Hay una reñida competición por escribir el artículo más estúpido de contenido presuntamente económico. Un periodista de El Mundo ha logrado situarse hoy a la cabeza de la competición.
Corto y pego algunas perlas:
- El Gobierno rumano lanza un S.O.S: 'Necesitamos un millón de trabajadores'
- Bucarest denuncia la falta de mano de obra ante las inversiones de la UE
- Admite su incapacidad para lograr que retornen sus compatriotas
- Bucarest denuncia la falta de mano de obra ante las inversiones de la UE
- Admite su incapacidad para lograr que retornen sus compatriotas
- LOS BAJOS SALARIOS DIFICULTAN EL REGRESO AL PAÍS
Voy a probar yo a ver si me sale ser tan tonto:
- Necesito un coche nuevo. A ser posible un Mercedes.
- Vienen mis primos de visita y no quiero llevarles en la tartana que tengo.
- Admito que no puedo comprar el Mercedes.
- El precio del Mercedes es el problema.
Tengo muchos amigos expertos en Economía Laboral y ellos me pueden corregir. Yo sinceramente creo que este problema no existe.
1. Se empiezan a construir infraestructuras.
2. Aumenta la demanda de trabajadores a cada salario (se desplaza). Sube el salario y la cantidad contratada dependiendo de las elasticidades de oferta y demanda.
3. Los nuevos salarios atraen personas hacía la población activa y personas de otros países.(*)
Sólo se me ocurre una explicación: que las infraestructuras hayan sido planificadas con el salario actual. En ese caso, simplemente no se pueden hacer. Pero yo creo que no pueden ser tan tontos.
(*) Mi profesor en Wisconsin Peter Helmberger huye inteligentemente de la falacia de la escasez de mano de obra agraria con la siguiente frase en su libro de Política Agraria: "al salario adecuado hasta Mick Jagger se abotonaría la camisa y se pondría a ordeñar vacas. Debería ser realmente un salario muy alto".
1 comentario:
Me recuerda a una discusión que hubo en Asturias. Los empresarios de software decían que existía un déficit de un gran número de profesionales.
A la vez, los trabajadores del sector decía que los salarios eran míseros, las posibilidades de promoción eran mitológicas y la estabilidad mínima.
Lo que los empresarios querían eran trabajadores a un precio de becario sin experiencia. No se daban cuenta, o trataban de ignorar, que la solución del problema era sencilla. Dar a estos trabajadores lo que estos podían ganar yéndose a Madrid, Irlanda o a cualquier otro sitio... una buena remuneración.
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