Javi alaba en su blog la denuncia de Gabilondo ante la “falta de claridad” de Zapatero en su entrevista. Mis comentarios son bastante críticos aunque no particularmente interesantes. Sin embargo, entre el primer comentario y el segundo estuve caminando cinco o seis kilómetros por la ciudad y me dio tiempo a darme cuenta de que no estábamos hablando sólo de preferencias políticas sino de la economía básica de un sector importante: la comunicación. Se usan recursos escasos (edificios, tecnología, periodistas) para producir un bien (información). Sin embargo, los consumidores no buscan exclusivamente la veracidad o la profundidad de la información. Por ejemplo, les gusta que la información satisfaga sus prejuicios. Por su parte, las empresas de comunicación tienen su propio ideario. Dos cosas más sobre este tema:
1. Choni, una antigua alumna de Oviedo investiga sobre estos temas.
2. The Economist resumía hace unas semanas investigación sobre este tema. Se preguntaba si el sesgo de las noticias lo generaban las preferencias de los consumidores o la visión de los productores. En USA es posible analizar empíricamente esta cuestión ya que una misma empresa (preferencias de productor constantes) publica diarios en mercados ideológicamente muy diferenciados. Por tanto, se puede comprobar si adaptan las noticias al mercado al que acuden o las mantienen fieles a su ideario.
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