domingo, octubre 26, 2008

Problemas en Rumanía. Continuación.

Mi antiguo alumno Chema L. del Hoyo me escribe el siguiente mensaje. Se trata del análisis interesante e informativo de una persona que tiene conocimientos de Economía y vive en el mundo real. Cuando uno recibe un mensaje así se alegra de tener el trabajo que tiene y conocer a la gente que conoce.

Bueno, yo creo que el análisis no puede ser tan reduccionista como el que realiza el periodista y sí que existe un grave problema. Los salarios se están ajustando, con un crecimiento real del entorno del 15% en el último año y la economía crecía en el primer semestre de 2008 un 8,8%, lo que esta generando una fuerte demanda interna, con la consiguiente presión inflacionista, a lo que se añade una cada vez más insostenible burbuja inmobiliaria que dificulta el acceso a la vivienda en la principales ciudades (Bucarest, sin llegar a los niveles de Madrid o Barcelona, se sitúa próxima a ciudades como Zaragoza o Valencia). Esto supone que muchos emigrantes se piensen mucho el volver, pues los salarios, aunque fuesen iguales a los que ahora tienen, no les supondría vivir mejor y ni siquiera esta asegurado vivir igual. (Un litro de leche en Bucarest esta por encima del euro en las marcas más baratas, por no hablar del aceite o del pan). Según mi experiencia con el mismo salario se vive mejor en León que en Bucarest, que es donde existe mayor falta de mano de obra. Pero quizá igualmente importantes son los factores sicológicos, la situación política y social en Rumanía en los 15 años posteriores al comunismo fue de mal en peor, con deterioro de los servicios públicos y corrupción en niveles insoportables creando en muchos un nivel de pesimismo tal en su propio país que no están dispuestos a volver, pues no creen que pueda mejorar a largo plazo.

En relación a las infraestructuras y los fondos europeos existe otro problema, muchos de estos están asignados a un año determinado y si no se desarrollan los proyectos estos fondos se pierden. En el año 2007, primer año de Rumanía como miembro de pleno derecho de le UE aunque pueda parecer increíble, el país fue contribuyente neto debido a la imposibilidad de absorber todos los fondos asignados, en 2008 se espera que esta situación cambie, aunque no en todo lo que sería necesario. Buena parte de la culpa se deriva de la ineficiencia de las administraciones públicas, que el Gobierno naturalmente no menciona en el análisis que proporciona a la prensa.

En relación al trabajo cualificado la situación es igualmente mala, las empresas extranjeras que invierten en el país se encuentran como en ocasiones es más barato traer personal expatriado de España, por ejemplo, que contratar determinados profesionales locales. Pero el traer personal del extranjero es difícil debido a la mala imagen que se tiene del país, equivocada en gran medida, lo que aumento los salarios más de lo que se daría en una situación de "información perfecta".

Los precios (salarios) pueden ayudar a resolver el problema, pero existen demasiadas rigideces para que esto se haga de forma suficientemente rápida como para evitar que el crecimiento no se vea seriamente afectado, el nivel salarial es solo uno de los problemas a considerar. Mick Jagger podría ponerse a ordeñar por un salario determinado, pero ¿quien compraría esa leche?, ese es el problema de Rumanía, que los salarios pueden alcanzar un punto de crecimiento tan por encima de la productividad que la conviertan en poco atractiva, y la productividad no puede crecer en gran medida debido al pésimo desarrollo de las infraestructuras con dificultades en su desarrollo por problemas de mano de obra en los que no sólo influye el salario, insisto.

Un país no es un problema económico hipotético en un libro, y no se puede reducir el problema al ajuste de precios y salarios, existen demasiados fallos en el mercado a solucionar al mismo tiempo. Para ejemplos de modelos es mejor no usar un país es concreto, se escapan demasiados factores, al periodista y al economista que pretenda dar la solución sin conocer la situación real, y un artículo o un comunicado del Gobierno no la refleja.


Mis comentarios.

1. Mi análisis era intencional y conscientemente reduccionista. Yo quería decir que la teoría económica más básica te indicaba que había un problema que superaba ampliamente la escasez de mano de obra. La zozobra y la circularidad del artículo periodístico así lo indicaba. Empezando por el final, Chema toca sin mencionarlo explícitamente un tema importante en teoría económica: el análisis parcial (mercado de trabajo) versus el equilibrio general (el efecto del mercado de trabajo en otros mercados y viceversa). Todos sabemos cómo hacer que Mick Jagger ordeñe vacas pero no está claro cómo venderíamos la leche resultante. Pero al mismo tiempo, sabemos que son dos problemas distintos y no podemos aceptar que nos hablen del segundo y más difícil usando el lenguaje del primero.
2. Como no podía ser de otra forma el gobierno nacional y europeo tenían que aparecer por algún lado. Un inyección de fondos con restricciones absurdas (gastarlo en un determinado año) tiene efectos en la economía que no tendría la natural y calmada evolución de las preferencias, la tecnología, la renta, etc.
3. Lo más importante. Aunque puedan ayudar, el desarrollo no depende exclusivamente de los fondos europeos. De hecho, depende de la existencia de una serie de factores que no se crean de la noche a la mañana (*).

(*) Vamos a pensar en desarrollar un pueblo en el polo norte. El problema es de nuevo la “escasez” de mano de obra. No hay nadie por allí y cuando a un parado de Marbella le dices que le ofrecen un trabajo en el polo norte se lo va a pensar mucho. Un salario muy alto podría ayudar a que fuese alguna gente pero luego sería muy difícil vender lo que se produjese allí. Una solución podría ser poner calefacción hasta en las calles de esa zona del polo norte (en Minneapolis algunas calles están cerradas y tienen calefacción). La cosa podría funcionar si el gasto de calefacción fuese inferior al aumento de producto (valor añadido) que se originase. Naturalmente, instalar la calefacción ambiental allí se parece al tipo de infraestructuras que abordan los gobiernos. Es decir, sin entrar en excesivos tecnicismos parece que tiene características de bien público.
Volvamos a Rumanía. La verdadera razón para que haya “escasez” de mano de obra es que el país no es atractivo para sus emigrantes. La buena noticia es que, a priori, parece más fácil mejorar el gobierno y la calidad de vida en Rumanía que instalar calefacción en las calles del polo norte. La mala noticia es que no es tan fácil cómo parece. El desarrollo institucional que hace que la gente pueda vivir y trabajar a gusto no es fácil de construir. Mi intuición es que no se trata solamente de un bien público que pueda ser proporcionado por un gobierno bienintencionado (aunque puede ayudar) contratando policía, jueces o aprobando leyes sensatas. Se trata también de una externalidad que surge del comportamiento de cada ciudadano y no estoy seguro de que se entienda bien cómo funciona ese proceso. Suiza es lo que es porque tiene leyes e instituciones pero también porque sus ciudadanos validan esas leyes e instituciones con su comportamiento.
Estas ideas no son realmente mías. Las he tomado prestadas de la literatura más avanzada sobre Desarrollo Económico. En este sentido, recomiendo la página web de Daron Acemoglu en el Departamento de Economía del MIT.



jueves, octubre 23, 2008

La economía laboral según El Mundo

Hay una reñida competición por escribir el artículo más estúpido de contenido presuntamente económico. Un periodista de El Mundo ha logrado situarse hoy a la cabeza de la competición.
Corto y pego algunas perlas:
- El Gobierno rumano lanza un S.O.S: 'Necesitamos un millón de trabajadores'
- Bucarest denuncia la falta de mano de obra ante las inversiones de la UE
- Admite su incapacidad para lograr que retornen sus compatriotas
- LOS BAJOS SALARIOS DIFICULTAN EL REGRESO AL PAÍS
Voy a probar yo a ver si me sale ser tan tonto:
- Necesito un coche nuevo. A ser posible un Mercedes.
- Vienen mis primos de visita y no quiero llevarles en la tartana que tengo.
- Admito que no puedo comprar el Mercedes.
- El precio del Mercedes es el problema.
Tengo muchos amigos expertos en Economía Laboral y ellos me pueden corregir. Yo sinceramente creo que este problema no existe.
1. Se empiezan a construir infraestructuras.
2. Aumenta la demanda de trabajadores a cada salario (se desplaza). Sube el salario y la cantidad contratada dependiendo de las elasticidades de oferta y demanda.
3. Los nuevos salarios atraen personas hacía la población activa y personas de otros países.(*)
Sólo se me ocurre una explicación: que las infraestructuras hayan sido planificadas con el salario actual. En ese caso, simplemente no se pueden hacer. Pero yo creo que no pueden ser tan tontos.
(*) Mi profesor en Wisconsin Peter Helmberger huye inteligentemente de la falacia de la escasez de mano de obra agraria con la siguiente frase en su libro de Política Agraria: "al salario adecuado hasta Mick Jagger se abotonaría la camisa y se pondría a ordeñar vacas. Debería ser realmente un salario muy alto".

domingo, octubre 19, 2008

Retos económicos de nuestro tiempo

Creo que este es un gran momento para ser o para convertirse en un economista pasional. No descarto que esta opinión sea sólo fruto del hecho de que yo vivo en este tiempo y no en otro. La escasez siempre ha estado con nosotros y siempre estará y, por tanto, los detalles de su gestión siempre serán uno de los temas de mayor interés.

Tres temas cruzan mi mente en este momento.

No pude dejar de sentir envidia cuando Enzo Cerletti me comunicó que se quedaba en el CEMFI a hacer el Doctorado. Enzo me dijo que le interesaban los temas de finanzas internacionales y yo le dije algo parecido a esto: “intenta estudiar los efectos de la regulación bancaria y financiera quizás de la mano de Javier Suárez”.

Hace un par de días el alcalde de León guardaba un minuto de silencio para “rebelarse” contra las causas de la pobreza. La verdad es que es una actitud inteligente porque si en vez de guardar el minuto de silencio se pone a recitar y analizar las causas en público yo tendría un buen motivo para escribir otra entrada en el blog.

Mi suegro se recupera satisfactoriamente de una operación de reemplazo de la válvula aórtica. Este es el tema sobre el que más he pensado en los últimos días y sobre el que me gustaría exponer una desordenada lista de ideas:

  1. Programación dinámica

Hace diez años en una revisión rutinaria los médicos encontraron un problema asintomático por el que ahora ha sido intervenido quirúrgicamente. La decisión de los médicos fue la de retrasar la intervención hasta el momento en que el problema empezase a ser sintomático.

