometida (por entonces) con una estudiante de medicina no debías hacer ningún aspaviento. Ellos estaban haciendo prácticas de anatomía o de ingeniería genética y quién eras tú, pobre palurdo, para oponerte al progreso de la ciencia.
Los alumnos más atentos habrán saltado y dirán: ¡te hemos pillado! ¿No es esa precisamente la técnica analítica que usas tú? Analizas cosas complicadas con enormes simplificaciones. La verdad es que sí aunque creo que yo intento simplificar para aprender mientras que los monologuistas lo hacen para poder reírse de la simplificación. Pondré otro ejemplo. En los casi catorce años de gobierno de Felipe González éste se vio obligado a remodelar su gabinete en varias ocasiones. Algunas veces, estas remodelaciones suponían cambios de puesto de algún ministro. Por ejemplo, en una ocasión el ministro de sanidad se convirtió en ministro defensa. Ante este hecho, Jerónimo Granda decía en un programa de humor del centro territorial de TVE en Asturias: ¿Qué pasa Felipe? ¿No hay que saber nada para ser ministro?
Este chiste me da la ocasión para explicar la trampa del monologuista y la diferencia entre hacer una caricatura para mofarse o hacerla para aprender. Al preguntar si no hay que saber nada alimenta la imagen de que el ministro es un iletrado que va dando tumbos de una tarea complicada a otra imposible. Era una caricatura divertida pero injusta porque se trataba de una persona con estudios superiores y amplia experiencia empresarial, administrativa y política.
La pregunta correcta para reflexionar sería: ¿No hay que saber nada CONCRETO? O en otras palabras: ¿No son necesarios conocimientos específicos?
Esta segunda pregunta si que me llama la atención y me preocupa. Las razones por las que me preocupa son variadas.
1. Trabajo en el sector de la educación que debería plantearse cada día los contenidos que enseña.
2. Demasiadas tareas complicadas parecen encomendarse a personas que carecen de los conocimientos específicos para realizarlas.

Usando un ejemplo de actualidad, me gustaría saber cuáles son las tareas que le corresponden al presidente de Caja España y qué conocimientos específicos serían necesarios. A mi me parece un debate legítimo que se le va a escamotear a la opinión pública por el consenso de los políticos. Os animo a que investiguéis sobre las funciones y sobre las cualificaciones necesarias de un presidente de caja de ahorros. Luego, podemos seguir con Directores de Departamento, Decanos, Rectores, etc.

viernes, mayo 12, 2006

Noticias delirantes

ABC
EDICIÓN IMPRESA - Cástilla y León
Santos Llamas pretende pilotar el nuevo reactor de Lagunair arropado por PSOE, PP, UPL y los empresarios leoneses

La lectura de la prensa me lleva a penar que Santos Llamas es una persona excepcional. Pero creo que esta vez se ha pasado. Nunca nadie había mencionado que supiera pilotar reactores. Es cierto que tratándose de una persona con talento puede aprender bastante rápido. También creo que puede tener ayuda y que no necesita marcharse a cruzar el Atlántico en solitario el primer día. Sin embargo, yo soy partidario de encargar los trabajos siempre a especialistas pero supongo que soy un fundamentalista.
El apoyo de los partidos y los empresarios es bastante más desconcertante. Si se limitan a decirle a donde debe ir dentro del respecto a la ley (la de los hombres y la de la gravedad) no parece preocupante. Sin embargo, también sería importante que no le molesten mientras pilota. Es una actividad con reglas muy claras y donde los técnicos han establecido con bastante certeza hasta donde se pueda llegar. Sobre todo, nada de movimientos bruscos. Una pregunta interesante: ¿Sería usted cliente de esta aerolínea?

Hasta aquí una broma mía. La noticia delirante es la que de verdad aparece en los periódicos:

ABC
EDICIÓN IMPRESA - Cástilla y León
Santos Llamas presenta su candidatura a Caja España arropado por PSOE, PP, UPL y los empresarios leoneses

Tengo la misma opinión sobre la noticia verdadera que sobre la inventada.

jueves, mayo 11, 2006

Sala-i-Martín

Me gusta mucho el trabajo estrictamente académico (cuando puedo entendelo) y el trabajo divulgativo (que suelo entender sin dificultad) del profesor de la Universidad de Columbia Xavier Sala-i-Martín. Un ex-alumno me envía esta noticia publicada hoy en el diario Expansión.

