lunes, agosto 25, 2008

Principios económicos básicos y desarrollo rural VI

Estrategias generales de desarrollo
En este punto me planteé analizar dos estrategias de desarrollo que pudiesen iniciar el proceso de aglomeración que, a veces, se desea.
La primera estrategia la denomino “la gran empresa”. Es una estrategia muy conocida y que no parece necesitar mucho análisis. Una gran empresa decide instalarse en un determinado territorio. Como consecuencia, compra terrenos, atrae proveedores y clientes, contrata a personas, atrae inmigrantes. Todos estos actores secundarios siguen comprando tierra para vivir y para hacer su actividad económica. Esta estrategia es tan fácil de entender como difícil de lograr. Es una estrategia con dos beneficiarios claros:
1. Los dueños de la tierra que sólo tienen que esperar a que se la compren o alquilen a precios crecientes.
2. La administración pública que sólo tiene que hacer algo de lo que le pida esa empresa y cobrar impuestos a todos los que se acerquen al lugar.
La presión para atraer a este tipo de empresas ha causado y causa algunas anécdotas curiosas.


La otra estrategia que tengo en mente es la que se ha dado en denominar “ciudad de consumidores”. Esta estrategia está relacionada con fenómenos recientes observados, principalmente aunque no únicamente, en Estados Unidos y estudiados por la literatura económica más innovadora en estos temas. Se trata de un individuo cuyo principal activo es su capital humano y sus colaboradores y clientes se encuentran distribuidos por todo Estados Unidos o todo el mundo. Un ejemplo ilustrativo sería un banquero de inversiones de un sector muy particular como la biomedicina o un gestor de software especializado. Estas son sus características:
1. El capital físico que necesita este individuo se suele llevar en un maletín de trabajo.
2. Su trabajo requiere el acceso a telecomunicaciones.
3. Se desplaza frecuentemente en avión.

Este individuo elige para vivir un área urbana a una hora de un aeropuerto con conexiones razonables que tenga la calidad de vida que él anhela. Puede tratarse del clima, de los campos de golf, la temporada de teatro o escuelas bilingües. En este caso el trabajo de la administración para proporcionar los servicios públicos que requiere este individuo a un coste competitivo es mucho más complicado. Por otra parte, a diferencia del trabajador de la “gran empresa”, este individuo es exigente y móvil. Se suele decir que vota con los píes a través de cambios de residencia.
Estos individuos eligen una ciudad y las actividades que realizan y sus proveedores les siguen. También les siguen los servicios comerciales que suelen usar. En definitiva, son capaces de generar por si solos un proceso de aglomeración.
Es fácil darse cuenta que la aparición de este individuo y la ciudad en la que habita está relacionada con cambios recientes en la definición de los puestos de trabajo, desarrollos en las telecomunicaciones y hasta la aparición del modelo de aviación “low cost”. Todos estos fenómenos no están ni mucho menos agotados.

Continuará…

1 comentario:

Roque dijo...

Hay un debate en la Comunidad de Madrid que puede estar relacionado con este tema.
Se trata de la "Carretera de los Pantanos". Se va a desdoblar para dar acceso a una zona de la Sierra. Con ello se va a pasar a villalbizar esa zona que a la vez tiene protección medioambiental.