Yo estaba explicando Macroeconomía Avanzada en Oviedo y usábamos en nuestros razonamientos la programación dinámica o multiperiodo.

Yo veía los problemas de correr un riego hoy (coste alto en el periodo 1) cuando no había síntomas (Incremento de bienestar bajo en el periodo 1). En el periodo 1 estábamos hablando de una persona recién jubilada con una estupenda forma física. En el periodo 2 estaríamos hablando de una persona con diez años más. En ese caso el riesgo iba a ser mayor (coste más alto) y también el incremento del bienestar. Yo hubiese procedido a operar hace diez años porque, en aquel momento, me parecía que el riesgo (los costes) iban a aumentar de forma exponencial en los diez años siguientes y la historia iba a acabar mal. Al parecer me equivoqué en varias cosas. La primera es que el riesgo no aumenta tanto. La segunda es que el cambio técnico siempre juega a favor de los que esperan. Eso me lleva a mi segunda idea.

  1. La productividad y el cambio técnico.

Algunos tipos de cirugía se parecen al proceso de entrada en boxes de Fernando Alonso. Es simplemente fantástico como los médicos logran acumular conocimiento y experiencia e integrarlas en un proceso prácticamente automatizado (protocolo). En este sentido, ayudan los requisitos administrativos necesarios para ser médico (seguramente excesivos).

Sueño con un futuro en que los conocimientos económicos tengan este nivel de sistematización y puedan ser aplicados con rapidez y eficacia cuando surja un problema.

Las similitudes de la economía y la medicina no se les han escapado a economistas de la talla de Paul Krugman. Unos mínimos rudimentos de historia de la economía (distinto de historia económica) nos llevarían a recordar que Quesnay, el precursor de las tablas input-output, era médico de profesión.

3. Los retos que el futuro nos plantea

No es difícil soñar con un futuro en que los desarrollos médicos permitan curar o incluso prevenir casi todo. El primer problema es el coste de estos desarrollos y cómo se van a distribuir entre la población. El segundo problema es el conjunto de cuestiones de tipo filosófico que no se pueden responder con recetas medievales ni diciendo lo contrario de lo que decían éstas.

En esta cuestión me gusta mucho el incidente que motivó parte de la investigación más reciente e innovadora de David Cutler.

Estaba en el comedor de profesores del Departamento de la Economía de la Universidad de Harvard y allí se encontraba el gran económetra Zvi Griliches convaleciente de un cáncer de hígado que terminó costándole la vida. En el medio de una discusión casi secular sobre las medidas adecuadas para la contención del gasto sanitario Griliches le preguntó: ¿Qué te hace pensar que yo gasto demasiado en salud?

4. La tumba política de Clinton.

Como dicen los americanos Hillary se clavó la primera punta en su ataúd politico tratando de cambiar el sistema sanitario americano. Hay por lo menos dos explicaciones a un fracaso tan espantoso:

  1. Se trata de una persona tremendamente capaz pero tan sumamente soberbia que trató de imponer su imaginaria solución sobre hechos y conocimientos que la hacían imposible. En este sentido, Krugman la acusó en su día de buscarse un grupito de comparsas y de aislarse de cualquier persona que, aún coincidiendo con ella en objetivo, tuviese conocimientos del tema más allá de ir al médico de vez en cuando. ¿Os suena familiar?
  2. Las resistencias del público al cambio en este tema y los intereses de los agentes involucrados hacen de la reforma una tarea imposible. ¿Os suena familiar?

En cualquier caso para un economista que quiera dedicarse a este tema hay trabajo para toda una vida profesional por mucho que la alargue el buen hacer médico.

sábado, octubre 18, 2008

Krugman on the internet II

La discusión de Krugman sobre internet aparece en mis apuntes de Microeconomía desde hace bastantes años.


Producto marginal en la nueva economía (redes, internet, nuevas tecnologías)

Tenemos cinco ciudades (A,B,C,D y E) situadas en una línea recta a una unidad de distancia cada una de la siguiente. El input es el cable. El output son las conexiones.

El gráfico representativo de la situación es el siguiente:

A ------------------ B ------------------ C ----------------- D----------------- E

La siguiente tabla muestra las conexiones (output) obtenidas con unidades adicionales de input (cable). En definitiva, el producto marginal de input cable.

INPUT

Unidades de cable

OUTPUT

Conexiones posibles

PRODUCTO MARGINAL
1 (AB) 1 -
2 (BC) 3 2 (BC, AC)
3 (CD) 6 3 (CD, AD, BD)
4 (DE) 10 4 (DE, AE, BE, CE)

La formulación general del número de conexiones es la siguiente:

donde, x es el número de unidades de cable usadas y z es el número de conexiones. El número de conexiones se calcula como combinaciones binarias del número de ciudades que se conectan. El número de ciudades conectadas es el número de unidades de cable usadas más uno.

La segunda derivada de z con respecto a x muestra que el producto marginal es creciente:

En principio, parece que el producto marginal es creciente. Sin embargo, la situación no es del todo realista, ya que los operadores conectan en primer lugar las ciudades más grandes y luego van conectando ciudades cada vez más pequeñas. Por ejemplo, la ciudad A sería Madrid, B Barcelona, C Valencia, etc. Por lo tanto, el número de conexiones aumenta pero el “valor” de cada nueva conexión es cada vez más pequeño.

Este ejercicio está basado en el artículo de Paul Krugman titulado “The Victorian Internet”. El artículo es un comentario a la publicación de un libro con el mismo título.

Otra cuestión que merece ser mencionada es el acierto de Hal Varian en el análisis de las redes y nuevas tecnologías usando microeconomía bastante básica.

Las ideas de este ejercicio pueden ser adaptadas con éxito al análisis de redes de transporte (aviones, autobuses, etc).

Krugman on the internet I

Creo que este artículo de Krugman está relacionado con una entrada del blog de Javi.

NETWORKS AND INCREASING RETURNS: A CAUTIONARY TALE

I just read a terrific little book by Tom Standage, The Victorian Internet, a history of the rise of the telegraph. The story is, just as he claims, a great metaphor for the rise of the Internet; indeed, it is a stunningly close parallel in many respects. Standage uses the story in part to caution against the naive view that the Internet will eliminate nationalism, foster world peace, or promote a new golden age of culture. But the story also offers a more mundane cautionary lesson, suggesting that we should be skeptical about some of the enthusiastic claims about the rules under which the "new economy" works.

One of the key propositions of the "new economy" view is the idea that networks are inherently a source of very strong increasing returns; enthusiasts like Kevin Kelly like to invoke "Metcalfe's Law", which says that the usefulness of a network is proportional to the square of the number of people it connects, because that is the number of possible directions of communication. If you think that something like Metcalfe's Law actually applies, it has dramatic implications for economic dynamics. It suggests, for example, that networks are hard to get started, even when the technology is there, because it isn't worth investing in a connection unless enough other people are already connected. But once a network passes the tipping point at which connecting starts to happen, it should experience explosive growth, because each successive connection will be more valuable than the one before.

A telegraph example actually demonstrates the force of this argument quite nicely. Imagine a nation consisting of a number of equal-sized cities, each with 100 people. (Numbers are chosen for expository convenience, not realism!) If someone builds a telegraph line connecting two of the cities, it will make 10,000 two-way communications possible (from each of the inhabitants of one city to each of the inhabitants of the other). But when a third city is added to the network, this adds 20,000 possible communications, because the new city can communicate with the 200 people already in the network. And the fourth connection adds 30,000 possible links.

It's easy to see that in this case investors might be doubtful about the potential business on a single telegraph line; only once several lines had already been built would the economics of building still more become favorable, and then they would become ever more favorable.

The history of the telegraph, however, doesn't actually look that way. There was explosive growth, all right: the U.S. telegraphic network expanded 600-fold between 1846 and 1852. But the pause between when the technology was ready and the commercial applications began was negligible: as soon as an experimental line between Baltimore and Washington was up and running, investors were up and running too.

Why didn't investors hesitate? For one obvious reason: cities were not all the same size, and they could start by building lines connecting the biggest cities. A line between New York and Philadelphia already connected a large number of potential customers. And conversely, later lines did not necessarily add more potential communications than the existing ones: they connected to a bigger existing base, but they ran to smaller cities. In short, the inequality of city sizes meant that the network was not all that subject to increasing returns after all.

Of course, this all depends on the distribution of city sizes; but we know something about that. Somewhat mysteriously (see my book The Self-Organizing Economy) the size distribution of cities in the United States has long been quite well described by the "rank-size rule": the second city has half the population of the first, the third 1/3 the population, and so on. So imagine a country whose biggest city has 120 people, the next 60, the third 40, and so on. And now ask how many possible communications are added when each city enters the network, assuming - as is reasonable - that cities enter in size order.

Well, the connection between the two biggest cities will create 7200 (120 × 60) possible communications. Adding the third city to the network will add another 7200 (180 × 40). Then the network starts to run into diminishing returns: the next connection adds 6600 possible communications, the one after that 6000, and so on. The size of the base to link to keeps getting bigger, but the size of the next city keeps getting smaller, and the latter effect dominates.

The point is not that networks necessarily face diminishing rather than increasing returns; rather it is that increasing returns are by no means guaranteed. Against Metcalfe's Law must be set DeLong's Law (after Berkeley's Brad DeLong, who has made this point several times): in building a network, you tend to do the most valuable connections first. Is the net effect increasing or diminishing returns? It can go either way.

Increasing returns are, of course, more fun to think about - but that is itself a reason for caution. "New economy" types have a tendency to tell great stories, both about the economy and about themselves. Alas, the fact that a story is entertaining doesn't mean that it is true.

martes, octubre 14, 2008

Más Lagunair

Un antiguo alumno me dice:


Lagunair ha cerrado por las siguientes razones:

1. Sueldos de los altos cargos. Según las informaciones que me han dado, los sueldos de los tres cargos más altos sumaban 75 millones de las antiguas pesetas al año (450.000 €).

