Los que me conocéis sabéis que me encantan los retos intelectuales. He encontrado maneras de hacer inteligible el teorema de Arrow, he incluido en mis clases introductorias versiones populares del teorema del punto fijo, etc. Todo esto incluye entender los problemas en profundidad, buscar ejemplos en los que el problema sea claro y, sobre todo, analizar las implicaciones prácticas.
Mi obsesión con los retos de este tipo llega a tal extremo que hace muchos años un amigo se negó a explicarme los detalles de un problema de física porque pensaba que nunca más saldría de casa si descubría “el otro lado de problema”. Mi teléfono móvil no termina de descargarse totalmente y empecé a poner los juegos para gastar totalmente la batería. Había un juego que yo trataba de resolver como el ajedrez analizando dos jugadas hacia delante, tres jugadas hacía adelante, etc. Sin embargo, no tuve éxito ya que las reglas del juego implican dos movimientos de la máquina por cada movimiento del jugador. Este viernes mientras descargaba el teléfono para tenerlo operativo todo el fin de semana encontré la solución. Se resuelve cómo los juegos de varios periodos de Teoría Económica de la Decisión e Incertidumbre. Es decir, por inducción inversa. Se conoce el final, no morir en la ruta hacia el final implica que la máquina esté muy lejos (difícil) o metida en alguna trampa. Luego, la solución consiste en que la máquina vaya rápido hacia alguna trampa mientras te persigue.
El caso es que a pesar de lo que me gustan los retos intelectuales no logro entender los mítines, las frases o el proyecto de nuestro presidente del gobierno. Durante un tiempo he pensado que, como el problema del teléfono móvil, descubriría el truco pero se acaba el tiempo y no lo consigo. Lo alarmante es que gente más inteligente y preparada que yo tiene el mismo problema:
http://garciamado.blogspot.com/
Os pido ayuda para entender este rompecabezas a todos aquellos a los que alguna vez yo ayudé a entender algo difícil. Por favor, no empecéis diciendo que soy un "facha" porque os largo un blog de diez páginas con mis credenciales izquierdistas. Una pista: me he criado en barrios obreros de Gijón donde se pensaba que la solidaridad era un deber y lo poco que soy se debe, en gran parte, al esfuerzo solidario de todos los españoles (escuela, instituto, universidad, estudios de posgrado, la oportunidad de escribir este blog, la curación de mi padre cuando yo tenía catorce años, ...). Zapatero no puede decir lo mismo.
Mi obsesión con los retos de este tipo llega a tal extremo que hace muchos años un amigo se negó a explicarme los detalles de un problema de física porque pensaba que nunca más saldría de casa si descubría “el otro lado de problema”. Mi teléfono móvil no termina de descargarse totalmente y empecé a poner los juegos para gastar totalmente la batería. Había un juego que yo trataba de resolver como el ajedrez analizando dos jugadas hacia delante, tres jugadas hacía adelante, etc. Sin embargo, no tuve éxito ya que las reglas del juego implican dos movimientos de la máquina por cada movimiento del jugador. Este viernes mientras descargaba el teléfono para tenerlo operativo todo el fin de semana encontré la solución. Se resuelve cómo los juegos de varios periodos de Teoría Económica de la Decisión e Incertidumbre. Es decir, por inducción inversa. Se conoce el final, no morir en la ruta hacia el final implica que la máquina esté muy lejos (difícil) o metida en alguna trampa. Luego, la solución consiste en que la máquina vaya rápido hacia alguna trampa mientras te persigue.
El caso es que a pesar de lo que me gustan los retos intelectuales no logro entender los mítines, las frases o el proyecto de nuestro presidente del gobierno. Durante un tiempo he pensado que, como el problema del teléfono móvil, descubriría el truco pero se acaba el tiempo y no lo consigo. Lo alarmante es que gente más inteligente y preparada que yo tiene el mismo problema:
http://garciamado.blogspot.com/
Os pido ayuda para entender este rompecabezas a todos aquellos a los que alguna vez yo ayudé a entender algo difícil. Por favor, no empecéis diciendo que soy un "facha" porque os largo un blog de diez páginas con mis credenciales izquierdistas. Una pista: me he criado en barrios obreros de Gijón donde se pensaba que la solidaridad era un deber y lo poco que soy se debe, en gran parte, al esfuerzo solidario de todos los españoles (escuela, instituto, universidad, estudios de posgrado, la oportunidad de escribir este blog, la curación de mi padre cuando yo tenía catorce años, ...). Zapatero no puede decir lo mismo.
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