Un alumno me pregunta mi opinión sobre el artículo que pego más abajo. No voy a entrar en la redacción ni en el rigor del artículo y me centraré en sus problemas de análisis económico. Hay que reconocer que recorre en pocas líneas muchos puntos cruciales del folclore pseudo-económico actual.
Ayudas, banca pública y política social.
El autor cifra el coste de las ayudas en una cantidad escandalosa. Yo tengo mis propias dudas sobre la conveniencia, formato y cuantía de las ayudas pero hay dos cuestiones importantes:
- El coste de no darlas. En término de bienestar, pensar en un mundo sin banca es como pensar en un mundo sin electricidad. No me imagino como podría desaparecer la electricidad pero tengo claro como puede desaparecer la banca: un pánico mundial.
- Este no es realmente el coste final. Las ayudas son realmente préstamos a un determinado tipo de interés. Si la banca sobrevive a este envite el interés será pagado y el principal devuelto. En gran parte, el problema es de desconfianza entre los bancos y estas ayudas en forma de préstamo pueden mejorar este aspecto.
El tema de instaurar una banca pública que propone el autor ha sido mencionado por personas de gran capacidad y rigor. Por ejemplo, el reciente premio Nobel de economía Paul Krugman. Su argumento es que ya que les vamos a dar dinero podamos tener algún tipo de poder de decisión. Esta es la vía que se tomó en el Reino Unido con el primer gran banco fallido. Sin embargo, el propio Krugman habla de una propiedad parcial y temporal por parte del sector público. La razón es que las ineficiencias y rigideces del sector público (perfectamente documentadas) chocan con el manejo de un sector caracterizado por su dinamismo y capacidad de innovación.
Por último, la idea de que la banca se dedique a hacer política social es realmente descabellada. Se parece un poco a la idea de que la universidad colabore directamente al desarrollo local. Es decir, tratar de hacer lo que no se sabe dejando de hacer lo que se sabe. Si se empiezan a poner condicionantes políticos en los préstamos que se conceden y sus condiciones los bancos serán menos eficientes y su esencial e insustituible función quedará en entredicho. Por otra parte, existen otras herramientas más efectivas, transparentes y evaluables para hacer la política social que se propone.
Una cuestión que no se menciona en el artículo pero si es importante es la falta de transparencia de las ayudas. A mi me gustaría conocer el importe, las condiciones y los destinatarios. De este modo, se podría evaluar la necesidad, las posibilidades de éxito y las alternativas.
Salario altos
En este caso el autor critica los altos salarios que se reciben en el sector financiero. Los altos salarios de determinados sectores y profesiones han llamado la atención de los economistas desde hace mucho tiempo. El estudio serio del problema incluye averiguar las causas (no se trata simplemente de que sean unos ladrones) demostrar su impacto económico negativo y diseñar regulaciones que pudiesen atenuar este impacto sin afectar a los aspectos positivos del sector. Por poner un ejemplo popular hablemos de futbol. Los futbolistas cobran sueldos altísimos que, curiosamente, no suscitan grandes protestas entre el público a pesar de sus frecuentes fracasos deportivos. El caso es que al ser un sector relativamente sencillo su estudio es de gran interés para entender algunos aspectos de los salarios altos y crecientes. El futbol era inicialmente un pasatiempo local, por tanto, la capacidad de pagar salarios dependía de la cantidad de gente que fuese al estadio. Como resultado, los sueldos dependerían en gran medida del tamaño de la ciudad. La televisión (el cambio técnico) hizo que algunos equipos alcanzasen un interés nacional, europeo y finalmente global. Los jugadores de estos equipos y los de otros que sean comparables tienen un sueldo que depende de la nueva audiencia. Por tanto, la subida de sueldo depende de los cambios técnicos y hasta regulatorios (por ejemplo, libre circulación de jugadores en la Unión Europea). No es difícil hilar un discurso sobre la codicia de los jugadores y la necesidad de ponerles un correctivo. Sin embargo, ese planteamiento traería más problemas que beneficios a la hora de dirigir un club, una liga o una cadena de televisión.
Propuestas de política económica
Cuando llega a las propuestas hay una preocupante falta de ideas y una cierta negación de la realidad.