2. Exceso de personal. De los cerca de 200 empleados que había en plantilla, un número no despreciable fueron colocados por personas con gran influencia, en muchos casos sin ser necesarios para el normal desarrollo de la actividad de la empresa.

3. Billetes gratuitos. Lagunair dio billetes gratuitos para los socios de la empresa y sus familiares sin límite. Me consta que más de un socio hacía más de 15 viajes al año con toda su familia sin abonar un solo euro.


Mis comentarios.

1. Estos día se está hablando de los sueldos de los altos cargos, por ejemplo, en el sector financiero. Yo creo que se está sacando este tema porque, aparentemente, todo el mundo lo entiende y se identifican instantaneamente los culpabes con nombres y apellidos. Sin embargo, las cosas no son tan sencillas. La gestión de un proyecto complejo y caro es complicada y no todo el mundo está cualificado para hacerlo. Los que lo están suelen estar muy demandados y, en consecuencia, tienen un alto salario.

Estas cifras en absoluto no dicen nada. De hecho, a mi me parecen sueldos bastante modestos. Si eso es lo que se paga a esa persona en su actividad alternativa y esa cantidad es asumible por la empresa no habría ningún problema. El problema surge cuando se le paga una cantidad que significa la quiebra de la empresa o se le paga la cantidad a un directivo sin ningún tipo de cualificación. Lo que me lleva a la 2.

2. La crítica del exceso de personal suena muy bien pero no acabo de entender la lógica. No van a poder engañar al mercado nin un día ni a las administraciones eternamente. Es un proyecto de pan para hoy y hambre para mañana. Me niego a creer que sean idiotas.

3. El tema de los billetes también tiene una vuelta. Puede ser un pago en especie de coste limitado para la empresa si los billetes son en horarios de baja ocupación. Sin embargo, no acabo de entender porque un porcentaje de los pagos tienen que ser de este tipo.

Sin embargo, al incluir la palabra ILIMITADO mi alumno sugiere que no se hacía en momentos de ocupación baja sino sistemáticamente. En este caso, se trata de un malentendido sobre costes, mercados bastante competitivos y posibles subvenciones.

lunes, octubre 13, 2008

And the winner is

Había apuntado en mi agenda las 11.00 de hoy porque la Real Academia Sueca de las Ciencias iba a anunciar el ganador del Premio Nobel de Economía. Sin embargo, el tiempo estaba bueno y decidí que un poco de ejercicio tenía prioridad sobre mi curiosidad. La noticia del Galardón a Paul Krugman me llegó por teléfono móvil. Javi me llamó desde cerca de Madrid a donde se dirigía para una reunión (no es fiesta).
Reaccioné con sorpresa a la noticia. No me lo esperaba por varias razones. La primera es que es relativamente joven. La segunda es que hoy es más un comentarista político que un economista académico y eso le da ciertas connotaciones poco habituales al premio. No obstante, he de decir que es un comentarista de gran rigor y que usa su bagage académico en ese ámbito.
En cualquier caso tiene contribuciones fantásticas en comercio internacional y geografía económica. Adicionalmente, ha hecho grandes contribuciones en el campo de la divulgación.

Os dejo con un artículo del NYT de hace unos días traducido por gentileza de El País.


ANÁLISIS: Primer plano

El momento de la verdad

PAUL KRUGMAN 12/10/2008

El mes pasado, cuando el Departamento del Tesoro [Ministerio de Hacienda] estadounidense permitió que Lehman Brothers quebrase, escribí que Henry Paulson, el secretario del Tesoro, estaba jugando a la ruleta rusa financiera. Sin duda, había una bala en la recámara: la quiebra de Lehman hizo que la crisis financiera mundial, ya grave de por sí, empeorase, mucho, mucho más.

Las consecuencias de la caída de Lehman quedaron de manifiesto en cuestión de días, pero los principales actores políticos han desperdiciado en buena medida las pasadas cuatro semanas. Ahora han llegado al momento de la verdad: más les vale hacer algo rápido -de hecho, más les vale anunciar un plan coordinado de rescate este fin de semana- o la economía mundial podría sufrir su peor recesión desde la Gran Depresión.

Hablemos de dónde nos encontramos en estos momentos. La crisis actual comenzó con el pinchazo de la burbuja inmobiliaria, que causó una morosidad hipotecaria generalizada y, por lo tanto, grandes pérdidas en muchas instituciones financieras. La crisis inicial se ha visto agravada por los efectos secundarios al verse forzados los bancos a reducir su actividad por falta de capital, lo cual ha inducido una caída aún mayor del precio de los activos, y a su vez ha provocado pérdidas todavía mayores, y así sucesivamente, o sea, un círculo vicioso de desapalancamiento. La pérdida generalizada de confianza en los bancos, incluso por parte de otros bancos, ha reforzado este círculo vicioso.

La espiral descendente se aceleró después de la caída de Lehman. Los mercados de capital, que ya lo estaban pasando mal, se cerraron a efectos prácticos; uno de los chistes que circulan por ahí es que ahora mismo lo único que la gente quiere comprar son bonos del Tesoro y agua embotellada.

La respuesta a esta espiral descendente por parte de las dos grandes potencias monetarias mundiales, Estados Unidos y los 15 países que utilizan el euro, ha sido lamentablemente inadecuada.

Europa, que carece de un gobierno único, ha sido incapaz de trabajar unida; cada país ha ido inventándose su propia política, con escasa coordinación, y las propuestas para responder con una sola voz no han llevado a ninguna parte.

Estados Unidos debería de haber estado en una posición mucho más fuerte. Y cuando Paulson anunció su enorme plan de rescate hubo una breve oleada de optimismo. Pero rápidamente quedó claro que el plan adolecía de una falta crítica de claridad intelectual. El secretario del Tesoro propuso gastar 511.000 millones de euros en "activos problemáticos", valores hipotecarios tóxicos, de las entidades financieras, pero no logró explicar de qué manera resolvería esto la crisis.

Muchos economistas coinciden en que lo que debería haber propuesto Paulson, en cambio, es una inyección directa de capital en las empresas financieras: el Gobierno estadounidense proporcionaría así a las instituciones financieras el capital necesario para funcionar, para de este modo frenar la espiral descendente, a cambio de una participación. Cuando el Congreso modificó el plan de Paulson, introdujo disposiciones que hacían posible, pero no obligatoria, una inyección de capital de este tipo. Y hasta hace dos días, el secretario del Tesoro seguía negándose en redondo a hacer lo correcto.

Pero el pasado miércoles el Gobierno británico, haciendo gala de la lucidez de pensamiento que se ha echado en falta a este lado del charco, anunció un plan para proporcionar a los bancos un capital nuevo de 62.000 millones de euros. Es decir, el equivalente, si se tiene en cuenta el tamaño de la economía del Reino Unido, a un plan de 368.000 millones de euros en Estados Unidos; además de numerosas garantías para las transacciones financieras interbancarias. Y ahora los responsables del Tesoro estadounidense dicen que piensan hacer algo parecido, utilizando la autoridad de que no querían disponer, pero que el Congreso les ha otorgado de todas las maneras.

La cuestión ahora es si estos pasos son demasiado cortos y se han dado demasiado tarde. Creo que no, aunque será muy alarmante si pasa este fin de semana sin que se haya anunciado con credibilidad un nuevo plan de rescate en el que participe no sólo Estados Unidos sino todos los actores importantes.

¿Por qué necesitamos la cooperación internacional? Porque tenemos un sistema financiero globalizado en el que una crisis que empezó con una burbuja en los chalés de Florida y las McMansiones de California ha causado una catástrofe monetaria en Islandia. Estamos juntos en esto y necesitamos una solución compartida.

¿Por qué es necesario que se lleve a cabo este fin de semana? Porque resulta que en Washington han tenido lugar dos reuniones importantes: una, el viernes, de altos cargos financieros de las principales naciones avanzadas, y tras ella la reunión anual del Fondo Monetario Internacional (FMI) y del Banco Mundial, el sábado y hoy domingo. Si estas reuniones acaban sin que se llegue por lo menos a un principio de acuerdo sobre un plan de rescate mundial -si todo el mundo se va a casa sin más que vagas declaraciones de que piensan controlar la situación-, se habrá dejado pasar una oportunidad de oro, y la espiral descendente podría fácilmente empeorar todavía más.

¿Qué se debería hacer? Estados Unidos y Europa deberían limitarse a decir: "Sí, primer ministro". El plan británico no es perfecto, sin embargo, los economistas están en su mayoría de acuerdo en que representa, con creces, el mejor modelo para un rescate más amplio.

Y el momento de actuar es ahora. Puede que piensen que las cosas no pueden empeorar más, pero sí que pueden, y si no se hace nada en los próximos días, lo harán. -

New York Times Service, 2008

sábado, octubre 11, 2008

Me preocupa que por la crisis algunos restaurantes de lujo bajen los precios

Este es el titular de la entrevista a Sergio Arola en La Nueva España. Nada destacable en el tema culinario sino fuera por la incursión en Economía de la Empresa que hace el cocinero ayudado por el periodista.

A mi no me preocupa que baje el precio. De hecho, tendrían que pagarme para que me acercase a alguno de estos restaurantes. Personalmente, prefiero la contundencia de las sidrerias asturianas y los restaurantes típicos de León o la sencillez de cualquier tasquilla en Galicia. También estoy dispuesto a probar cualquier restaurante que los inmigrantes abran por estos pagos. Creo que se están haciendo de rogar los ecuatorianos y los marroquíes.


Primera ocurrencia

La alta cocina, como la alta costura, no es rentable. Me preocupa, por ejemplo, la actitud de restaurantes de lujo que, por la crisis, están bajando los precios, algo que no es operativo y, además, resulta una competencia desleal. El restaurante de lujo de un hotel pone el precio a 60 euros porque no le cuesta el local y actúa sólo sobre el coste.

Operativo quiere decir que funcione (R.A.E). Es operativo si la elasticidad de la demanda es mayor que 1. Una bajada de precio del 1% hace subir la cantidad demandada en más de un 1% y conduce a un incremento de los ingresos. La demanda puede haber pasado de inelástica a elástica al llegar la crisis económica y, por tanto, puede ser un buen momento para retocar los precios a la baja.
Por otra parte, no creo que se trate competencia desleal. Al Hotel le cuesta el local aquella cantidad que cualquier otro Restaurante estuviese dispuesto a pagar por instalarse allí. Es decir, el coste de oportunidad. El truco es que al “caer” la demanda de restaurantes de lujo, cae su rendimiento y la voluntad de pago por locales bien situados. Por lo tanto, cae el coste de oportunidad de usar el local y, de algún modo, esta bajada del coste puede usarse para bajar el precio sin incurrir en pérdidas.

