viernes, diciembre 12, 2008

El emperador está desnudo

El “emperador” es nuestro inefable presidente del gobierno. El pobre hombre que se ha atrevido a gritar la famosa frase el empresario Miguel Cantos.

Zapatero es uno de los mejores políticos de la historia. Conoce este país como si lo hubiese inventado él y puede permitirse lujos como el de ayer. Para los marcianos que lean el blog decirles que se presentó en una reunión de empresarios y dijo más o menos lo siguiente:
- La crisis es una sorpresa no anunciada. Las predicciones optimistas eran equivocadas.
- Como las predicciones fallaron al anunciar la crisis seguramente también fallarán en su apreciación sobre la profundidad y duración de ésta.
Durante el día los medios de comunicación trataron de apuntalar esta visión.
La burbuja inmobiliaria en varios países, sus efectos bancarios, la insostenibilidad del precio del petróleo ha sido discutida al menos desde 2.003. Mientras tanto, Zapatero y sus secuaces se han dedicado a insultar a cualquiera que mencionase estos temas. Los medios de comunicación dicen que los críticos no eran instituciones de prestigio. Por supuesto, la definición de institución de prestigio es: aquella que no fuese capaz de ver la que se estaba preparando.
Todo esto es demasiado pueril y surrealista para merecer un análisis detallado. La crisis esta aquí para quedarse y todos la iremos sufriendo día a día. Negarla sólo hará más difícil tomar medidas y que éstas sean más duras e ineficaces cuando finalmente se tomen. Las personas que más sufrirán con este enfoque serán, por supuesto, aquellas que nuestro presidente dice proteger.
La verdadera noticia no es que un empresario le haya cantado las verdades del barquero a grito pelado al presidente: “las cosas están mucho peor de lo que usted dice”. El detalle revelador es que sea el único que se atreva a hacerlo. ¿Qué esperan el resto de los asistentes? ¿Por qué le dan oxígeno a una estrategia y a un presidente altamente tóxicos?
La explicación que se me ocurre es que el empresario medio depende de subvenciones de distinto tipo y no puede permitirse decir lo que piensa. Pero, en economía los hechos son tozudos, los puedes pintar de rosa pero la herrumbre saldrá pronto por encima de la pintura.
Los empresarios no son los únicos que están callados esperando a que pase la tormenta. El papel de los profesores universitarios es simplemente esperpéntico. No se oye ni una mosca.
Termino con una anécdota que sugiere que las cosas podrían no estar mejor gobernando el partido de la oposición. Hace unos años vino la Consejera de Hacienda a dar la charla de la fiesta de la Facultad. Fue el último año en que se permitió hace la fiesta dentro de la Facultad. Los servicios estaban atascados, las puertas de las aulas reventadas y había vomitonas y excrementos por los pasillos.
Mi primera sorpresa es que esta situación no le sorprendiese y no amenazase con cerrar la Facultad si volvía a ocurrir algo remotamente parecido.
La segunda sorpresa es que durante unos minutos defendió con ahínco la estabilidad presupuestaria año a año. Había un par de docenas de profesores en la sala y nadie dijo nada. Yo no lo podía creer y le dije dos cosas:
1. No me imaginaba un político con el coraje de equilibrar el presupuesto en periodo de crisis.
2. Equilibrarlo seguramente empeoraría la recesión.
Ella me contestó dos cosas.
1. Que no entendía de economía.
2. Que no iba a haber ninguna recesión. En este momento, señaló al Director de Estadística de la Junta y le dijo ¿Verdad? Fernando Mayo asintió vehementemente.
El resto de profesores me miraban alucinados y yo tenía la impresión de haberme metido donde no debía. Le dí las gracias por la intervención y subí a contárselo a Daniel. Daniel me dijo cuál hubiese sido su réplica: “desde el Faraón y Putifar después de siete años de vacas gordas vienen siete años de vacas flacas”.


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