La tercera diapositiva de la charla contenía un listado de los principios económicos básicos que iba a usar. Estos principios son:
1. Escasez
2. Intercambio y especialización
3. Economías de escala
4. Aglomeración
No estoy seguro de que los cuatro sean realmente “principios” pero si son relevantes para entender las componentes espaciales del crecimiento (desarrollo) económico.
La escasez es el elemento básico de cualquier problema económico. En un mundo de cierta opulencia es difícil convencer a los alumnos de que la escasez es un aspecto relevante en todas las ocasiones. Sin embargo, incluso las personas más ricas del mundo se enfrentan a problemas de escasez. Por ejemplo, cada día sólo tiene veinticuatro horas y el número de días que les quedan están contados. No digamos si tienen la desgracia de contraer una enfermedad sobre la que todavía exista escasez de conocimientos.
La especialización es la gran herramienta contra la escasez. Si logramos especializarnos seremos capaces de producir más cantidad y calidad por unidad de tiempo reduciendo con ello la escasez. Con toda naturalidad, la especialización debe ir unida al intercambio ya que es imporante que alguien necesite las cosas en que tú te especializas y que otros produzcan cosas en las que tú no te has especializado pero necesitas.
La especialización va unida también a la escala de producción. Es habitual que si te especializas en algo te interese desarrollarlo a gran escala.
De nuevo, con toda naturalidad, surge la aglomeración porque cuantas más personas tengas cerca de ti más fácil será la especialización y el intercambio. No obstante, este principio está afectado por los desarrollos técnicos en transporte y telecomunicaciones.
El ejemplo que usé para ilustrar estos principios es el siguiente. A la izquierda del ordenador en que escribo las entradas del blog hay un radiador. Hace unos meses pude ver que perdía un poco de agua. El radiador no es muy complicado y yo puedo entender cuál es el problema. Sin embargo, entenderlo en todos sus detalles, buscar las herramientas adecuadas y desarrollar las habilidades necesarias para montarlo y desmontarlo lleva tiempo. De hecho, si en algún momento invirtiese todo el tiempo necesario para reparar el radiador quizás me interesase reparar más radiadores. Es decir, especializarme en esa actividad. Si lo hiciese quizás me interesase vivir en un lugar con muchos clientes potenciales. Es decir, la especialización en fugas de radiadores no funcionaría en un pueblo con dos docenas de casas. Afortunadamente, un vecino mío se ha especializado hace tiempo en arreglar radiadores y yo puedo seguir escribiendo entradas en este blog.
2. Intercambio y especialización
3. Economías de escala
4. Aglomeración
No estoy seguro de que los cuatro sean realmente “principios” pero si son relevantes para entender las componentes espaciales del crecimiento (desarrollo) económico.
La escasez es el elemento básico de cualquier problema económico. En un mundo de cierta opulencia es difícil convencer a los alumnos de que la escasez es un aspecto relevante en todas las ocasiones. Sin embargo, incluso las personas más ricas del mundo se enfrentan a problemas de escasez. Por ejemplo, cada día sólo tiene veinticuatro horas y el número de días que les quedan están contados. No digamos si tienen la desgracia de contraer una enfermedad sobre la que todavía exista escasez de conocimientos.
La especialización es la gran herramienta contra la escasez. Si logramos especializarnos seremos capaces de producir más cantidad y calidad por unidad de tiempo reduciendo con ello la escasez. Con toda naturalidad, la especialización debe ir unida al intercambio ya que es imporante que alguien necesite las cosas en que tú te especializas y que otros produzcan cosas en las que tú no te has especializado pero necesitas.
La especialización va unida también a la escala de producción. Es habitual que si te especializas en algo te interese desarrollarlo a gran escala.
De nuevo, con toda naturalidad, surge la aglomeración porque cuantas más personas tengas cerca de ti más fácil será la especialización y el intercambio. No obstante, este principio está afectado por los desarrollos técnicos en transporte y telecomunicaciones.
El ejemplo que usé para ilustrar estos principios es el siguiente. A la izquierda del ordenador en que escribo las entradas del blog hay un radiador. Hace unos meses pude ver que perdía un poco de agua. El radiador no es muy complicado y yo puedo entender cuál es el problema. Sin embargo, entenderlo en todos sus detalles, buscar las herramientas adecuadas y desarrollar las habilidades necesarias para montarlo y desmontarlo lleva tiempo. De hecho, si en algún momento invirtiese todo el tiempo necesario para reparar el radiador quizás me interesase reparar más radiadores. Es decir, especializarme en esa actividad. Si lo hiciese quizás me interesase vivir en un lugar con muchos clientes potenciales. Es decir, la especialización en fugas de radiadores no funcionaría en un pueblo con dos docenas de casas. Afortunadamente, un vecino mío se ha especializado hace tiempo en arreglar radiadores y yo puedo seguir escribiendo entradas en este blog.
Continuará ...
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