Segunda ocurrencia

-¿Al igual que en Francia, se acabarán imponiendo los menús frente a la carta?

-Sí. Es imparable, por control de la cocina y de los costes. Defender una carta hoy en día es tirar comida. Eso es inmoral.

Desleal, inmoral. Yo tengo una explicación mejor. Poca gente está dispuesta a pagar el coste de comer, el coste de tirar parte de la comida más un margen de beneficio. Si hubiese gente dispuesta a pagar esta cantidad seguiría habiendo carta. De hecho, todavía se puede notar el gesto de desprecio en algunos locales cuando preguntas por el menú.


Tercera ocurrencia

Qué cuantía debe ocupar el producto que uno come en la factura del restaurante, y cuánto otras cosas?

-Eso está fácil en mi caso. El material o el producto cuesta el 30 o el 40 por ciento de lo que el cliente paga. Otro 30 o 40 por ciento es para pagar al personal.

-¿Sólo el resto de ganancia?

-No se gana. La alta cocina no es rentable.


Supongo que el 20 o 40% restante (¡casi nada!) irá a pagar el alquiler que él, a diferencia del Hotel, si tiene que pagar.


La moraleja de la entrevista. Se pueden dirigir grandes proyectos empresariales y ganar mucho dinero con conocimientos bastante escasos sobre precios, demanda, costes, etc. Sin embargo, se podría ganar más dinero o hacer proyectos más creativos si estos temas estuviesen un poco más controlados.

Parece que interesa el tema de Lagunair

A mi me gustaba la apuesta de los constructores leoneses por una aerolínea regional porque suponía entrar en un sector lleno de retos pero también de oportunidades. Pero tengo una duda que me corroe: ¿Quiénes son los directivos de esta aerolínea? ¿Cuál es su cualificación y experiencia?

Yo voy a decir dos cosas aparentemente contradictorias sobre la intervención de Rubén.

1. Creo que Lagunair hubiese salido adelante si tuviesen directivos de la talla de Rubén.

2. Que no estoy de acuerdo con la explicación leonesista del fracaso que hace Rubén.

Hace un tiempo tuve que viajar a Bruselas. Miré varias posibilidades y al final tenía:

a. Un vuelo desde León con Air Nostrum-Iberia haciendo escala en Barcelona por unos 300 euros.

b. Un vuelo directo desde Valladolid por unos 50 euros con Ryanair.

Elegí la opción b y me alegro de haberlo hecho no sólo por el ahorro de dinero sino por lo que aprendí aquel día. A la hora prevista un reluciente avión aterrizó en Valladolid pero en vez de apagar los motores pusieron unas vallas alrededor es éstos. Los pasajeros bajaron con cierta rapidez y nosotros empezamos a subir inmediatamente. Cuando llegamos a Charleroi al sur de Bruselas la operación se repitió. Nosotros bajamos con cierta premura y otros pasajeros se subieron con destino a una ciudad italiana.

Una de las claves(*) de Ryanair es usar intensivamente los aviones. Básicamente, son demasiado caros para tenerlos aparcados en Valladolid o en Chaleroi.

Llevada la anécdota a Lagunair, lo más caro son los aviones y sólo habrá costes unitarios contenidos si los aviones pasan poco tiempo aparcados. Por otra parte, si hay un mercado para vuelos nacionales en el aeropuerto de León. ¿Por qué no habría de haberlo en las otras capitales regionales?

En ese caso, sería razonable replicar el mismo modelo de negocio tres, cuatro o cinco veces creando una red en la que los aviones pasen poco tiempo aparcados. Por tanto, el trabajar en todas las capitales autonómicas e incluso en otras capitales de provincia españolas parece razonable desde el punto de vista de aprovechar los aviones y los conocimientos con o sin la presión de la Junta.

(*) El uso intensivo de los aviones se consigue

1. Volando a aeropuertos secundarios donde el proceso de carga y descarga del avión es prácticamente instantáneo.

2. No tener conexiones. Si hay conexiones unos aviones tienen que esperar por otros.

viernes, octubre 10, 2008

Gestión universitaria

Un amigo me preguntó qué medida pondría yo en práctica para aumentar la producción investigadora (publicaciones) de un Departamento de Economía. Mi contestación fue la siguiente: una paga extra por cada publicación siguiendo la fórmula
Pago=(20.000 euros x índice de impacto)/número de autores.
Yo esperaría:
1. Un aumento del número de publicaciones y del impacto de éstas.
2. Un aumento de los candidatos a cualquier plaza en el Departamento.


Espero vuestros comentarios.

jueves, octubre 09, 2008

He cambiado de idea con respecto al misterio económico anterior

Este problema aparece desde hace años en el primer o segundo trabajo semanal de Microeconomía.
Modelización
Tres montañeros van a pasar la noche en un refugio. A la hora de hacer fuego, el primero de ellos aporta cinco troncos y el segundo tres troncos. El tercer montañero no aporta ningún tronco pero ofrece 8 euros para poder beneficiarse del fuego. ¿Cómo deberían repartirse el dinero los dos primeros montañeros?
Siempre pensé en el problema como una manera de poner a funcionar la cabeza. Se resuelve usando dos ideas: coste de producción y equidad. Sin embargo, últimamente Javi me ha descrito situaciones de negociación tremendamente parecidas a mi tristemente famoso problema de los troncos. Por cierto, la solución no consiste en darle 5 euros a un montañero y 3 al otro.


Este año el segundo trabajo tiene un caso de rabiosa actualidad en León. El enunciado difiere del "misterio económico" a que me refería en la entrada anterior.

Actualidad
La aerolínea Lagun Air acaba de cesar su actividad. Intenta buscar algunas claves de este fracaso empresarial en los siguientes términos:

Demanda: destinos, viajeros (tipos), precios (voluntad de pago) y competencia.
Oferta: tecnología (aviones, rutas, sistema de gestión), costes, regulación
Yo creo que la clave estará en que los alumnos comprueben cuáles son sus respuestas la segunda semana de clase y cuáles son sus respuestas en la penúltima semana en Mayo.

miércoles, octubre 08, 2008

Misterio económico

La prensa de León se hace eco desde hace días del fracaso y desaparición de la compañía de vuelo regional Lagunair. La noticia de hoy es muy interesante y genera la siguiente pregunta para el segundo trabajo de Microeconomía.


El titular:

La Junta logra que Air Nostrum asuma todos los vuelos y empleos de Lagun Air



La pregunta:

¿Por qué Air-Nostrum (vuelos regionales de Iberia) acepta servir a los pasajeros que tengan billete adquirido con la fracasada Lagunair?

martes, octubre 07, 2008

Entrevista al Dr. Luis Angel Rojo

El ex gobernador del Banco de España ha hablado hoy sobre una crisis económica, que él ya vaticinó hace casi dos años cuando dijo que España viviría "una recesión dentro de unos dos años vinculada al pinchazo inmobiliario en EE.UU". Ahora, desde su retiro, Luis Angel Rojo ha asegurado hoy en una entrevista en la Sexta que "de estas situaciones sólo se sale con algún tipo de actuación por parte de los Gobierno". Además, cree que "esto empezará a calmarse, a mediados del año próximo".

Octubre de 2006, usted en una de sus escasas declaraciones públicas afirmó: "España vivirá una recesión dentro de unos dos años vinculada al pinchazo inmobiliario en EE.UU", casi clarividencia.

No lo sé, pero me parecía lógico. EEUU entró una burbuja inmobiliaria tremenda que no podía durar mucho tiempo, y acabaría 'pinchando'. No hacía falta ser verdaderamente un adivino, para saber lo que iba a pasar.

¿Cómo se explica entonces la miopía de todos esos gurús financieros americanos?

Y a mí que me cuenta. No lo sé, yo a todo el que hablaba conmigo le avisaba de que íbamos a pasar por 'follones' tremendos.

¿Cómo no hubo ningún mecanismo que funcionara para avisar de la crisis que podía llegar? ¿Qué falló?

En el mercado internacional la gente realmente estaba entusiasmada con aquella explosión de la actividad y la gente pensaba que podía durar tres o cuatro años más. A mí me parecía que no, y no fui el único, había gente que lo vio muy pronto, incluso se publicaron libros.

¿Se pudo evitar y quién debió evitarlo?

Bueno, eso es más complicado. Debería haber venido el impulso de contracción de EEUU, y no hicieron nada. En España yo era partidario de que la banca creciera menos, que se expandiera a unos ritmos más bajos pero no sucedió así. ¿Es culpa de la banca? En parte sí, de las autoridades sí, y yo le hecho una gran culpa al Banco Central Europeo.

Porque el BCE cuando inició sus actividades le dio por hacer una política expansiva tremenda impulsado por Alemania y por Francia. Francia y Alemania estaban entonces convencidos de que lo que necesita Europa era gas porque sus dos economías lo necesitaban, y la verdad es que fue un desastre aquello.

Y para países como España, Irlanda o como Portugal o como Grecia que eran países que venían de una fase de crecimiento bastante lento, pues el meterse en fase expansiva tan fuerte era peligrosísimo, pero bueno yo, en el consejo BCE lo dije hasta hartarme. Estábamos metidos en una cosa que no tenía salida. Pero en fin, como suele suceder en esos casos de expansión no me hicieron ni caso.

¿Se puede decir que quisimos crecer demasiado rápido? ¿Qué quisimos hacernos ricos muy rápido?

Sí, evidentemente.

Ahora que la fiesta ha terminado, surgen este plan de rescate de Bush, ¿había otra opción, era lo necesario, le parece injusto por aquello de premiar a los que, digamos, lo causaron con cargo al contribuyente?

Pienso desde luego que es injusto con los que lo causaron. Pero por otra parte era inevitable, había que hacer algo porque si no este sistema explotaba y la explosión hubiera sido terrible. O sea que yo creo que es al mismo tiempo injusto e inevitable.

