sábado, octubre 11, 2008

Parece que interesa el tema de Lagunair

A mi me gustaba la apuesta de los constructores leoneses por una aerolínea regional porque suponía entrar en un sector lleno de retos pero también de oportunidades. Pero tengo una duda que me corroe: ¿Quiénes son los directivos de esta aerolínea? ¿Cuál es su cualificación y experiencia?

Yo voy a decir dos cosas aparentemente contradictorias sobre la intervención de Rubén.

1. Creo que Lagunair hubiese salido adelante si tuviesen directivos de la talla de Rubén.

2. Que no estoy de acuerdo con la explicación leonesista del fracaso que hace Rubén.

Hace un tiempo tuve que viajar a Bruselas. Miré varias posibilidades y al final tenía:

a. Un vuelo desde León con Air Nostrum-Iberia haciendo escala en Barcelona por unos 300 euros.

b. Un vuelo directo desde Valladolid por unos 50 euros con Ryanair.

Elegí la opción b y me alegro de haberlo hecho no sólo por el ahorro de dinero sino por lo que aprendí aquel día. A la hora prevista un reluciente avión aterrizó en Valladolid pero en vez de apagar los motores pusieron unas vallas alrededor es éstos. Los pasajeros bajaron con cierta rapidez y nosotros empezamos a subir inmediatamente. Cuando llegamos a Charleroi al sur de Bruselas la operación se repitió. Nosotros bajamos con cierta premura y otros pasajeros se subieron con destino a una ciudad italiana.

Una de las claves(*) de Ryanair es usar intensivamente los aviones. Básicamente, son demasiado caros para tenerlos aparcados en Valladolid o en Chaleroi.

Llevada la anécdota a Lagunair, lo más caro son los aviones y sólo habrá costes unitarios contenidos si los aviones pasan poco tiempo aparcados. Por otra parte, si hay un mercado para vuelos nacionales en el aeropuerto de León. ¿Por qué no habría de haberlo en las otras capitales regionales?

En ese caso, sería razonable replicar el mismo modelo de negocio tres, cuatro o cinco veces creando una red en la que los aviones pasen poco tiempo aparcados. Por tanto, el trabajar en todas las capitales autonómicas e incluso en otras capitales de provincia españolas parece razonable desde el punto de vista de aprovechar los aviones y los conocimientos con o sin la presión de la Junta.

(*) El uso intensivo de los aviones se consigue

1. Volando a aeropuertos secundarios donde el proceso de carga y descarga del avión es prácticamente instantáneo.

2. No tener conexiones. Si hay conexiones unos aviones tienen que esperar por otros.

4 comentarios:

Rubén González dijo...

Carlos, no me dejas más remedio que estar “casi en contra” de los dos puntos que planteas, respecto del primero creo que el cariño te hace sobrevalorarme. Respecto del segundo tu teoría ciertamente parece irrefutable pero una vez la aplicamos estrictamente
al caso Lagun Air cabe considerar que desde León se venía operando con aquellos turbohélice razonablemente (más pequeños, más fáciles de llenar y seguramente más rentables para el pueblín que somos). Sobreentiendo que al no quebrar en ese momento se tenían operando los aparatos como tu indicas, a su máxima capacidad. Ha sido a raíz del incremento de la flota y su mejoramiento al adquirir reactores cuando se ha caído en esta situación.

¿por qué era rentable la ruta León-Bcn y no la Burgos-Bcn cuya cancelación fue la medida de presión que trataron de hacer a la Junta para sacar más dinero? Seguramente tenga mucho que ver que el vuelo León-Bcn estaba subvencionado por el Consorcio y su coste era de x (minuscula), en un avión pequeño y fácil de llenar y que el Burgos-Bcn, vuelo que se implementó a raíz de tener aviones más rápidos, más difíciles de llenar y no subvencionado por la Diputación de Burgos por lo tanto con un coste de X (mayuscula). Ante lo cual nos iríamos al punto que toco Abdón originalmente y es el coste que ello nos ha supuesto a los contribuyentes que yo definitivamente valoro positivamente por todos los beneficios que para León a supuesto.

Sin duda creo que su quiebra se debe a una mala gestión, quizá a una excesiva dependencia de apoyos públicos pero ese Lagun Air hoy en como terminal creo que muere de éxito. Tan grandes y desde tantos destinos se quiso volar y tan buenos aparatos tener que... morimos de éxito.

Carlos Arias dijo...

Es cierto que es difícil ser objetivo cuando te invitan a una boda con !mariachis! en el Hostal de San Marcos. Para divertimento general comentar que yo le pregunté a Jorge R. Vález si estaría asegurada la presencia de mariachis en honor a la novia. Jorge me dijo que temía más la presencia de dos bandas rivales de mariachis que su ausencia. Dados los pistolones que gastan se imaginaba una escena almodovariana en la Plaza de San Marcos.

Carlos Arias dijo...

Uno puede ser tan emocional como quiera si sabe cuando tiene que desenchufar y ser frío y cerebral. Hace un rato fui emocional y ahora le toca el turno al cerebro.
Te he mencionado a tí como representante conspicuo (toma palabra) de un grupo. Yo he trabajado con gente que puede llegar a donde quiera. En ese sentido, tengo una concepción muy democrática y nada elitista de la capacidad de las personas.


Volviendo a Lagunair. Tus argumentos son buenos pero me gustaría entrar un poco más en ellos.
Efectivamente los turbohélices son más baratos y frugales en el gasto de combustible. Sin embargo, una bicicleta es más barata y frugal que un utilitario y no siempre usas la bicicleta. Quizás lo que faltó es cabeza para mantener ambos tipos de aviones y usarlos en rutas distintas. Air Nostrum hace exáctamente eso. Sigue usando los turbohélices en la ruta de Madrid y los pequeños reactores en la de Barcelona. Parece un fallo básico de gestión de flota.
Además no has entrado en el otro aspecto. Una vez que tu sabes hacer algo lo mejor es hacerlo tantas veces como sea posible. En ese sentido, si el modelo de León funcionaba podría haber funcionado en otras capitales de provincia. Si sólo funcionaba con subvenciones no funcionaría sin subvenciones en otro lugar.

Rubén González dijo...

Ahora ya llegamos a un acuerdo, el que Jorge implicitamente te respondía, siempre hubiera sido mejor 2 bandas de mariachis que 1 sóla. Por aquello de incentivar la competencia, mejorar sus interpretaciones y evitar el monopolio a la hora de que se les solicitase un bis, bis y quisieran fijar un precio desorbitado. El resultado fue que quien las "subvencionaba" sólo tenía capacidad para cubrir los costes mínimos de operación de una, entonces tocó contratar a la que prometio mayor tiempo de actuación por el importe de la "subvención".

Ya llegamos al punto de acuerdo definitivo en Lagun Air, se modificó la estructura de costes de la compañía sin antender a que la mejoría de ir en coche en vez de bicicleta no iba a incentivar al usuario hacer más uso, valga la redundancia, sino que quienes usaban la bicicleta iban a ser practicamente los mismos que usaban el coche y que no iban a estar dispuestos a pagar más.
Replicar el negocio en el resto de provincias, no se hizo al no tener subvención de diputaciones y hoy en León perdimos el coche, la bicicleta y nos queda el consuelo de conservar los carros, eso si, engalanados.