II Foro de economía de La Rioja
Sala i Martín: "La agenda de Lisboa se hizo para demostrar nuestro sentido del humor"

Fichero pdf

miércoles, mayo 10, 2006

Soluciones mágicas: emprendedores

Esta semana mis alumnos me han hecho partícipe de una anécdota que les llena de curiosidad. Un alto cargo de la Junta de Castilla y León ha señalado en un acto académico el papel central de los emprendedores para solucionar los problemas de crecimiento de la región.
Los alumnos ven con total claridad que la ausencia de emprendedores es un síntoma más que una causa de los problemas económicos. La decisión de emprender tiene que ver con los rendimientos que se esperan de esa actividad y los costes que plantea. La pregunta clave es por qué los rendimientos esperados no superan a los costes. Por tanto, el acto académico debería haber analizado la ausencia de oportunidades de negocio o los costes de emprender. Si las oportunidades de beneficio fuesen claras los emprendedores vendrían desde tierras lejanas. Alguna lectura sobre el papel de las familias de otras regiones y países en la industrialización asturiana podría ayudar a poner un poco de luz sobre este tema.
El confiar la solución de los problemas económicos a una casta de emprendedores presenta aspectos curiosos:
- Parece fruto de la superstición más que de un pensamiento racional: uno o varios seres con poderes especiales nos salvarán de los problemas que no acertamos a comprender.
- Parece culpabilizar a los ciudadanos por su escaso afán emprendedor cuando el problema está probablemente en otra parte. En ocasiones, la acusación tiene claramente tintes racistas: “ es que la gente de aquí …”
No considero que mi análisis sea más válido que cualquier otro pero si he creído oportuno expresar en voz alta mi opinión para generar el debate que la cuestión merece.

martes, mayo 09, 2006

Freakonomics

El acceso a la información a través de la red es una de las bendiciones de nuestro tiempo. Una de las mejores oportunidades es el acceso parcial gratuito a las páginas de The New York Times. De vez en cuando, publican un artículo divulgativo sobre economía o un comentario sobre un economista. Este pasado domingo, Dubner y Levitt publicarón un artículo magnífico sobre el origen del talento, es decir, de la capacidad de destacar en una actividad.
Estos dos autores (periodista y joven economista prestigioso) han publicado el año pasado un libro magnífico titulado “Freakonomics”. Es un libro de lectura relativamente fácil pero cuyo disfrute es proporcional a los conocimientos y afición por la economía del lector. El libro cuenta con una edición reciente en castellano.
Yo he usado el libro en mis clases. He logrado que los estudiantes no pudiesen esperar al día siguiente para conocer la respuesta a la pregunta que se plantea en uno de los capítulos del libro: ¿Por qué los traficantes de droga (no drogadictos) viven con sus madres? ¿No se trataba de una actividad muy lucrativa? La respuesta permite entender mejor actividades deportivas o artísticas pero también los procesos de innovación tecnológica.
Se puede encontrar material relacionado con el libro en la página web: www.freakonomics.com

Mi resumen del artículo
Los autores describen investigación que pone en evidencia que el talento futbolístico depende tanto de la organización administrativa del deporte como de las condiciones innatas de los jugadores. De hecho, los mejores jugadores nacen en los primeros meses del año mientras que las condiciones innatas deberían distribuirse uniformemente a lo largo del año. Sin embargo, los jugadores nacidos en los primeros meses del año son los de más edad de su curso académico. A partir de este hecho forzado por la organización administrativa, los jugadores mayores de cada curso son elegidos por los entrenadores, reciben todo tipo de ayuda y llegan a ser estrellas de este deporte. Por tanto, el entrenamiento juega un papel tan importante en el desarrollo del talento como las condiciones innatas.

El artículo

Freakonomics, A Star Is Made May 7, 2006,
By STEPHEN J. DUBNER and STEVEN D. LEVITT
The Birth-Month Soccer Anomaly

If you were to examine the birth certificates of every soccer player in next month's World Cup tournament, you would most likely find a noteworthy quirk: elite soccer players are more likely to have been born in the earlier months of the year than in the later months. If you then examined the European national youth teams that feed the World Cup and professional ranks, you would find this quirk to be even more pronounced. On recent English teams, for instance, half of the elite teenage soccer players were born in January, February or March, with the other half spread out over the remaining 9 months. In Germany, 52 elite youth players were born in the first three months of the year, with just 4 players born in the last three.

What might account for this anomaly? Here are a few guesses: a) certain astrological signs confer superior soccer skills; b) winter-born babies tend to have higher oxygen capacity, which increases soccer stamina; c) soccer-mad parents are more likely to conceive children in springtime, at the annual peak of soccer mania; d) none of the above.

Anders Ericsson, a 58-year-old psychology professor at Florida State University, says he believes strongly in "none of the above." He is the ringleader of what might be called the Expert Performance Movement, a loose coalition of scholars trying to answer an important and seemingly primordial question: When someone is very good at a given thing, what is it that actually makes him good?