O sea, ¿que la solución Bush es una mala solución pero la única solución posible?

Yo creo que sí, pero a ver cómo funciona. Esto no ha acabado, tenemos para rato todavía.

¿Cuánto rato?

Eso es lo que le gustaría saber a todo el mundo, cuanto rato. Yo creo que esto empezará a calmarse en la primavera del año que viene, a mediados de año del año próximo, no antes.

¿Y se calmará a la vez en el mercado internacional y en España?

En España puede ser un poco más largo, porque venía con una rémora tremenda de expansión mal asentada.

Hemos visto que ya ha entrado de lleno en Europa con problemas en bancos de bastantes países. Ahora el debate es si debe actuar la UE de forma coordinada o casa país debe arreglárselas con sus problemas.

Cada país debe arreglárselas como pueda y el conjunto pues será una cosa, un arreglo para toda Europa poco a poco. No creo que Europa esté en condiciones, por el momento, de abordar el tema de un modo conjunto.

Sería bueno que el ECOFIN tuviera mayor poder, sería bueno que el BCE no tuviera las ideas que tiene y fuera una entidad con una visión más general. No lo es, no lo es. Está metido en el tema de la no inflación y de ahí no se puede sacar, vamos se le acabará sacando pero muy lentamente, muy poco a poco.

¿Cree que Trichet debería bajar los tipos de interés?

Yo creo que los debería de haber bajado ya. Esa es mi opinión.

Y España en concreto, ya que usted es partidario de que cada país arregle lo suyo, ¿Qué debería hacer España?

Bueno a estas alturas es difícil decir que se puede hacer. A mí me parece que hasta ahora Pedro Solbes lo ha hecho muy bien y habrá que dejarle que siga adelante, yo creo que es una persona extraordinariamente capaz. Esa es mi opinión.

Parece que ha empezado una carrera para que todos los países de la Unión Europea den total garantía a sus depósitos.

Claro en cuanto lo ha hecho América se han puesto todos nerviosísimos. (Risas)

¿Los gobiernos no pueden garantizar también la liquidez, de alguna forma: comprando deuda a los bancos como parece ser que está estudiando el Gobierno?

Comprando deuda... no, yo creo que eso lo tiene que hacer el sistema bancario, no sé, yo creo que es una cosa que tiene que ser por coordinación de los Bancos Centrales a través del BCE, yo creo que es como hay que hacerlo. Los gobiernos no se pueden poner ahora a inyectar liquidez mediante aumentos de gasto que es lo que usted me dice. Eso sería tremendo, sería tremendo.

Uno de los problemas de confianza y de la falta de crédito en el mercado es el miedo que tienen los bancos a contaminarse entre ellos, ¿no deberían los bancos haber puesto las cartas sobre la mesa y haber hecho una especie de confesión de sus activos dañados?

Claro que deberían (ríe) pero que cosas dice usted. No, los bancos han entrado en esta situación sin saber lo que había hecho el de al lado. Cada uno pensaba que el de al lado estaba cargado de créditos malos, pero no se atrevía a decirlo.

En España la verdad que la calidad del crédito se ha mantenido relativamente bien, no hemos tenido graves problemas por ahí. Pero vamos, en el caso de EEUU es absolutamente claro que los bancos lo que han hecho ha sido callarse y no decir en absoluto lo que tenían en sus carteras. Y en sus carteras tenían, pues lo que se ha visto y lo que todavía tienen.

Se ha producido también un debate ideológico, después de producirse toda esta crisis, entre los que dicen que se ha producido en parte por haber dejado más libre mercado frente a los que piensan que esto ha ocurrido precisamente por no tener un sistema completamente libre.

Yo soy poco intervencionista, muy poco intervencionista, pero la verdad es que de estas situaciones solo se sale con algún tipo de actuación por parte de los gobiernos. Eso me parece absolutamente claro. Este tipo de actuaciones finales son inevitables, se puede pensar en el año 29, se puede pensar en todos los otros casos que ha habido, siempre se ha salido como consecuencia de actuaciones de los gobiernos.

Se ha aplaudido, incluso en la prensa internacional, al sistema financiero español, calificándolo como el más sólido por sus mecanismos de seguridad. Eso en gran medida es responsabilidad suya y de otros gobernadores del Banco de España. ¿Se siente orgulloso?

En economía no se puede estar orgulloso de nada, y en este país menos porque si uno se siente orgulloso de algo le parten la cabeza. Pero si me siento satisfecho de cómo han ido las cosas, en ese sentido sí que me parece que hicimos las cosas bastante bien en el Banco de España.

Que lo que hicimos fue razonable y la reacción de los otros bancos centrales europeos me pareció entonces errónea cuando me dijeron "que tonterías van a hacer ustedes en España, eso no se puede hacer". Porque nosotros propusimos al BCE y al ECOFIN medidas parecidas a las del Banco de España pero no les gusto nada, lo calificaron de tonterías... Ahí lo tienen ustedes.

Lo que ofrecían en definitiva era frenar y controlar las actuaciones de los bancos

Claro, y robustecer el sistema de depósitos, de controles. Quiero decir, que hay que tener más cuidado de como prestan y a quienes prestan.

Sin esos cortafuegos, ¿la Banca española hubiera sido tan ambiciosa como otras bancas?

Bueno, cuando nosotros introdujimos todas esas medidas la banca española estaba creciendo en crédito hasta tasas del 17 y 18 %, eso era una barbaridad.

¿Aprendimos de errores como Banesto y Banca Catalana?

Tuvimos que aprender de ellos por lo que les había pasado sí.

Otro de los grandes problemas que tiene España, aparte de la liquidez, es el paro. Algunos piden que se abarate el despido, ¿cree que esto puede ser una solución?

No, yo creo que no. El mercado de trabajo no ha sido el causante de esto, al contrario, ha sido una víctima de todo esto. No, yo no lo creo.

Y que le parece que el presidente de la patronal, después de una década de crecimiento, ahora que las cosas no van bien diga que se haga un paréntesis en el libre mercado.

Pues que quiere que le diga, no estoy de acuerdo. Yo creo que el libre mercado llevado, no a sus extremos, pero si a una posición realmente razonable me parece básico. Y en España tenemos un mercado bastante libre, no tanto como uno quiere en muchos casos pero vamos, tenemos un mercado bastante libre que realmente no necesitamos hacer ninguna cosa por él, no lo creo.

Mejorando el ingles con el NYT online

Usando uno de los trucos de David Pogue he descubierto otro muy interesante. Si estás leyendo el NYT online y desconoces una palabra (cosa no poco frecuente en el NYT aunque hayas nacido en el vestíbulo de la Universidad de Columbia) empiezas por hacer un doble click en la palabra y, como sugiere David, ésta se pone en negrita. Además, en el NYT online se abre una ventana con un completo diccionario en ingles que:
1. Te explica el significado de la palabra.
2. Aparece un icono con un altavoz que si lo presionas te pronuncia la palabra.

Las oportunidades están ahí y son muchas.

lunes, octubre 06, 2008

Andy y Lucas contra Solbes

El titular de la noticia había captado mi atención con anterioridad "Andy y Lucas contra Solbes". Eso le ocurrió también a Rubén y me envío la noticia.
El núcleo duro es el siguiente:
La entrevista había terminado. Los tres departían amigablemente. Salió el tema de moda: la crisis. Stop.
No hay dinero. Stop.
Fue entonces cuando Andy, repentinamente iluminado, se puso muy serio y se dirigió a la entrevistadora: "Oye, tú que tienes estudios...", empezó la frase, con toda la modestia de que sólo la infinita sabiduría es capaz. Y remató: "¿QUÉ PASA, QUE NO PUEDE FABRICAR EL PAÍS MÁS DINERO O CÓMO VA ESTO?".
Mi intención no es burlarme de Andy y Lucas que aunque no sean mis cantantes favoritos son dos personas decentes que se ganan la vida trabajando. Mi intención es compartir con vosotros mi preocupación sobre las interpretaciones de la crisis que hace el pueblo llano y como esa oportunidad va a ser usada por algunos.