- Más planificación.
Planificación correcta sería mejor que más planificación. Las consecuencias de la mala y excesiva planificación son bien conocidas. Es necesaria pero no es más fácil de llevar a cabo que la desregulación que intentaron los que ahora se critican.
b. Treinta y cinco horas semanales. No está muy claro por qué aparece ese tema en este artículo pero si está claro que es una idea que le ha dado serios dolores de cabeza al país vecino. Es curioso que se rescate esa idea en un tiempo de crisis cuando teóricamente parecía muy peligrosa y sus consecuencias prácticas están bastante bien documentadas.
La frase críptica
“en donde hay un 73% de beneficios privados cuando la media europea es del 34%.”
No está clara a qué magnitud se refiere o qué magnitud usa como base para tomar el porcentaje. A la mayor parte de los lectores de periódicos les basta con la cifra sin saber que significa pero eso no debería ser cierto para un aprendiz de economista.
En resumen, un artículo que recorriendo superficialmente los elementos básicos del folclore político actual nos proporciona una gran oportunidad para mostrar como los economistas han pensado y piensan en términos muchos más rigurosos y productivos sobre esos mismos temas.
Diario de León. 15 de Noviembre de 2008.
Su crisis... ¡que la paguen ellos!
TRIBUNA
ENRIQUE JAVIER DÍEZ GUTIÉRREZ
UN NUEVO e-mail recorre internet convocando concentraciones contra la crisis el 15 de noviembre, coincidiendo con la cumbre internacional que pretende refundar el capitalismo. Este es el mensaje que circula ya por varias vías: «El próximo 15 de Noviembre se reunirán los líderes mundiales para preparar un nuevo plan contra la crisis. Salvar de la crisis a los bancos de Estados Unidos ha costado 700.000 millones de dólares. ¡Cinco veces más de lo que aprobó la ONU para alcanzar los Objetivos del Milenio! Y las «ayudas» europeas son aún mayores. ¡Es una vergüenza! En España el Gobierno le da 100.000 millones de euros a los mismos bancos que están desahuciando a muchas familias por no poder pagar la hipoteca. Hace meses miles de personas salimos a la calle por una vivienda digna y ya advertíamos del peligro de la burbuja inmobiliaria. Ahora que ha estallado ¿la vamos a pagar nosotros? Durante años se han forrado y ahora anuncian despidos, recortes salariales, cierres de empresas, 'aparcar' el protocolo de Kioto¿ Está claro que los grandes partidos gobiernan para la banca y que los grandes sindicatos no van a rechistar. ¡Si hasta los han felicitado los banqueros y empresarios! Sólo la gente de a pie podemos denunciarlo. Privatizan los beneficios y socializan las pérdidas. ¿Se creen que somos tontos? ¿Lo vamos a permitir? Claro que no. El próximo sábado, 15 de noviembre a las 17:00 horas saldremos a la calle en todas las ciudades posibles».
En León se ha convocado en la Plaza de San Marcelo a las cinco de la tarde. Tenemos muchas y poderosas razones para movilizarnos y acudir a la concentración. La Banca española ha aumentado sus beneficios hasta el tercer trimestre de este año un 3% en relación con el mismo período del año anterior. Estamos hablando de 22.500 millones de euros. Estos fabulosos beneficios se dedicarán en parte (un 50%) a repartir dividendos entre sus accionistas, en tanto que se nos pide que les demos 50.000 millones de euros del dinero público para que puedan hacer frente a sus compromisos de liquidez. Medida que nuestras autoridades (PSOE y PP) han juzgado necesaria. El año pasado los bancos y cajas de ahorro cobraron a sus clientes 8.700 millones de euros en concepto de comisiones bancarias. Bancos y cajas de ahorro cobran «ilegalmente» comisión a los pensionistas por pagarles el importe de su prestación antes del primer día hábil de cada mes, pese a que la Tesorería General de la Seguridad Social haya ingresado con antelación la cantidad en las entidades financieras. Esta situación afecta «al 65% de los 8,5 millones de pensionistas». Mientras, el Banco Santander prevé ganar 11.500 millones en el 2009 pese a la crisis, en torno al 15% más que este año.