Ericsson, who grew up in Sweden, studied nuclear engineering until he realized he would have more opportunity to conduct his own research if he switched to psychology. His first experiment, nearly 30 years ago, involved memory: training a person to hear and then repeat a random series of numbers. "With the first subject, after about 20 hours of training, his digit span had risen from 7 to 20," Ericsson recalls. "He kept improving, and after about 200 hours of training he had risen to over 80 numbers."

This success, coupled with later research showing that memory itself is not genetically determined, led Ericsson to conclude that the act of memorizing is more of a cognitive exercise than an intuitive one. In other words, whatever innate differences two people may exhibit in their abilities to memorize, those differences are swamped by how well each person "encodes" the information. And the best way to learn how to encode information meaningfully, Ericsson determined, was a process known as deliberate practice.

Deliberate practice entails more than simply repeating a task — playing a C-minor scale 100 times, for instance, or hitting tennis serves until your shoulder pops out of its socket. Rather, it involves setting specific goals, obtaining immediate feedback and concentrating as much on technique as on outcome.

Ericsson and his colleagues have thus taken to studying expert performers in a wide range of pursuits, including soccer, golf, surgery, piano playing, Scrabble, writing, chess, software design, stock picking and darts. They gather all the data they can, not just performance statistics and biographical details but also the results of their own laboratory experiments with high achievers.

Their work, compiled in the "Cambridge Handbook of Expertise and Expert Performance," a 900-page academic book that will be published next month, makes a rather startling assertion: the trait we commonly call talent is highly overrated. Or, put another way, expert performers — whether in memory or surgery, ballet or computer programming — are nearly always made, not born. And yes, practice does make perfect. These may be the sort of clichés that parents are fond of whispering to their children. But these particular clichés just happen to be true.

Ericsson's research suggests a third cliché as well: when it comes to choosing a life path, you should do what you love — because if you don't love it, you are unlikely to work hard enough to get very good. Most people naturally don't like to do things they aren't "good" at. So they often give up, telling themselves they simply don't possess the talent for math or skiing or the violin. But what they really lack is the desire to be good and to undertake the deliberate practice that would make them better.

"I think the most general claim here," Ericsson says of his work, "is that a lot of people believe there are some inherent limits they were born with. But there is surprisingly little hard evidence that anyone could attain any kind of exceptional performance without spending a lot of time perfecting it." This is not to say that all people have equal potential. Michael Jordan, even if he hadn't spent countless hours in the gym, would still have been a better basketball player than most of us. But without those hours in the gym, he would never have become the player he was.

Ericsson's conclusions, if accurate, would seem to have broad applications. Students should be taught to follow their interests earlier in their schooling, the better to build up their skills and acquire meaningful feedback. Senior citizens should be encouraged to acquire new skills, especially those thought to require "talents" they previously believed they didn't possess.

And it would probably pay to rethink a great deal of medical training. Ericsson has noted that most doctors actually perform worse the longer they are out of medical school. Surgeons, however, are an exception. That's because they are constantly exposed to two key elements of deliberate practice: immediate feedback and specific goal-setting.

The same is not true for, say, a mammographer. When a doctor reads a mammogram, she doesn't know for certain if there is breast cancer or not. She will be able to know only weeks later, from a biopsy, or years later, when no cancer develops. Without meaningful feedback, a doctor's ability actually deteriorates over time. Ericsson suggests a new mode of training. "Imagine a situation where a doctor could diagnose mammograms from old cases and immediately get feedback of the correct diagnosis for each case," he says. "Working in such a learning environment, a doctor might see more different cancers in one day than in a couple of years of normal practice."



If nothing else, the insights of Ericsson and his Expert Performance compatriots can explain the riddle of why so many elite soccer players are born early in the year.

Since youth sports are organized by age bracket, teams inevitably have a cutoff birth date. In the European youth soccer leagues, the cutoff date is Dec. 31. So when a coach is assessing two players in the same age bracket, one who happened to have been born in January and the other in December, the player born in January is likely to be bigger, stronger, more mature. Guess which player the coach is more likely to pick? He may be mistaking maturity for ability, but he is making his selection nonetheless. And once chosen, those January-born players are the ones who, year after year, receive the training, the deliberate practice and the feedback — to say nothing of the accompanying self-esteem — that will turn them into elites.

This may be bad news if you are a rabid soccer mom or dad whose child was born in the wrong month. But keep practicing: a child conceived on this Sunday in early May would probably be born by next February, giving you a considerably better chance of watching the 2030 World Cup from the family section.

Stephen J. Dubner and Steven D. Levitt are the authors of "Freakonomics: A Rogue Economist Explores the Hidden Side of Everything." More information on the research behind this column is at www.freakonomics.com.