Consejos de David Pogue

Me gustaría compartir con los seguidores del blog este artículo de David Pogue en la edición digital del New York Times. Puede ayudaros a ser más productivos con el ordenador y otros cacharros.
October 2, 2008, 12:22 pm
Tech Tips for the Basic Computer User
Last week, I wrote an entry on my blog that began like this:
“One of these days, I’m going to write a book called, ‘The Basics.’ It’s going to be a compendium of the essential tech bits that you just assume everyone knows–but you’re wrong.
“(I’ll never forget watching a book editor at a publishing house painstakingly drag across a word in a word processor to select it. After 10 minutes of this, I couldn’t stand it. ‘Why don’t you just double-click the word?’ She had no clue you could do that!)”
Many readers chimed in with other “basics” that they assumed every computer user knew–but soon discovered that what’s common knowledge isn’t the same as universal knowledge.
I’m sure the basics could fill a book, but here are a few to get you started. All of these are things that certain friends, family or coworkers, over the years, did *not* know. Clip, save and pass along to…well, you know who they are.
* You can double-click a word to highlight it in any document, e-mail or Web page.
* When you get an e-mail message from eBay or your bank, claiming that you have an account problem or a question from a buyer, it’s probably a “phishing scam” intended to trick you into typing your password. Don’t click the link in the message. If in doubt, go into your browser and type “www.ebay.com” (or whatever) manually.
* Nobody, but nobody, is going to give you half of $80 million to help them liberate the funds of a deceased millionaire…from Nigeria or anywhere else.
* You can hide all windows, revealing only what’s on the computer desktop, with one keystroke: hit the Windows key and “D” simultaneously in Windows, or press F11 on Macs (on recent Mac laptops, Command+F3; Command is the key with the cloverleaf logo). That’s great when you want examine or delete something you’ve just downloaded to the desktop, for example. Press the keystroke again to return to what you were doing.
* You can enlarge the text on any Web page. In Windows, press Ctrl and the plus or minus keys (for bigger or smaller fonts); on the Mac, it’s the Command key and plus or minus.
* You can also enlarge the entire Web page or document by pressing the Control key as you turn the wheel on top of your mouse. On the Mac, this enlarges the entire screen image.
* The number of megapixels does not determine a camera’s picture quality; that’s a marketing myth. The sensor size is far more important. (Use Google to find it. For example, search for “sensor size Nikon D90.”)
* On most cellphones, press the Send key to open up a list of recent calls. Instead of manually dialing, you can return a call by highlighting one of these calls and pressing Send again.
* When someone sends you some shocking e-mail and suggests that you pass it on, don’t. At least not until you’ve first confirmed its truth at snopes.com, the Internet’s authority on e-mailed myths. This includes get-rich schemes, Microsoft/AOL cash giveaways, and–especially lately–nutty scare-tactic messages about our Presidential candidates.
* You can tap the Space bar to scroll down on a Web page one screenful. Add the Shift key to scroll back up.
* When you’re filling in the boxes on a Web page (like City, State, Zip), you can press the Tab key to jump from box to box, rather than clicking. Add the Shift key to jump through the boxes backwards.
* You can adjust the size and position of any window on your computer. Drag the top strip to move it; drag the lower-right corner (Mac) or any edge (Windows) to resize it.
* Forcing the camera’s flash to go off prevents silhouetted, too-dark faces when you’re outdoors.
* When you’re searching for something on the Web using, say, Google, put quotes around phrases that must be searched together. For example, if you put quotes around “electric curtains,” Google won’t waste your time finding one set of Web pages containing the word “electric” and another set containing the word “curtains.”
* You can use Google to do math for you. Just type the equation, like 23*7+15/3=, and hit Enter.
* Oh, yeah: on the computer, * means “times” and / means “divided by.”
* If you can’t find some obvious command, like Delete in a photo program, try clicking using the right-side mouse button. (On the Mac, you can Control-click instead.)
* Google is also a units-of-measurement and currency converter. Type “teaspoons in 1.3 gallons,” for example, or “euros in 17 dollars.” Click Search to see the answer.
* You can open the Start menu by tapping the key with the Windows logo on it.
* You can switch from one open program to the next by pressing Alt+Tab (Windows) or Command-Tab (Mac).
* You generally can’t send someone more than a couple of full-size digital photos as an e-mail attachment; those files are too big, and they’ll bounce back to you. (Instead, use iPhoto or Picasa–photo-organizing programs that can automatically scale down photos in the process of e-mailing them.)
* Whatever technology you buy today will be obsolete soon, but you can avoid heartache by learning the cycles. New iPods come out every September. New digital cameras come out in February and October.
* Just putting something into the Trash or the Recycle Bin doesn’t actually delete it. You then have to *empty* the Trash or Recycle Bin. (Once a year, I hear about somebody whose hard drive is full, despite having practically no files. It’s because over the years, they’ve put 79 gigabytes’ worth of stuff in the Recycle Bin and never emptied it.)
* You don’t have to type “http://www” into your Web browser. Just type the remainder: “nytimes.com” or “dilbert.com,” for example. (In the Safari browser, you can even leave off the “.com” part.)
* On the iPhone, hit the Space bar twice at the end of a sentence. You get a period, a space, and a capitalized letter at the beginning of the next word.
* Come up with an automated backup system for your computer. There’s no misery quite like the sick feeling of having lost chunks of your life because you didn’t have a safety copy.
What are your favorite basics-that-you-thought-everyone-knew? Let us know in the comments for this column at nytimes.com/pogue!

miércoles, octubre 01, 2008

Premio Banco Herrero

Esta mañana Diego Puga inauguró el curso académico en la Facultad de Económicas de la Universidad de Oviedo. Diego recibió el pasado martes el Premio Banco Herrero concedido cada año a un economista de gran prestigio menor de cuarenta años.
La semana pasada tuve la fortuna de acudir a una charla de Diego Puga en el Workshop de Productividad de la Universidad de Oviedo. Esa charla, otra a la que había asistido en Salamanca hace unos años y mi conversación con él durante la comida me llevan a pensar que lo que dicen sobre él es sobradamente merecido pero claramente insuficiente.

Buscando inversiones en Silicon Valley

Un conocido profesor de Economía español me ha contado la siguiente historia de la que fue testigo en la Universidad de Berkeley a mediados de los años 90. Un día apareció por allí una delegación de alto nivel de un gobierno autonómico español buscando inversores en Silicon Valley. La tarea es difícil cuando está bien pensada pero parece imposible ante la estrategía que tomaron los políticos de división regional.
En primer lugar, nadie hablaba inglés en la delegación de alto nivel. Por tanto, hicieron la presentación en castellano. Ante esta circunstancia, los responsables de la universidad de Berkeley llamaron a alumnos de español para hacer bulto y practicar el idioma. Por si acaso, esta primera decisión estratégica hubiese dejado a algún inversor en la sala los miembros del gobierno tenían otras disponibles. En efecto, la charla versó sobre los siguientes temas que animan a cualquier inversor:
a. El maltrato que sufría la Autonomía a manos del estado español.
b. La combatividad de los habitantes contra la dictadura de Franco.
c. La combatividad de los sindicatos actuales.
Una vez descrito el ambiente favorable a la inversión en la región, los miembros de la delegación se replegaron para tratar un tema de gran importancia: ¿Dónde comprar pantalones vaqueros? Muy pronto alguna persona presente les aconsejó el mejor sitio del valle y para allí salieron disparados.

viernes, septiembre 19, 2008

Principios básicos de economía y crisis financiera

No he escrito nada en el blog en unos días. Siempre tengo algún tema en mente pero mi subconsciente me impedía escribir sobre ellos con la que está cayendo. La crítica obvia es que debería haber escrito sobre la que está cayendo y el contraataque sería que no se debe escribir sobre lo que no se entiende.
¿Qué ha cambiado para que pueda escribir algo sobre la que está cayendo? Lo primero que ha ocurrido es que algunas personas han hecho un magnífico trabajo de desbroce y ya se empieza a ver un poco de luz. Empezando por cerca de casa, Javi y otros amigos me han ayudado a entender algunas cosas. Más lejos de casa, recomiendo el blog de Steven Levitt en el NYT (Freakonomics).
Lo segundo es que a pesar de que algunos digan de nos enfrentamos a un nuevo paradigma a mi me parece que nos enfrentamos a una nueva versión de viejos pares de problemas y oportunidades. Por tanto, me apresto a entrar un poco en el problema usando los principios más básicos de economía y el modelo más simple (dos trogloditas).
Pedir la reducción o la eliminación de determinadas operaciones financieras es equivalente a pedir la restricción o la prohibición de la aviación comercial tras cada accidente aéreo. Eso estaría bien si la aviación comercial se hubiese desarrollado con el propósito explícito de matar gente pero se ha desarrollado para que la gente busque las mejores oportunidades de consumo, producción y relación a una distancia más grande. El sistema financiero es parecido a la aviación. Nos permite hacer las cosas más inverosímiles aunque siempre nos caben dudas de la seguridad del medio que se usa.

El problema básico ahora y siempre,,en el sector financiero y en el del porcino, es la escasez. El intercambio voluntario (mercado) es un sistema de gestión de la escasez como puede serlo una distribución de los recursos escasos dictados por una persona o un grupo (planificación central). El intercambio no es el problema básico (escasez) sino una solución imperfecta en constante evolución como lo sería cualquier otro sistema de gestión de la escasez que se hubiese implantado.

Caso 1.
El troglodita A tiene peras y el B tiene manzanas. Están hartos de comer siempre lo mismo y deciden intercambiárselas una por una. De esta manera, ambos comen peras y manzanas. No es difícil ver que el intercambio lleva mucho tiempo con nosotros para nuestro beneficio y es previo a la existencia de dinero.

Caso 2
El troglodita A tiene tantas manzanas en la primera mitad del año que le duele la barriga todas las noches. En la segunda mitad del año le duele la barriga pero de hambre. Por alguna razón el troglodita B le pasa lo contrario. Por tanto, el troglodita A le da la mitad de su cosecha al B y el B se la devuelve en la segunda mitad del año. Acabamos de inventar el préstamo sin haber inventado el dinero.
Un detalle interesante que aprendí estudiando equilibrio general es qué ocurre si el troglodita A se da cuenta de que las manzanas se conservan en el fondo de la cueva. De algún modo, el fondo de la cueva y el préstamo son sustitutivos. Es decir, que el préstamo puede verse como un cambio técnico equivalente a usar el fondo de la cueva como nevera. Por tanto, podemos esperar dos cosas
a) si los inventos y descubrimientos mejoran nuestra vida el objeto equivalente (el préstamo) también lo hace.
b) que las neveras se hagan cada vez más sofisticadas, que los préstamos también y que siempre haya algún tipo de sustitución entre ellos.
c) poner restricciones a la evolución de los préstamos tiene el mismo tipo de consecuencias que poner freno a la evolución de las neveras.

Los problemas de este intercambio en dos momentos del tiempo surgen de inmediato:
¿Qué pasa si el troglodita B no obtiene una cosecha?
Los intercambios en el tiempo están sometidos a incertidumbre. Ante los fallos del sistema de intercambio podemos volver al dolor de barriga (por hartura y por hambruna) o buscar mejoras en el sistema de intercambio. Una solución obvia es hacer el intercambio con diez trogloditas geográficamente dispersos. Todos los años fallará alguno pero no todos. Por tanto, puedes tener una idea bastante ajustada de cuánto puedes esperar de esos intercambios.
Los problemas se vuelven pronto muy sofisticados aún sin dinero. Dos ideas:
1. ¿Qué pasa si el troglodita B no se molesta en recoger la cosecha? Es decir, como ya ha obtenido su parte del intercambio ahora no tiene tanto interés en esforzarse.
2. ¿Qué pasa si los malos recolectores están siempre dispuestos a aceptar préstamos?

Es decir, los problemas de riesgo moral y selección adversa surgen pronto. En diez días empezará una nueva edición de TEDI donde estudiaremos con gran detalle estos problemas.

El dinero.
Es un instrumento para agilizar las operaciones descritas previamente. Reduce los costes de transacción. Cuando quiero comprar pan no tengo que buscar un panadero interesado en una clase de modelos económicos con riesgo (me dan mareos de hambre sólo de pensarlo). En consecuencia, los intercambios son más frecuentes y beneficiosos pero también más complejos.
Yo no me imagino un sistema de intercambio sin una regulación que
a) los permita y favorezca
b) No cercene las innovaciones
Esta regulación no es ni mucho menos obvia, está en continua evolución y se cometen tantos fallos en ella como en el diseño de cualquier producto sofisticado.