En una crisis mundial sin precedentes y con la recesión a la vuelta de la esquina, los sueldos de los banqueros continúan astronómicamente inmorales. Los directivos del Banco Santander cobran sueldos impresionantes: Emilio Botín, 1.305.000 euros; Alfredo Sáez Abad, 3.595.000 euros y así todos. Y en el 2007 cobraron, respectivamente, en concepto de sueldo variable (bono): 2.337.000 y 5.582.000 de euritos. Francisco González, presidente del Banco Bilbao Vizcaya Argentaria(BBVA) cobró como compensación 5,7 millones de euros. Ángel Corcóstegui y José María Amusátegui (Banco Santander) cobraron 108 millones y 56 millones respectivamente; Meter Erskine (Telefónica) se embolsó más de 30 millones; Alfonso Cortina se fue de Repsol con una indemnización de casi 20 millones, y Manuel Pizarro (Endesa) recibió 12 millones. Y en el presente, el 74% de las empresas del Ibex tienen establecidas cláusulas de garantía o blindaje a favor de 283 miembros de la alta dirección. En el 2007 el importe total de los incentivos de los consejos de administración de las compañías del Ibex 35 ascendió a 271,8 millones de euros, según datos de la CNMV. La retribución media por consejero se sitúa en 542.000 euros anuales, un 55% más que en el 2004(en este periodo la inflación en España sólo ha subido un 14,5%. En el caso de la alta dirección del Ibex, la retribución media en el 2007 fue de 669.000 euros, un 30% por encima que cuatro años antes. La crisis de este año no parece que vaya a pasar factura a los sueldos. Hasta junio, por ejemplo, los salarios de los directivos bancarios crecieron en tasa interanual un 54%, en un contexto en el que el salario anual de los directores de empresas españolas de más de diez trabajadores fue superior en un 206,6% al salario medio de los trabajadores y trabajadoras, según los datos del Instituto Nacional de Estadística(INE); en donde hay un 73% de beneficios privados cuando la media europea es del 34%. Y en un país con máximos beneficios privados, tenemos el 33% de precariedad laboral.
Estos directivos han cobrado cifras increíbles gracias a un sistema de retribución que incentivaba la toma de riesgos para lograr resultados a corto plazo. Las acciones de sus compañías subían, ellos ganaban cada vez más dinero, mientras los desequilibrios en el balance se agravaban. Este castillo de naipes se ha venido abajo con el agujero de las hipotecas basura. Los paganos de esta burbuja estamos siendo los contribuyentes. Los Gobiernos han aprobado costosísimos planes de rescate con el dinero público argumentando que era necesario evitar una quiebra en cadena de entidades que colapsara el sistema. Y a esta moda se están apuntando ya el resto de las grandes empresas, empezando por las automovilísticas, de construcción, etc. Es el mundo al revés: socialismo para los ricos y capitalismo salvaje para los más desfavorecidos.
¿Hasta cuándo vamos a permitir que quienes nos apretemos siempre el cinturón seamos la clase trabajadora y no exijamos de una vez, a los gobernantes que dicen representarnos, que sea la banca y sus accionistas quienes se aprieten el cinturón de las ganancias? Años de beneficios obscenos, de cobro de comisiones astronómicas, de usura sin medida y ahora nos piden, además, que les cubramos sus deudas. Hay que plantear alternativas de fondo. ¿Cómo que saneamos la banca privada para devolverla después? Hay que crear una banca pública. ¿Cómo que reducciones salariales? Hay que regular por ley el salario máximo interprofesional de los directivos y las 35 horas por ley sin reducción salarial, lo cual permitirá crear más puestos de trabajo y reducir los astronómicos beneficios empresariales. ¿Cómo que mercado libre cuando hay beneficios y paréntesis cuando pinta mal? Hemos de aplicar la Constitución en donde viene establecida la planificación democrática y la participación de los trabajadores y trabajadoras en el control y el futuro de las empresas. Queremos una planificación para que no paguen la crisis los de siempre.
Por eso creo necesario, imprescindible y éticamente urgente acudir y manifestarse este sábado 15 de noviembre a las 17:00 en la Plaza de San Marcelo de León gritando: ¡La crisis que la paguen ellos!