En resumen, los intercambios son una gran cosa, los intercambios en el tiempo (finanzas) son una cosa todavía más interesante y nunca hemos dejado de solucionar los problemas que plantean. Hemos sido capaces de crear las instituciones y las regulaciones que hacen que funcionen con cierta solvencia.
De vez en cuando habrá un accidente grande o pequeño. Lo grande o pequeño dependerá del tiempo que dejemos transcurrir sin pensar en las innovaciones que surgen. Por otra parte, los problemas no serán fáciles de adivinar antes de que ocurran y tenemos que lidiar con ellos cuando están aquí y toman un cariz ciertamente dramático.

lunes, septiembre 08, 2008

Santiago Grisolía en ABC

Un eminente bioquímico de ochenta y cinco años puede permitirse el lujo de escribir un artículo lamentable sobre Economía y mandarlo a un periódico. Ese lujo debería poder permitírselo incluso un bioquímico (*) de veinticinco. Otra cosa distinta es que el periódico acepte publicarlo. ¿No hay nadie que tenga nociones rudimientarias de Economía en el ABC?
(*) o un torero. Un de las mejores frases sobre Macroeconomía que he leído en una década se debe a "El Juli". Ante la pregunta de un periodista sobre sus ganancias contesta: "No tengo nada ahorrado, lo tengo todo invertido". Me la guardo para explicar la ecuación fundamental de la renta nacional si un día tengo que volver a impartir Introducción a la Macroeconomía o Macroeconomía Intermedia.

ABC
Generar empleo, un reto constante
SANTIAGO GRISOLÍA, Bioquímico
Jueves, 04-09-08
MI amiga la doctora María Cascales insiste en que todo tiene un fundamento económico, y parece que tiene razón.
Peter Medawar, distinguido Premio Nobel de Medicina o Fisiología por sus trabajos sobre los mecanismos de rechazo de los transplantes que dio lugar al concepto de tolerancia inmunológica adquirida, es conocido también como filósofo y por la rotundidad de sus frases. Afirmaba que hay disciplinas que se quieren llamar ciencia que no lo son y que no lo pueden ser, como la Economía, porque no pueden predecir, sino que producen teorías y aún así parecen no aprender de experiencias del pasado, cosa frecuente entre los humanos. Pero mi amistad con un gran número de excelentes economistas, entre los que se encuentran los pertenecientes al Alto Consejo Consultivo de la Generalitat Valenciana, compuesto por los ganadores de los Premios Rey Jaime I, me hace, aunque soy bastante consciente de las limitaciones de la economía, con toda mi admiración por Medawar como científico, afirmar que estaba equivocado en su afirmación sobre esta ciencia y sus posibilidades.
Algunos de mis amigos economistas, capitaneados por Juan Velarde, conscientes de la importancia de interrelacionar áreas de conocimiento, realizaron hace una década una reunión en la Fundación Valenciana de Estudios Avanzados sobre Bioeconomía, que podría contribuir a la solución de algunos aspectos de la actual crisis económica. Me refería a esta posibilidad en un reciente artículo publicado en un diario valenciano, pero enviado, tal como se indicaba en él, al Gobierno. Entre las sugerencias propuestas figura la necesidad de tomar algunas de las ideas hoy prácticamente olvidadas del economista británico John Maynard Keynes. Keynes contribuyó decisivamente a la creación de la macroeconomía, y muy partidario de que el gobierno utilizara las políticas fiscales para propulsar la economía en los momentos de crisis. Por todo ello me parece oportuno recordar al lector, que después de todo es el contribuyente, algo de lo que decía Keynes.
En 1936 publicó una compilación de sus ideas bajo el título «Teoría General del Empleo, del Interés y del Dinero». En este volumen aborda los tres aspectos tradicionales de la economía, que las depresiones y el desempleo son hechos de la Providencia; los hábitos de ahorrar y no malgastar en pequeñeces son virtudes; y que cuando un gobierno entra en quiebra generalmente es porque gasta más de lo que ingresa. Una de sus afirmaciones más revolucionarias era que la verdadera causa de la aparición de parados era una política de inversiones insuficiente.
A la filosofía de alterar el presupuesto balanceado la llaman Nueva Economía, pero en realidad no es nueva. Hace ahora más o menos unos 80 años que Keynes se dio cuenta de que los problemas del siglo XX no se podían solucionar con remedios del XIX, como ahora tampoco.
Le pareció a Keynes que el capitalismo sin problemas de política de no intervención debería ajustarse a cambios para mantenerse y sus teorías de cómo modificarlo eran un compromiso entre el espíritu saqueador capitalista y el fervor revolucionario del marxismo. También pensó que debía influenciar a líderes políticos y una de sus más importantes contribuciones fue escribir cartas de consejo a presidentes y ministros, que fueron publicados en su libro «Ensayos de persuasión». Mucho me gustaría que los muchos y distinguidos economistas del país hagan lo mismo.
Keynes afirmaba que la inflación es el comportamiento normal del sistema de libre comercio, que la falta de empleo es la enfermedad que puede matar al capitalismo y que el mayor problema para el Gobierno es precisamente éste.
No quiero seguir con más detalles puesto que se pueden encontrar fácilmente en un artículo muy antiguo pero realista que recomiendo, titulado «The New Economics: a Compromis With Free Enterprise» en The Great Innovators, de los editores de News Front/Year.
Muchos economistas estuvieron con él y su primer objetivo fue el presidente Franklin Roosevelt al que mandó muchas misivas durante la recesión que siguió a la crisis de Wall Street en 1929. Roosevelt, sin duda percibiendo la importancia de las ideas económicas de Keynes, abordó lo que se llamó New Deal.
Pero las crisis financieras no acabaron con las medidas tomadas por Roosevelt, ni con el gran avance económico que significó el final de la II Guerra Mundial para Estados Unidos. Cuando el presidente americano Johnson propuso su Presupuesto Federal al Congreso en 1965, representó una revolución en la política fiscal americana. Por primera vez la Administración planeaba un déficit incluyendo una disminución de los impuestos y un aumento de los gastos gubernamentales como un método de estimular la economía y reducir el desempleo.
Precisamente ahora hay una especie de revolución en EE.UU. porque han descubierto que con el aumento del coste del petróleo el Gobierno de Irak tiene un superávit almacenado en los bancos americanos de cerca de 80 billones de dólares americanos, mientras que el déficit americano es enorme. Por lo tanto, ese dinero debería de gastarse de acuerdo con las ideas de Keynes.
En resumen, Keynes dijo que es responsabilidad del Gobierno estimular la economía en gasto público cuando hay desempleo, aunque los gastos sean superiores a los ingresos.
Creo que es el momento de que el Gobierno y las Comunidades mejoren la inversión en parques, planten árboles en este país, sobre todo en el sur que se está convirtiendo en un desierto. Es el momento de mejorar muchas infraestructuras generales impulsando el olvidado por muchos años sistema de ferrocarriles, no solamente los trenes de alta velocidad, sino también el transporte de mercancías, que absurdamente se traslada mayoritariamente por carretera a un coste muy elevado tanto económico como climático.
Como ejemplo específico ya podría el Gobierno no solamente terminar, como lo está haciendo, la vía rápida por mucho tiempo olvidada Madrid-Valencia, también utilizar y mejorar la antigua red de mercancía del puerto de Madrid que es Valencia. Y como éste hay millones de ejemplos que deberían de hacerse y tener en cuenta.
El doctor Millán Millán asegura que si se creasen bosques de 10 por 10 kilómetros tendríamos lluvia mucho más frecuente en la Comunidad Valenciana que tanto necesita.
Como ya he dicho, parece que olvidamos fácilmente; lo que no es de extrañar, pues sucede en todos los campos, especialmente con las buenas ideas del origen que sean. Quizá porque a todos de jóvenes nos desagrada volver al pasado, en un deseo de ser innovadores. También es cierto que, como he dicho muchas veces, la ciencia no avanza más rápidamente porque los científicos en general somos muy longevos y nos desagrada abandonar nuestras ideas. Habríamos todos de ser más razonables y generosos intelectualmente.
Aunque sea un pequeño ejemplo a mí me alegra, como miembro del Consejo Valenciano de Cultura y por nuestra preocupación por los incendios, el que recientemente ha aprobado un documento sustancial para la protección de los bosques, de la huerta, de los jardines, pero no es suficiente. Se necesita mucho más en ese camino, tal y como indicaba Keynes. Escribo estas líneas con la esperanza de que alguien que realmente sepa de economía se decida a presentar iniciativas que sirvan a nuestros políticos para salir del atolladero.

miércoles, septiembre 03, 2008

Restricciones crediticias

Estos días he estado interviniendo en una interesante entrada del blog de Javi. En esta entrada, Javi se pone dos sombreros: el de buen analista económico que conoce los principales argumentos y, por otra parte, el de empresario que sufre los problemas crediticios actuales.
En enero de 1997, recién llegado de UW-Madison tuve la fortuna de que me encargasen las clases prácticas de Macroeconomía II en la Universidad de Oviedo. En Oviedo llevan muchos años en el sistema cuatrimestral y la macroeconomía intermedia la imparten en el segundo año de Dirección de Empresas y de Economía dividida en dos cursos cuatrimestrales.
Mi situación era la siguiente. Había estudiado macro intermedia en Oviedo más de una década antes y había asistido a cursos tremendamente técnicos de macroeconomía avanzada en UW-Madison (por ejemplo, optimización dinámica en modelos estocásticos). En resumen, las técnicas de análisis no me eran desconocidas pero nunca había pensando libremente en problemas macroeconómicos.
Las prácticas de macro consistían en aburridos ejercicios gráficos y en la resolución de ecuaciones lineales usadas para la representación matemática de los modelos. Yo reconozco que es necesario hacer ese tipo de trabajo pero no me satisfacía completamente. Por tanto, apliqué a la enseñanza los dos siguientes principios:





La libertad y hacer las cosas a mi manera consistía en reflexionar sobre la aplicabilidad de los modelos con las lecturas divulgativas de Krugman y en tratar de aplicar los modelos a la lectura de la prensa económica. Allí estaban Javi, Matias, Lucia y otros mirándome con ojos extrañados pero interesados. Por eso me hace gracia ver a Javi usando argumentos que se analizaban en aquellas prácticas.
A los que no estuvieron allí les recomiendo que lean la historia de la cooperativa de cuidado de niños que aparece en varios libros divulgativos de Paul Krugman. Tras la lectura, desaparecerá vuestro miedo a pensar en política monetaria, tipos de interés, bancos centrales, etc.
Es gratificante ser libre y poder pensar a vuestra manera ...

jueves, agosto 28, 2008

Nash

Mi antiguo alumno Raúl García Rivera me sugiere que comparta esta entrada de blog con los alumnos que van a cursar Teoría Económica de la Decisión e Incertidumbre en el curso que comienza en unas semanas.
No me acaba de convencer la manera en que plantea el equilibrio de Nash pero incluye la escena de "una mente maravillosa" en que Nash se da cuenta de que si todos siguen la estrategia dominante van a acabar donde no quieren (equilibrio de Nash en el dilema del prisionero). Esta escena ha sido estudiada en clase en alguna ocación.ç
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Finalmente, agradecería al autor del blog que escriba "votar" si se refiere a depositar un voto y "botar" si se refiere a dar saltos. Estoy escandalizado de la manera de escribir en la web. No me refiero a olvidarse de un acento de vez en cuando. Me refiero a cosas como:
Confundir la preposición "a" con la forma verbal "ha".
Confundir el verbo "ver" con el verbo "haber".

martes, agosto 26, 2008

Spot the difference (continuación)


Yo veo dos diferencias fundamentales.
La primera diferencia es que ante una pregunta complicada Antonio saca su caja de herramientas y la aplica con la precisión con la que un cirujano usa su bisturí. Si os fijáis el resto de los economistas dicen lo mismo pero no lo destacan. Además, mencionan otros temas interesantes. Sin embargo, es posible que mencionar esos temas distraiga de la discusión clave: ingreso, costes y alternativas de la decisión que se analiza.
La segunda diferencia es que Antonio es seguidor de Robert Solow mientras los demás lo son de Milton Friedman. En una ocasión le preguntaron a Bob Solow su opinión sobre Milton Friedman y ésta fue más o menos su contestación:“La mayor diferencia entre Milton y yo es que él no puede dejar de pensar en la oferta monetaria. A mi me pasa lo mismo con el sexo pero al menos yo lo mantengo fuera de mis artículos”.
Antonio me enseñó a apreciar la sidra, bebe sidra habitualmente y ha escrito dos capítulos de la Enciclopedia de la Sidra. Uno sobre las peculiaridades de la producción y otro sobre las peculiaridades de la comercialización. Sin embargo, cuando le preguntan sobre infraestructuras no menciona la sidra.

lunes, agosto 25, 2008

Principios económicos básicos y desarrollo rural (final)

Por último, me atreví a hablar de estrategias concretas de desarrollo. Evité hablar de agricultura aunque podría haberlo hecho si tuviese dos horas de intervención en vez de cuarenta y cinco minutos.
La estrategia de desarrollo que les propuse está basada en el principio de escasez y está emparentada con la “ciudad de los consumidores”. Mi propuesta consiste en atraer gente usando los recursos únicos y escasos que suelen tener las zonas rurales. Por ejemplo, la tranquilidad, el aire puro, el paisaje, gente amable o una determinada forma de vivir.
Llegado a este punto adelanté la crítica que esperaba: el turismo rural es una opción económica pero tiene sus dificultades y sus límites. Yo realmente tengo en mente un continuo que está relacionado con pero va más allá del turismo rural.
El continuo empieza por una persona que para a tomar café quince minutos, sigue con el que se queda a comer, con el que pernocta, con el que se queda unos días, con el que se queda unas semanas, con el que decide venir regularmente, con el que establece su segunda residencia y termina con el que no tiene claro cuál es su primera y cuál su segunda residencia. Todos estos individuos llegan buscando los mismos recursos aunque tienen necesidades específicas.
El desarrollo de este continuo requiere ideas claras sobre:
1. El objetivo de desarrollo. Cómo anécdota conozco pueblos donde el alcalde habla de turismo rural, urbanizaciones sostenibles e Internet y los vecinos están instalando cebaderos de cerdos cuya presencia se puede notar a varios kilómetros de distancia. Ambas actividades suponen un uso de recursos escasos pero son difícilmente compatibles.
2, Los pasos que contribuirían a ese objetivo de desarrollo. ¿Qué tipo de ayuntamiento? ¿Qué impuestos? ¿Qué infraestructuras?

En la charla todavía hablé de alguna otra cosa pero aquí doy por concluida mi descripción.
Estas siete entradas pueden ser el inicio de un manual para economistas interesados en el desarrollo rural que llevaría por título “Principios económicos básicos y desarrollo rural”.

Principios económicos básicos y desarrollo rural VI

Estrategias generales de desarrollo
En este punto me planteé analizar dos estrategias de desarrollo que pudiesen iniciar el proceso de aglomeración que, a veces, se desea.
La primera estrategia la denomino “la gran empresa”. Es una estrategia muy conocida y que no parece necesitar mucho análisis. Una gran empresa decide instalarse en un determinado territorio. Como consecuencia, compra terrenos, atrae proveedores y clientes, contrata a personas, atrae inmigrantes. Todos estos actores secundarios siguen comprando tierra para vivir y para hacer su actividad económica. Esta estrategia es tan fácil de entender como difícil de lograr. Es una estrategia con dos beneficiarios claros:
1. Los dueños de la tierra que sólo tienen que esperar a que se la compren o alquilen a precios crecientes.
2. La administración pública que sólo tiene que hacer algo de lo que le pida esa empresa y cobrar impuestos a todos los que se acerquen al lugar.
La presión para atraer a este tipo de empresas ha causado y causa algunas anécdotas curiosas.


La otra estrategia que tengo en mente es la que se ha dado en denominar “ciudad de consumidores”. Esta estrategia está relacionada con fenómenos recientes observados, principalmente aunque no únicamente, en Estados Unidos y estudiados por la literatura económica más innovadora en estos temas. Se trata de un individuo cuyo principal activo es su capital humano y sus colaboradores y clientes se encuentran distribuidos por todo Estados Unidos o todo el mundo. Un ejemplo ilustrativo sería un banquero de inversiones de un sector muy particular como la biomedicina o un gestor de software especializado. Estas son sus características:
1. El capital físico que necesita este individuo se suele llevar en un maletín de trabajo.
2. Su trabajo requiere el acceso a telecomunicaciones.
3. Se desplaza frecuentemente en avión.

Este individuo elige para vivir un área urbana a una hora de un aeropuerto con conexiones razonables que tenga la calidad de vida que él anhela. Puede tratarse del clima, de los campos de golf, la temporada de teatro o escuelas bilingües. En este caso el trabajo de la administración para proporcionar los servicios públicos que requiere este individuo a un coste competitivo es mucho más complicado. Por otra parte, a diferencia del trabajador de la “gran empresa”, este individuo es exigente y móvil. Se suele decir que vota con los píes a través de cambios de residencia.
Estos individuos eligen una ciudad y las actividades que realizan y sus proveedores les siguen. También les siguen los servicios comerciales que suelen usar. En definitiva, son capaces de generar por si solos un proceso de aglomeración.
Es fácil darse cuenta que la aparición de este individuo y la ciudad en la que habita está relacionada con cambios recientes en la definición de los puestos de trabajo, desarrollos en las telecomunicaciones y hasta la aparición del modelo de aviación “low cost”. Todos estos fenómenos no están ni mucho menos agotados.

Continuará…

sábado, agosto 23, 2008

Going postal

"Going postal" es una expresión que empezó a usarse en Estados Unidos en los años noventa. Se refiere a un cartero que se levanta a las tres de la mañana, clasifica diez mil cartas, camina por la nieve, se mete en un atasco, le persiguen los perros, le atacan los delincuentes y cuando vuelve a la oficina de correos le riñe el jefe por la tardanza. Un día por una razón aparentemente poco importante agarra el fusil de asalto que tiene debajo de la cama y empieza a pegar tiros indiscriminadamente en la oficina de correos, en el barrio, en el bar y en el Ayuntamiento.
La escena se repite en Estados Unidos con cierta frecuencia pero lo que era peculiar en aquella época era el protagonismo de los trabajadores de correos. Se empezó a pensar que las condiciones de vida son uno de los factores explicativos de este triste fenómeno.
El caso es que el miércoles estuve a punto de "Going Postal". Yo tengo la sana y ecológica costumbre de caminar. Cuando lo hago veo como pasan por la carretera conocidos defensores del medioambiente a lomos de sus gigantescos coche todoterreno. Yo no tengo mayor problema con los últimos sino estuviesen conducidos por los primeros. Normalmente, me ignoran o me miran con superioridad cuando camino pero es que el miércoles uno de ellos se sorprendió tanto de verme caminar (soy practicamente el único de la universidad que lo hace) que se quedó mirando para mí y casi me atropella. Seguí caminando y la cosa no mejoró. Resulta que el Ayuntamiento y la Universidad sostenibles (eso se decía en todos los programas electorales) parece que consiste en regar las aceras. Durante toda la mañana decenas de aspersores que nadie vigila tiran metro cúbico tras metro cúbico de agua. Cerca de la Facultad de Veterinaria había un tubo de unos diez centímetros de diámetro tirando el agua directamente a una alcantarilla. Por tanto, me encuentro:
1. Con las distintas administraciones gastando mi dinero para convencerme de que modere mi consumo de agua (recuerdo a todo el mundo que la agricultura gasta el 80% del total y la industria no es manca).
2. Las mismas administraciones tirando el agua con mi dinero.

Esto no se sale de lo común. El fusible casi salta cuando para tratar de esquivar un aspersor que regaba generosamente la acera me metí en el radio de acción de otro. El resultado fue una mojadura total para empezar el día. Ese fue el momento en que estuve a punto de "going postal". Afortunadamente, yo no tengo el fusil de asalto debajo de la cama y a predradas no es lo mismo.